martes, 19 de enero de 2010

La criminalización de las radios comunitarias

Detrás de algunas radios "que se dicen comunitarias" opera el crimen organizado, mientras que otras llaman a la "subversión". Eso asegura Xavier Abreu Sierra, nuevo director general de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CNDI). Por ello, afirma, "tenemos que monitorear que la programación sea al servicio de la comunidad".

Cuando los periodistas le preguntaron qué pruebas tenía de sus acusaciones, el funcionario panista le dio la vuelta. “Si quiere pruebas no le voy a decir –respondió–, porque es información reservada de la Secretaría de Gobernación.”

Desde hace un par de años al menos, las radios comunitarias indígenas en diversos estados del país han sido hostigadas por el gobierno federal. Algunos de sus integrantes fueron asesinados, otros llevados a la cárcel y varias estaciones desmanteladas. Está en marcha una política que busca impedir que los pueblos indios cuenten con sus propios medios de comunicación. En septiembre de 2008, elementos de la Policía Federal Preventiva catearon y desmantelaron una veintena de radiodifusoras en Juchitán, Tehuantepec y Salina Cruz. En agosto de 2008, diversos cuerpos policiacos saquearon Radio Eiámpti y Radio Uékakua, en Michoacán. La Jornada informó del trato de delincuentes que se ha dado a los promotores de Radio Tierra y Libertad en Monterrey.

Abreu Sierra reconoció la hostilidad gubernamental hacia las estaciones de radio comunitarias e indígenas en el país y dijo que, evidentemente, algunos líderes de radio han sido encarcelados. Según él, esto obedece "a una visión occidentalizada de la Secretaría de Gobernación". El funcionario pretende buscar cuáles son las estaciones que cumplen con una verdadera función social en las comunidades para otorgarles sus permisos de funcionamiento, "y no tengan esas persecuciones que ocurren en algunas partes".

Las radios comunitarias indígenas son instrumentos de comunicación colectivos, no gubernamentales, sin fines de lucro. No hacen proselitismo religioso ni pertenecen a partidos o empresas privadas. Contribuyen a romper el aislamiento geográfico e informativo de las comunidades indias y a promover el rescate de sus valores culturales, despreciados por los grandes medios de información comerciales. Fortalecen y desarrollan su identidad y lengua. Dan voz a quienes no tienen el derecho para expresarse libremente. Cumplen un importante servicio social.

Las radios comunitarias llegan a comunidades apartadas y de difícil acceso. Informan y educan a poblaciones monolingües o analfabetas. Comunican y entretienen a partir de asuntos de relevancia local.

No hay un censo preciso del número de radios comunitarias indígenas que existen en el país, pero varios estudios contabilizan entre 150 y 200. Funcionan con recursos muy limitados. La gran mayoría opera sin licencia oficial. No existen leyes que las tomen en cuenta ni normas que reconozcan a los pueblos indígenas su derecho a operarlas.

Xavier Abreu Sierra acaba de ser designado responsable de la CNDI. Como puede verse a partir de sus declaraciones, su conocimiento de los pueblos indígenas es muy precario: “En mi vida –declaró– los que más han influido son los hermanos maristas; soy ex alumno, ex maestro, ex entrenador, fundador de la Universidad Marista”. Estudió para licenciado en administración de empresas en la Universidad Iberoamericana. Miembro del Partido Acción Nacional, fue presidente municipal de Mérida, Yucatán, secretario de Desarrollo Social de Yucatán en el gobierno de Patricio Patrón y candidato derrotado a la gubernatura de ese estado. Como premio de consolación fue designado titular de la unidad de coordinación y enlace de la CNDI. A partir del primero de enero de 2010 asumió la titularidad de la comisión.

La proliferación de radios comunitarias indígenas forma parte del proceso de construcción de la autonomía de facto de los pueblos originarios, junto con el nombramiento de municipios autónomos, formación de policías comunitarias, la promoción de proyectos productivos augestionarios y los programas educativos y de salud desde la base. Ante ella, el gobierno federal ha respondido criminalizando el ejercicio del derecho a la libre determinación e ignorando el problema.

Xavier Abreu, el panista administrador de empresas que está a cargo de los programas de atención a las comunidades indígenas, no tiene idea de lo que está pasando entre los pueblos originarios del país. Tan es así que hace menos de una semana declaró que la autodeterminación de los pueblos indios, tal como la reclama el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), no está a debate en la actual administración federal, porque el tema quedó superado con las reformas al artículo 2 de la Constitución federal, efectuadas en 2001. Tan no está superado este asunto que por toda la República los indígenas han hecho caso omiso de esta reforma y se han dedicado a construir la autonomía sin pedir permiso.

Luis Hernández Navarro

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lunes, 18 de enero de 2010

¿Mediación? No, gracias

MÉXICO, D.F., 17 de enero.- El gobierno federal es reacio a la mediación como un instrumento para la solución de conflictos. Enfrenta una guerra con el Ejército Popular Revolucionario (EPR), que le ha costado serias pérdidas materiales y económicas, y cuando se le abre la posibilidad de dialogar con un grupo insurgente al que no consigue vencer porque ni siquiera puede situarlo, rehúsa en los hechos la mediación respectiva, para no tener que pagar el costo de admitir que fuerzas suyas hicieron desaparecer a dos miembros de esa agrupación guerrillera.

Debido a ese talante autoritario, para cuya configuración contienden dentro del gobierno federal dos líneas duras, una más que la otra, se ha permitido rechazar desdeñosamente otra tentativa de mediación, la que intentaron cinco personas de alto relieve en la vida pública, que aceptaron una invitación del Sindicato Mexicano de Electricistas para mediar en su conflicto con las autoridades que, tras debilitar al gremio electricista, decretaron de modo unilateral e inconsulto la extinción de Luz y Fuerza del Centro.

