lunes, 1 de febrero de 2010

Engañan y abandonan a 22 migrantes indígenas del municipio de Cuetzalan

Un grupo de migrantes indígenas de este municipio fue llevado con engaños a Mazatlán Sinaloa, donde supuestamente trabajarían en campos jitomateros y ganarían mil 500 pesos semanales libre de comida y pasaje, sin embargo, al llegar a ese lugar fueron trasladados en barco y abandonados en el Rancho San Enrique, en el poblado de San Melitón, La Paz, Baja California Sur, donde permanecen desde hace tres semanas con apenas una comida al día y un pago de menos de 200 pesos a la semana, por lo que los familiares están desesperados y piden apoyo para que sean regresados de manera inmediata.

Todo empezó cuando José María Alejo Gutiérrez Bonilla, acudió a la junta auxiliar de Xiloxochico y otras partes de este municipio para enganchar a los trabajadores con la promesa de que ganarían mejor que en su pueblo, donde los campesinos obtienen apenas 80 pesos diarios, por lo que desde el 5 de enero al menos 33 personas fueron llevados a Mazatlán, incluidos tres menores de edad; sin embargo, al ver las condiciones laborales en que los tenían ocho personas lograron escapar y otros más fueron llevados a otro lugar por Gutiérrez Bonilla, pero 14 de ellos fueron trasladados hasta por 12 horas para cruzar el mar y llegar a La Paz, donde son explotados laboralmente. Ante la falta de recursos, permanecen sin poder comunicarse con sus familiares, quienes ante la negativa de las autoridades para apoyarlos han comenzado a levantar cooperaciones.

“Mi hijo se fue para ganar un poco de dinero y ayudar a su hermano que está estudiando, pero desgraciadamente le engañaron. Me habló por teléfono y me dijo que están ganando 97 pesos diarios, pero como de ahí les descuentan lo de su comida; a la semana solo les pagan 197 pesos; ese dinero no les alcanza para que coman bien ni para su pasaje y por si fuera poco, ya no les quisieron dar trabajo. De Xiloxochico se fueron nueve personas, otros son de Tenango, Santiago Yancuitlalpan y del Cuapech, en total eran 33 pero los demás lograron escapar”, narró la señora Margarita Martínez Morales.

Desesperados, padres, hermanos y esposas de los migrantes se han organizado para levantar cooperación, ante la indiferencia de las autoridades para facilitar el regreso de los trabajadores y casi a diario acuden a esta cabecera para realizar llamadas telefónicas y poder entabla comunicación con ellos, ya que ante la falta de dinero les es imposible comunicarse desde allá. La preocupación aumenta porque tres de los trabajadores de Xiloxochico son menores que oscilan entre los 14 y 17 años de edad.

Entre las personas que aun se encuentran presuntamente en condiciones de esclavitud y oriundos de Xiloxochico son Javier Ignacio Martínez, Guillermo de Jesús Diego, Amilgar Ignacio Lucas, Gerardo Ignacio Lucas, Moisés Hernández Cruz, Belizario de la Cruz Ignacio, Pánfilo Cortez Chino, José de los Santos Hernández, Juan Martín Marcos, Luis Segura Mora, de Xiliapan y Juan Segura Hernández, del barrio del Cuapech, entre otros, todos indígenas de habla náhuatl. Otros migrantes son Herminio Lucas Pérez, Raymundo Castillo Villar, quienes están con Gutiérrez Bonilla, así como Orlando Huerta Cruz, Trinidad Luna Rosas, José Miguel Antonio, José Domínguez, Javier Echeverría, Crispín Vázquez Guerrero, Pascual Valerio Herrera y Eleuterio Crisanto Remigio, algunos de los cuales lograron escapar y regresar a este municipio.

Familiares de los trabajadores como María Josefina Chino, Santiago Cortés Vázquez, Dominga Ramírez, Catalina Lucas Ignacio, Trinidad Cruz Rivera, María Ofelia Ignacio Paula, María Martínez Morales, José de los Santos Paula y Salustia De Jesús Diego, coincidieron en señalar que no cuentan con recursos para pagar el regreso de sus familiares, ya que tan solo para cruzar en barco de La Paz a Mazatlán se requiere viajar 12 horas y pagar mil 200 pesos, por lo que el costo total de regreso para cada trabajador es de más de 3 mil pesos, aunque también crece el temor de que los vayan a trasladar a otro lugar, por lo que pidieron a los pobladores que después de esta experiencia eviten caer en manos de traficantes de personas, ya que además, en el municipio no existe ningún control para el traslado de trabajadores indígenas a estados de norte.

No es la primera vez que engañan a migrantes indígenas de la zona

A principios de junio de 2005, un grupo de 38 migrantes indígenas de este municipio vivieron la misma situación, quienes permanecieron incomunicados y en condiciones de explotación laboral durante casi un mes en un campo viñedo de Sonora, después de que fueron sacados con promesas de ganar hasta 15 mil pesos mensuales, pero al llegar allá recibieron solo un pago de 30 pesos diarios, mismo que no alcanzaba siquiera para la alimentación y artículos de limpieza, y en lugar de ganar, quedaban a deber en una tienda de raya que no tenían acceso a comprar tarjetas de teléfono.

El caso de los trabajadores se supo luego de que cinco campesinos, entre ellos Mario Juárez Villa, lograron escapar de lugar sin un peso en la bolsa hasta lograr comunicarse con sus familiares y denunciar la situación. “La comida allá cuesta 12 pesos, tres comidas son 36, pero a veces no sacábamos mas que 30 pesos y como ahí mismo nos iban descontando no nos quedaba nada. Hay crédito en la tienda pero nadamás para comprar jabones, también hay tarjetas para teléfono pero de eso no le dan a uno crédito. La gente que está ahí no tiene ni un peso y aunque quisiera comunicarse con sus familiares no puede”.

Por esas mismas fechas, una situación similar vivieron 46 indígenas totonacas de Ixtepec, quienes a fines de mayo de 2006 fueron sacados con engaños para llevarlos a trabajar a Sonora, con promesas de ganar hasta 600 pesos diarios, durante su estancia fueron explotados laboralmente y sin goce de varios de sus derechos.

MANUEL ESPINOSA SAINOS

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