El 30 de noviembre pasado, dirigentes del SME solicitaron al rector y director general de las dos mayores, más antiguas y más productivas instituciones de enseñanza superior pública y a los líderes de las fracciones senatoriales con mayor representación en su cámara, que integraran un grupo de mediación entre los trabajadores sindicalizados de Luz y Fuerza del Centro y el gobierno federal.

El rector de la Universidad Nacional, José Narro Robles; el director del Instituto Politécnico Nacional, José Enrique Villa Rivera, y los coordinadores de los grupos del PAN, Gustavo E. Madero; del PRI, Manlio Fabio Beltrones, y del PRD, Carlos Navarrete, se reunieron el 7 de diciembre “con el objetivo de analizar la propuesta formulada públicamente por la dirigencia del Sindicato Mexicano de Electricistas”, y resolvieron que era necesario “reunirse con los involucrados para conocer sus planteamientos antes de tomar una determinación”.

El 10 de diciembre escucharon de los líderes del SME, y al día siguiente del secretario de Gobernación, “sus planteamientos, propuestas de solución y posibilidad (o disposición) de participar en una mesa de diálogo y negociación sobre el tema”. El grupo entró en receso en las semanas siguientes (lapso en que Villa Rivera concluyó su función al frente del IPN, no obstante lo cual continuó en esta tarea, a que había llamado a título individual). El 8 de enero el grupo emitió una declaración en la que, tras referir los antecedentes (narración de que provienen las palabras entrecomilladas de los párrafos anteriores), condicionaron su participación:

“Desafortunadamente –dijeron los miembros del quinteto– se han empezado a producir reacciones de violencia con las que nadie puede coincidir y se han expresado diversas declaraciones públicas de altos funcionarios del gobierno federal y de dirigentes del Sindicato Mexicano de Electricistas en las que se evidencia el estancamiento del diálogo.”

Por ello, sólo continuarían en la encomienda “si se aceptan públicamente por las dos partes y a más tardar el martes 12 a las 18 horas” siete criterios: “que las partes reconozcan expresamente su voluntad de respetar las resoluciones firmes (…) del Poder Judicial de la Federación”; “que en la defensa de sus posturas y sus derechos los trabajadores se conduzcan en todo momento en los cauces de la legalidad, la institucionalidad y el respeto a los derechos de la ciudadanía, evitando actos de violencia y que pongan en peligro el servicio de energía”; “que el gobierno federal esté dispuesto a buscar alternativas de apoyo a los trabajadores sindicalizados de Luz y Fuerza del Centro, con cargo a las prestaciones que conforme a derecho se lleguen derivar de las resoluciones firmes del Poder Judicial de la Federación (…) a fin de atender las necesidades básicas de los trabajadores no indemnizados hasta el momento”; “que en todo momento se respeten los derechos laborales de los trabajadores sindicalizados de Luz y Fuerza del Centro”; “que el gobierno federal considere cubrir conforme a la ley a todos los trabajadores sindicalizados (…) la parte proporcional del aguinaldo (…), el fondo de ahorro retenido y los salarios de semanas devengadas”; “que el gobierno federal ponga en práctica los procedimientos necesarios para que los trabajadores sindicalizados recuperen sus pertenencias resguardadas en los centros de trabajo”; y “que la representación sindical acepte llevar a la consideración de los trabajadores (…) las propuestas que oficialmente presente en la mesa de diálogo y negociación el gobierno federal por medio de la Secretaría de Gobernación”.

De inmediato, al día siguiente, una asamblea del SME aceptó los criterios fijados por el grupo de ciudadanos interesados en que el conflicto sea resuelto. Pero el gobierno federal tuvo una reacción adversa. Algo en el documento citado irritó a los funcionarios; o se suscitó un litigio dentro del gabinete respecto de la intervención de Fernando Gómez Mont en vez de que el asunto lo condujera el secretario del Trabajo. El hecho es que el martes 12 el gobierno arrojó fuera de la situación a los presuntos mediadores, del modo más descortés posible. El subsecretario Gerónimo Gutiérrez convocó a los líderes del SME a una cita el viernes 15, en Gobernación, para “reanudar de manera directa el diálogo iniciado el 11 de octubre del año pasado.

Ni Gómez Mont ni Gutiérrez tuvieron la deferencia de agradecer en ese momento al quinteto interesado en la solución del conflicto sus buenos oficios. Por ello los cinco acusaron recibo del desdén. En un comunicado en que dieron “por concluida nuestra labor en este asunto”, simplemente relataron que “el día de ayer nos enteramos, inicialmente por los medios de comunicación, de la invitación del gobierno federal para instalar una mesa con la representación del Sindicato Mexicano de Electricistas con el propósito de establecer un diálogo directo con la misma”.

También informaron que en la entrevista con Gómez Mont el 11 de diciembre “se exploraron inicialmente algunas de las propuestas que posteriormente se incluyeron en el documento enviado a las partes por los suscritos y se planteó que contribuyéramos a la construcción de soluciones al conflicto”. Sin embargo, concluyeron, “para que proceda una labor de mediación, debe existir la aceptación plena de las partes involucradas, condición que en sentido estricto no se considera en la comunicación oficial que fija la postura del gobierno federal en la que se agradece la participación del Grupo”.

¿Mediadores? No, gracias. Esa parece ser la consigna de las autoridades federales. Estiman de seguro que sus personeros se bastan solos para aproximarse a sus metas, que no incluyen la solución de conflictos, sino el exterminio del enemigo.

Miguel Ángel Granados Chapa


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¿Quién mató a Roque Dalton?

A 35 años de su asesinato, Roque Dalton (1935-1975) está más vivo de lo que jamás pensaron sus detractores literarios, y pervive también, intensamente, en términos políticos y de experiencia revolucionaria. Es uno de los muchos caídos en las esperanzadoras insurrecciones en los años 70 del siglo pasado que terminaron enlutando Centroamérica y el Cono Sur, y que, con excepción de Nicaragua, fueron derrotadas. Lo particularmente doloroso en el caso de Dalton es que fue asesinado por sus propios compañeros de lucha en El Salvador.

La noche del 10 de mayo de 1975, mientras dormía, recibió un tiro en la cabeza por decisión de tres de los cuatro miembros de la Comisión Militar del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP): Joaquín Villalobos, Alejandro Rivas Mira y Vladimir Rogel Umaña. Ellos mismos se encargaron de la ejecución.

Para entonces, Dalton llevaba un mes "preso" por los mandos del ERP, al cual pertenecía; lo acusaban de agente, primero "de la CIA", y después "castrista". El propio Fidel Castro reviró, y acusó de agentes de la CIA a Villalobos y a sus socios del tribunal guerrillero. Al parecer, el gran "delito" del poeta fue insistir en que antes de la insurrección era necesario crear un "frente de masas", o sea, tener bases en la sociedad descontenta. Eso acabaron haciendo los guerrilleros que confluyeron en el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) después de la muerte de Dalton.

Joaquín Villalobos llegó a ser uno de los comandantes del FMLN, y tras los acuerdos de paz del Castillo de Chapultepec, que dieron fin a la guerra de El Salvador en 1992, regaló su arma al presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari; arma que a su vez había entregado a Villalobos el comandante Fidel Castro.

El gesto le ganó un boleto de primera clase a la Universidad de Oxford, donde sufrió una "metamorfosis", como ha ironizado Roberto Bardini. Los estudios de posgrado hicieron de Villalobos especialista en problemas de seguridad y le permitieron asesorar al gobierno fascista de sus antiguos enemigos de ARENA, y más recientemente al presidente colombiano Álvaro Uribe.

Su deuda con Salinas era grande, y no dudó en trasladarse a México en enero de 1994 para sobrevolar la selva Lacandona junto con mandos del Ejército federal, para orientarlos en la ofensiva que preparaban contra el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, a raíz del levantamiento indígena de Chiapas.

El asesino de Roque Dalton vuelve a México en 2010 para hablar en Los Pinos ante el cuerpo diplomático y el gabinete del presidente Felipe Calderón, evaluar positivamente su "guerra" contra el crimen organizado y delatar los "mitos" que la intentan desprestigiar (La Jornada, 9/01/10). Coincide la visita con la nueva publicación (¡en Australia!) del libro más emblemático y polémico de su víctima, Historias y poemas de una lucha de clases (editorial Oceansur, Melbourne, 2010), que Dalton escribió hacia 1975, póstumamente conocido como Poemas clandestinos (1981).

Una franja de sus ideas y convicciones hoy resultan obsoletas pero fueron comunes en la izquierda latinoamericana de los años 60 y 70 del siglo XX, como el sovietismo devoto o el rechazo intransigente a la homosexualidad (aunque debe reconocerse que ya había asumido la igualdad de las mujeres, pues aprendió las primeras lecciones del feminismo sesentero, lo que en esa tradición de izquierda tenía su mérito).

Toda generación de poetas es en parte obsoleta. Para ilustrarlo con el caso mexicano e independientemente de los logros artísticos, esto aplica a los modernistas porfirianos, los estridentistas, los Contemporáneos, las revistas Taller e Hijo pródigo o el valemadrismo infrarrealista. Pero lo que va quedando es la poesía, donde la hay. Y las verdades que la alimentaron.

Revolucionario de corazón, miltante íntegro y comprometido hasta el final, en Historias y poemas, Roque Dalton se desdobla en cinco heterónimos, poetas de su invención: la joven activista Vilma Flores, el líder estudiantil Timoteo Lúe, el también narrador Juan Zapata, el ensayista literario Luis Luna y el de mayor edad, Jorge Cruz, asesor jurídico del movimiento obrero católico, especialista en Paulo Freire y presunto autor de una Oda solidaria a Camilo Torres; su alter ego Dalton "transcribe" la serie Poemas para salvar a Cristo, incluyendo el memorable Credo del Che.

Víctima de un "error" estalinista del hoy oxfordiano asesor bélico de gobiernos neoliberales y represivos, Dalton tiene asegurado su lugar como autor fundamental (y siempre incómodo) en las letras salvadoreñas y el conjunto de la literatura en lengua castellana. Tan sólo su libro más conocido, Las historias prohibidas de Pulgarcito (1974), en deuda con las misceláneas de Julio Cortázar, pertenece a la estirpe cuasi nerudiana de Guatemala: las líneas de su mano, de Luis Cardoza y Aragón, y Las venas abiertas de América Latina, de Eduardo Galeano.

¿Quién dijo que la poesía no muerde?

Hermann Bellinghausen


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sábado, 16 de enero de 2010

Estamos peor que en 1910, dice villista de 109 años

MONTERREY, NL., 15 de enero (apro).- Para Juan Carlos Caballero Vega, uno de los últimos combatientes vivos de la Revolución Mexicana, de nada sirvió la sangre derramada porque hoy, víctimas de políticos rateros y del mal gobierno, existe hambre y desolación en todo el país.

“Estamos rumbo del carajo, no vamos nada bien. Todo por culpa de éste hombre, el presidente Calderón. Estamos peor que en 1910, hace cien años la gente de alguna forma tenía para comer en el campo.

“Hoy, eso se acabó, ya no hay campo y en las zonas urbanas hay hambre y desolación; por eso, la gente tiene que organizarse para luchar contra el mal gobierno, contra sus políticos que son unos rateros, ahí tenemos el ejemplo del gobierno de Nati (Natividad González Parás, exgobernador de Nuevo León)”, indicó.

Con 109 años de edad, viviendo en un modesto asilo de ancianos al pie del Cerro de La Silla, Caballero Vega es lúcido. Ha sido objeto de documentales y reportajes sobre su participación en el ataque a Columbus de 1916, donde participó teniendo 15 años de edad.

Y a pesar de sus cataratas, está informado de lo que ocurre en estos tiempos: lo mismo critica la situación económica que la reforma energética, pues afirma que lee periódicos y escucha noticiarios, porque “son las injsuticias las que nos tienen en pie y atentos a lo que sucede”.

Lo que sucede no le gusta.

“De nada sirvió tanto esfuerzo, tanto sacrificio de tanta gente en la Revolución Mexicana de 1910, estamos peor y por eso, hay que dar la batalla; la gente tiene que organizarse para defender sus derechos, nuestras familias, sus trabajos, su vida… si no nos defendemos, no valemos un cacahuate. Hay tantas cosas en común de aquel tiempo con el de ahorita”, dice.

Molesto aun por la reforma energética que impulsó el gobierno de Felipe Calderón:

“Los gringos no tienen porque decirnos cómo debemos de organizarnos para vivir, ellos no deben de intervenir para nada en nuestra vida nacional.

“Y luego si lo hacen ¿para qué estamos? Para qué están los jóvenes? Ahora resulta que el petróleo va a ser de los gringos, que son los que mandan… pues hay que levantarnos, protestar, pelear y si no hay quien, pues nosotros los viejos, seguro que sí. Y como decíamos en aquellos tiempos: ¡hasta el último cartucho!”.

El veterano revolucionario afirma que los ideales de la Revolución se perdieron por culpa de los políticos, a quienes califica como los peores enemigos del pueblo:

“Nos dimos en la torre por estos mendigos y todo para qué. Estamos del carajo por culpa de los políticos que son nuestros peores enemigos, y estoy hablando de todos”, dice.



El último Dorado

Con 1° grado de temperatura, el patio del Asilo “Días Ordaz”, del Club de Leones está desolado. El hielo formado durante la noche, persiste en la superficie de cubetas y tambos para almacenar agua.

Empalmado con prendas percutidas, la mañana del 6 de enero, “Don Carlitos”, como le dicen en el asilo, está contento. Ese día van a partir de la rosca de Reyes y lo va a visitar una vecina que le prometió llevarle “una ropita que ya no usa”.

En su cuarto, desde una fotografía, Caballero y Villa, parecen observar el desorden de cobijas revueltas, prendas amontonadas, las sobras de comida en mal estado.

El 24 de junio, Juan Carlos Caballero cumplirá 110 años de edad. Hasta donde sabe, sus hijos y varios nietos han muerto. De sus descendientes, cree que viven en Estados Unidos, pero hace unos 20 años dejó de tener contacto con ellos.

En 2009, el entonces gobernador Natividad González Parás, hizo una ceremonia y entregó reconocimientos a quienes han pasado los 100 años de edad. Caballero Vega recibió una presea por eso, pero no por su participación en la lucha armada.

Se le recuerda el homenaje y dice sobre el político regiomontano:

“Nada más digame qué hizo ese Nati. No hizo nada y nosotros que luego andamos ahí nomás de tontos”, se reprocha.

Agrega:

“Muchos compañeros de lucha han muerto, yo creo que todos. Ya nomás yo quedo, pero sí hay más, estamos en el olvido. Yo entré a los 14 años con mi general Francisco Villa y mire, con tantos años que tengo, dónde estoy”.

Arturo Rodríguez García


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viernes, 15 de enero de 2010

Los indígenas viven hasta 20 años menos, según la ONU

Río de Janerio. Víctimas de la pobreza, la malnutrición y de diversas enfermedades infecciosas, los indígenas viven casi 20 años menos que el promedio de quienes no son indígenas, según el primer informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre la situación de esas poblaciones en todo el mundo.

Presentado simultáneamente este jueves en Río de Janeiro, Nueva York, Bruselas, Canberra, Manila, México, Moscú, Pretoria y Bogotá, este informe cita ejemplos de esta diferencia en la expectativa de vida entre indígenas y no indígenas: 20 años en Australia y Nepal, 17 en Canadá, 13 en Guatemala y 11 en Nueva Zelanda.

"Este informe revela numerosos datos alarmantes sobre la población indígena", dijo Giancarlo Summa, director del Centro de Información de la ONU en Brasil, durante la presentación del documento en Río de Janeiro.

El texto "es un paso más hacia el reconocimiento de los derechos económicos, sociales y culturales de los indígenas", luego de la Declaración de las poblaciones indígenas adoptada por la ONU en 2007, añadió.

El informe indica que existen unos 370 millones de indígenas en unos 90 países, y por lo tanto representan alrededor del 5 por ciento de la población mundial.

Sin embargo, los indígenas constituyen más de un tercio de los 900 millones de personas que viven en condiciones de extrema pobreza en zonas rurales.

"Los indígenas viven en la pobreza, el analfabetismo, son excluidos del poder económico y político. En algunos países ni siquiera son reconocidos por el gobierno", dijo por su parte Marcos Terena, de la etnia brasileña Terena, un militante de los derechos de los indígenas en Brasil.

"Es necesario destacar que en Brasil los indígenas no eran pobres a la llegada de los portugueses (en el año 1500), pero se hicieron pobres por la colonización", apuntó.

De acuerdo con Terena, "la discriminación es grande en Brasil y un indio no alcanzará nunca los mismos niveles que un blanco, ni siquiera de un negro". El propio Terena ya tuvo que fingir ser un ciudadano japonés para poder hacer los cursos necesarios y convertirse en piloto de aviación comercial.

Según el informe de la ONU, las comunidades indígenas también sufren con la violencia, las políticas de asimilación, la expropiación de sus tierras y el desplazamiento forzado, y además viven en condiciones sanitarias "alarmantes".

Por otra parte en Nueva York, la ONU presentó un informe que los pueblos indígenas son la población del mundo que padece mayor pobreza y que sus derechos a la educación, la salud y la protección de sus tierras son violados constantemente.

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miércoles, 13 de enero de 2010

Sabiduría indígena

Para Carla Daniela, el futuro a cobijar

Cuando faltan dos días para iniciarse la Cumbre del Cambio Climático, escucho las voces indígenas, reunidas junto a un fuego.

Un anciano indio mohave llegado de Arizona dice “hay algo muy especial en lo que estamos haciendo, la gente que no es indígena hace una fogata enorme, tan grande que tienen que apartarse. Nosotros, sin embargo, hacemos un fuego pequeño para que todo el mundo tenga que acercarse”. Así fundidos, se puede sentir el calor humano, la más sostenible de las energías. A su lado, apretadita, Rita Pitka que nació en un barco de pesca, del pueblo yupik, en Alaska explica que sus tierras no tienen bosques, no tienen árboles, y confían en la madera que les lleva las corrientes. “El Universo –cuenta- es de todos, por lo tanto, no somos dueños de nada.” Emi, jugando con sus dos trenzas de pelo negro aymara, explica que la naturaleza nos da señales, que hay que escuchar al mauri. El mauri es un pez que vive en los ríos del altiplano andino. “Cuando deposito mis huevos –dice el pez- primero observo donde puedo colocarlos. Si los coloco en el centro del río es porque no va a caer mucha lluvia y para que vivan mis hijitos necesito que estén permanentemente en el agua, y el centro es el lugar más apto, porque es el más profundo. Si yo colocase mis huevos a las orillas del río, significaría que habría constantes lluvias.” Este año los huevos dormitan en el centro del río.

¿Cómo sobreviviremos mujeres y hombres campesinos si nuestra Madre Tierra está enferma?, ¿qué futuro tienen nuestras hijas e hijos?, ¿podemos confiar en estas cumbres? se preguntan. Un dirigente campesino mexicano se levanta y cuenta que una vez fue atacado por un oso. Que miró a los lados buscando ayuda y no vio a nadie. Que miró entonces al cielo y dijo: “Diosito, si no me vas a ayudar, por lo menos no te pongas del lado del oso”. Alrededor de la fogata estallan las risas porque saben que, a pesar de todo, pueden mirar a los lados, pues no están solos.

Gustavo Duch



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Las lecciones de don caracol y doña caracola

La gente del movimiento Slow food me pidió que participara en su acto anual, el Día Tierra Madre del pasado 10 de diciembre, y lo hice con mucho gusto, aunque tengo que reconocer que medio les mentí. Sí, porque al comenzar mi exposición dije que intervenía en mi calidad de experto zoólogo. Y concretamente como experto malacólogo, es decir, especialista en el estudio de los moluscos. Como el caracol, el símbolo del Slow food.

El movimiento de la comida lenta nace en Italia desde un grupo de gastrónomos para defender una relación de corresponsabilidad entre productores, consumidores, gastrónomos y restauradores en favor de una alimentación justa, sana y de calidad. El Slow food, desde un ángulo diferente, apoya, como la soberanía alimentaria, una producción y consumo de alimentos de temporada, local y ecológica, con un protagonismo central del pequeño campesinado. Y añaden a su discurso el valor de la lentitud, el placer de degustar la comida tranquilamente, en buena compañía, disfrutando del tiempo y la conversación. Frente a la homogeneización de la comida y el frenesí por la aceleración, que se encarna a la perfección en el fast food, anteponen al caracol. Y fíjense –dije con tono de experto–, el caracol, que aun siendo un animal parsimonioso, se ha demostrado científicamente que si no se estresa vive más. Vive más un caracol no estresado que uno estresado. Es sencillo, las prisas provocan un gasto energético del metabolismo. Con calma y sosiego entonces el organismo libera energías que podrán ser utilizadas para otras actividades como la reproducción o pasear por un camino.

El ser humano dejó de pasear y se subió a un automóvil para ganarle tiempo al tiempo. Pero, como ya expliqué en otra ocasión, el pensador Iván Illich demostró que si descontamos a la velocidad promedio a la que nos desplazamos, a lomos de un automóvil, el tiempo que trabajamos para pagar los costes del vehículo, la velocidad punta que obtenemos baja a unos 6 km/hora. Sólo un poco más rápido que la marcha que lleva una vaca paseando por un camino. La vaca a ese ritmo puede observar que por ese camino pasea también un caracol austero.

Si el camino pasa por Chiapas, México, observaríamos otros caracoles, las pequeñas comunidades campesinas autogobernadas que, como explica el subcomandante Marcos, son "una pequeña parte de ese mundo a que aspiramos, hecho de muchos mundos". El caracol simboliza lo que allí están alumbrando: revoluciones que giran y giran como la espiral del caracol, hacia fuera para alejarse de los dolorosos modelos capitalistas, y hacia atrás buscando enseñanzas arrinconadas o extraviadas pero necesarias.

Pero el caracol (o la caracola, otro molusco apasionante para mis compañeros de especialidad) nos reserva otra enseñanza. En su crecimiento construye su concha con base en espiras que inicialmente se van haciendo cada vez más grandes, más anchas. Pero llega un punto en que el caracol sabe que si hace una nueva espiral eso le provocará graves problemas, le sobrecargaría con un peso que no podrá acarrear… y fabrica las nuevas espiras cada vez más pequeñas, en decrecimiento. Por eso también el caracol es la metáfora que aglutina a un nuevo movimiento social, "el decrecimiento", que aplicado a la agricultura lo podríamos entender como la vuelta hacia una agricultura de pocos insumos y respetuosa con los límites de la naturaleza. La propuesta es clara, igual que hace el caracol o caracola hemos de adoptar un cambio brusco y con celeridad. Retroceder parte de lo caminado por la senda de la agricultura industrializada para retomar el camino donde, en lugar de chimeneas, podamos observar a la vaca, al caracol austero y a las mujeres y hombres del campo, avanzando en revolución.

Entonces –concluía en mi relato de caracoles y otras bestias–, ¿lentitud en el caminar o celeridad para desandar? La zoología nos lo vuelve a explicar. Un ratoncito dispone de poco tiempo para disfrutar de la vida, dos años como mucho. Mientras un elefante podrá pasar de los sesenta. ¿Es injusto? Recién me explicaron que como el corazón del ratón va mucho más rápido que el del paquidermo, finalmente los dos viven aproximadamente los mismos latidos de corazón. Así que lo importante es eso: asegurarnos que nuestro corazón (de caracol) palpita.

Gustavo Duch Guillot

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martes, 12 de enero de 2010

“No vamos a decir que cada 100 años se hace una revolución”: comandante Ramiro

El comandante Ramiro, asesinado en noviembre pasado, describió semanas antes de morir la tensa situación en la Montaña de Guerrero, una de las zonas del país donde el gobierno vigila la posibilidad de un alzamiento este 2010.

Dom, 10/01/2010 Chilpancingo. El cadáver de Omar Guerrero Solís apareció en una fosa clandestina el pasado 20 de noviembre, aniversario de la Revolución Mexicana. Unas semanas antes, el guerrillero conocido como comandante Ramiro, quien primero militó en las filas del EPR y luego en las del ERPI, concedió la que sería su última entrevista al escritor estadunidense John Gibler.

Gibler, autor del libro México no conquistado —que será traducido y publicado el verano próximo en México por la editorial Debate—, entregó a MILENIO la grabación de esta conversación ocurrida en algún lugar de la Montaña de Guerrero. En ella, Ramiro, quien fue ejecutado al estilo de la mafia, habla sobre batallas ignoradas, planes insurreccionales para este 2010, la vigencia de la lucha armada y de su propio paso de campesino a miliciano.

En la entrevista, brindada en la clandestinidad, Ramiro revela la existencia de enfrentamientos previos entre la columna de hombres armados bajo su mando y soldados del Ejército que participaron en una incursión a la comunidad guerrerense de Puerto Las Ollas, en la cual, de acuerdo con un amplio reportaje publicado el 9 de julio por The Washington Post, hubo actos de tortura contra los pobladores.

Armas y flores

Las incursiones a esta población enclavada en la agreste serranía, han continuado. El 19 y 20 de diciembre organizaciones no gubernamentales reportaron la más reciente, en la cual, un grupo de soldados realizó cateos y recorridos “buscando a los que se quieren levantar en armas en 2010”, según testimonios recopilados.

Ramiro narra en la entrevista con Gibler y otras personas, que el tiroteo entre su columna y el Ejército se dio fuera de la comunidad de Puerto Las Ollas y en una circunstancia similar a la del enfrentamiento sucedido el 7 de junio de 1998, en la comunidad de El Charco, municipio Ayutla de los Libres, donde también estuvo presente el guerrillero. “Los pobladores (de Puerto Las Ollas) no dispararon pues, ahí están sus hijos. Pero el monte es otra cosa. Nos persiguieron al monte y esa vez si se dio”, dice Ramiro.

—Lo acusan de asesino —le replica el escritor al guerrillero.

—¿Cómo vamos a enfrentar al Ejército, con flores? No. En los enfrentamientos algunos cayeron. Si de eso me acusan, acepto. Pero nada de civiles, ni secuestros ni violación, como se ha acusado en la prensa.

Batallas desconocidas

De acuerdo con el relato ofrecido por Ramiro, por lo menos fueron dos los soldados que murieron en ese enfrentamiento, el cual no se menciona en ninguno de los registros oficiales públicos de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Lo que narra el fallecido guerrillero del ERPI parece el parte de una guerra desconocida que se libra en aldeas lejanas de Guerrero: “Se respondió en una manera muy contundente, pues, solamente para que dejaran de perseguir a la gente. Fue autodefensa. Fue el primer día. Se pone en contención porque iban rodeando los cerros y se da otro choque. Y otra columna del Ejército también quería entrar por otro lado y también la paramos. Ya no siguieron a la gente, ni a nadie.”

Vivir bien

Sobre las críticas lanzadas contra el ERPI por algunos ex guerrilleros que participan en el gobierno de Zeferino Torreblanca y que consideran anacrónica la vía armada, Ramiro responde: “Lo dicen porque ellos ya viven bien. Otros lo dicen porque nunca de veras estuvieron entregados a una lucha por su pueblo, porque quien de veras lucha por un cambio, así sea lucha armada o como sea, da la vida por él, y no nada más lo dice. A lo mejor tendrán algún puestecito por ahí, tendrán algunas comodidades que mucha de la inmensa mayoría de nuestros hermanos mexicanos no las tienen.

“Si existe un movimiento armado es porque hay las condiciones para eso, hay pobreza, hay injusticia, hay represión. Por eso se da. No se da nada más por gusto… ”.

La gente se enfada

—¿Las comunidades no tienen mas opciones?

— Pues se están cerrando las puertas porque si el pueblo quiere elegir a un candidato o elegir a alguien para un puesto y ese candidato o ese funcionario llega ahí y no cumple con lo que dijo en la campaña o con lo que la gente quiere y así se da siempre, todo el tiempo, tanto y la gente se enfada como es el caso de nosotros.

Yo no nací guerrillero, no nací armado: fue la represión, la injusticia, la pobreza lo que nos orilló a esto. No es nada mas por gusto que yo voy a agarrar un arma y me voy al monte. Aquí se duerme en el campo, en la lluvia, sin comer, cansado pero siempre con la idea de que un día la cosa sea mejor para todos.

Marcos y el año 2010

Ramiro asegura en la entrevista que el ERPI cuenta con una base social amplia, no sólo en Guerrero, sino también en otros estados del país.

Sobre Marcos, portavoz del EZLN, dice: “Cuando dice que hay que mandar obedeciendo, eso realmente fue, es para mí algo muy importante, que incluso nosotros a lo mejor lo estábamos haciendo así parecido pero no lo habíamos puesto nombre, digamos”. Luego concluye enigmáticamente, diciendo: “Pero ahorita no puedo decir mas”.

Sobre la mística de alzamiento armado alrededor de 2010, en el Bicentenario de la Independencia y centenario de la Revolución, el guerrillero menciona: “No vamos a decir que cada cien años, como se dice, se hace una revolución. Eso no creo que ahora va a ser así, pero de que se acerca el momento, se acerca. Y si otro movimiento le entra, ahora si que a los balazos y le tenemos que entrar, o sea vamos a entrarle todos a apoyar, porque no podemos permitir que el pueblo sea masacrado. Tenemos que entrarle.

Pero no tenemos planes, ahora en lo que yo sé, de decir: ´ahora vamos en esa fecha’”.

Todos eran de una sola familia

Entre los cinco ejecutados encontrados en Tecpan de Galeana se encuentra un ex militar, quien fue identificado por sus familiares, resultando así que los cinco muertos eran miembros de una sola familia.

Los cuerpos, que presentaban impactos de arma de fuego y estaban atados de mano y pies y vendados de los ojos, fueron reclamados por sus parientes, quienes el 31 de diciembre los buscaron en las corporaciones policíacas, donde los reportaron como desaparecidos.

Fueron identificados como Adain e Iván Abarca Morales, de 22 y 24 años, respectivamente; su primo, Víctor Flores Morales, de 34 años, todos vecinos de la colonia de El PRI y originarios de la localidad Tierra Blanca, en la Sierra de Tecpan. Asimismo, se identificó a José Luis Abarca Radilla, un ex soldado que intentó ingresar el año pasado a la Policía Municipal de Atoyac y radicó en el Ticui.

El otro ejecutado fue reconocido como Odolio Abarca Morales, de 27 años, también vecino de Tierra Blanca, en la Sierra de Tecpan. Los cinco cuerpos fueron enterrados a un costado de la carretera que va hacia la comunidad del Balcón, en Tecpan de Galeana.

Dos grupos de la policía estatal, en coordinación con elementos de la Policía Ministerial del Estado y Policía Preventiva Municipal,fueron los que descubrieron la fosa clandestina el miércoles pasado (Guerrero. De la corresponsalía)

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El gobierno prepara una represión social para 2010: ERPI

Los ex dirigentes del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente, la coronela Aurora y el comandante Antonio, aseguran que si bien este año no existe como tal un estallido social, el pueblo debe prepararse para enfrentar una represión generalizada hacia los movimientos populares y grupos armados.

La siguiente entrevista a Jacobo Silva Nogales y Gloria Arenas Agis, ex dirigentes del ERPI, fue realizada por Maribel Gutiérrez Moreno y publicada en tres partes consecutivas los días 5, 6 y 7 de enero de 2010 en el periódico «El Sur» de Acapulco, Guerrero.

Primera parte

2010 no es un año cabalístico, pero puede esperarse un estallido del descontento popular, no por el bicentenario y el centenario de la Independencia y la Revolución, sino a consecuencia de la pobreza, aumentada ahora con las alzas de precios y de impuestos y las políticas del gobierno ante la crisis económica, dicen en entrevista Gloria Arenas Agís, la ex coronela Aurora y Jacobo Silva Nogales, el ex comandante Antonio del ERPI, que al salir de la cárcel afirman que la lucha armada es necesaria, y que la lucha electoral es un camino lleno de desengaños.

Son dos de los principales dirigentes del ERPI y en la vida privada son pareja. Estuvieron en prisión más de 10 años, del 20 y 22 de octubre de 1999 al 28 de octubre de 2009. Cuando entraron a la cárcel tenían pocos años menos de 40 y ahora se acercan a los 50. Desde muy jóvenes dedicaron su vida a buscar un cambio social, mediante la lucha armada y tenían que vivir en la clandestinidad.

Originalmente estuvieron en el Partido de los Pobres (Pdlp) después de que su fundador, Lucio Cabañas, había muerto, más tarde en el Ejército Popular Revolucionario (EPR), y participaron en la escisión de éste para fundar el ERPI en 1998. Su búsqueda de un cambio por esa vía se interrumpió cuando fueron encarcelados, ahora su trabajo es abierto y público, debido a que están identificados no pueden seguir en la lucha armada, si no ahí estarían, y desde la cárcel y actualmente se incorporaron al movimiento popular pacífico, y en el movimiento de La Otra Campaña convocado por el EZLN.

Como presos políticos Jacobo Silva y Gloria Arenas en todo momento reconocieron su participación en la organización armada. Ese fue su distintivo, y en su pertenencia a la guerrilla sustentaron su defensa legal, que después de meses de obstáculos les permitió quedar en libertad y evitar la sentencia que tenían de 46 años de prisión. Condenados por los delitos de rebelión, homicidio, daños y asociación delictuosa, en 2008 ganaron un amparo que elaboró el ex comandante Antonio, que con las severas restricciones en el reclusorio de máxima seguridad del Altiplano, en Almoloya estado de México, estudió las leyes e invocó el artículo 137 del Código Penal Federal según el cual los rebeldes no son penalmente responsables de las muertes ni heridos ni daños que ocurren en un combate. Quedaron con el delito de rebelión, y se eliminó de la condena el de homicidio, y estaba ya compurgada su pena.

Fueron liberados el 28 de octubre pasado, y a los pocos días vinieron a Guerrero, donde participaron en reuniones y en conferencias de prensa en Chilpancingo e Iguala y Atoyac en el aniversario de la muerte de Lucio Cabañas. Aquí reiteraron su decisión de seguir luchando en el movimiento popular.

Ellos ya no estarán en la lucha armada, pero consideran que ésta sigue vigente y que es necesaria para buscar un cambio y crear el poder del pueblo, y en primer lugar para la autodefensa del pueblo.

La entrevista a los dos ex guerrilleros juntos, de la que ahora publicamos la primera parte, se hizo en la redacción de El Sur, en Chilpancingo, el 26 de noviembre, después de que habían estado en el panteón, donde llevaron una ofrenda al comandante Ramiro del ERPI, asesinado el 4 de noviembre.

–Desde el gobierno, particularmente el Ejército, se ha dejado ver la preocupación por un estallido social en 2010, como en 1810 y 1910 ¿creen ustedes que pueda darse?

GAA: Es evidente que sí está algo en el sentir de la gente, y creo que también está en el sentir de la gente que no tiene que ser en el 2010 exactamente, sino que estamos llegando al agotamiento de la paciencia de soportar la situación del pueblo, y ante la posibilidad de un estallido, puede ser en 2010 o 2011, que sí lo vemos, creemos que el Estado también lo ve, y se está preparando desde hace algunos años. Lo que nosotros vemos es que la militarización de Guerrero y de Chiapas no es casual. Hace décadas se reprimía y se militarizaba y se metía el temor a la población contra los comunistas. Ahora lo que se esgrime para dominar por medio del temor es la violencia y el narcotráfico, peo todo esto forma parte de los preparativos precisamente para reprimir ese estallido. Tratan de implementar herramientas para reprimirlo como los nuevos delitos que criminalizan la protesta social, la supuesta guerra contra el narcotráfico que en realidad se ha vuelto la militarización de las zonas donde hay luchas sociales y una violencia que luego se ve que de lo que trata es de aterrorizar y escarmentar a los movimientos, quererlos paralizar por medio del terror, que no vemos que ese sea el resultado, el resultado es un mayor coraje, un mayor enojo y una mayor rebeldía.

JSN: Creo que no hay nada cabalístico en las fechas, pero cuando la gente cree algo, lo puede hacer, y la gente cree, la gente tiene ánimo de cambiar las cosas, y si se atraviesa el 2010 o cualquier otro año que la gente pueda creer que es posible que ocurra un cambio éste se puede dar.

–Al acercarse el 2010 se ven signos de mayor represión a los movimientos sociales, como los asesinatos de los dirigentes mixtecos Raúl Lucas Lucía y Manuel Ponce Rosas, del presidente del Congreso Armando Chavarría, o del dirigente del ERPI Omar Guerrero, que son crímenes claramente políticos. Se ven signos de mayor represión, y no se ve una propuesta del movimiento popular.

JSN: Creo que están previendo o creyendo en su paranoia que sí va haber algo en el 2010 y lo que están haciendo es una represión preventiva, ellos, en el gobierno, sí están preparándose para 2010. Creo que el pueblo debería prepararse si no para una rebelión sí para resistir esa ofensiva que está haciendo el Estado, porque haya o no algún estallido social en 2010, lo que sí hay es esa represión, entonces tiene que haber el esfuerzo por detenerlo cuando menos. Detener esa ofensiva es lo principal, porque es un retroceso enorme, y coincide como siempre con el aumento de la militarización, y que ahora se da de manera más descarada, porque no es una militarización solamente por medio del Ejército federal, sino por medio también de paramilitares, es un aspecto nuevo de la contrainsurgencia en donde los narcotraficantes directamente están en colaboración con el Ejército mexicano y actúan juntos para combatir tanto al movimiento popular como a los grupos armados, y el de Ramiro es un caso evidente, como también fue el caso de los dirigentes mixtecos.

–Cuál es el destino de las organizaciones armadas si la mayor parte del tiempo no hacen nada que se conozca, la mayor parte del tiempo está inactivo.

JSN: Creo que hay una enseñanza muy importante del EZLN, cómo creció en el silencio durante muchos años, y la inteligencia militar no supo dónde ni hasta qué grado estaba. Lo entendimos como ERPI. No era necesario estar actuando a cada rato, ni demostrar presencia, ni conmemorar fechas, se puede tener un crecimiento que no se muestre, que no se vea, y que en el momento oportuno se manifieste. No hace falta mostrar las armas para usarlas en un momento oportuno.

–¿Creen que es necesaria la lucha armada, tiene sentido?

JSN: En primer lugar el sentido de protección de la población, y en ese sentido creo que vale la pena, como defensa de la población. Ahora, como arma para el cambio, yo creo que sí es necesaria la existencia de los grupos armados. Ahora, qué es lo que logren, si puedan lograr un triunfo, eso no lo puede decir nadie creo, porque depende más que de pruebas que se puedan aportar, depende en mucho de la esperanza, y mientras haya esperanza en la gente, de cambiar hacia un mundo mejor, creo que vale la pena luchar, aunque no se consiguiera totalmente, si en esa lucha se va avanzar hacia algo mejor, tal vez no a la utopía que antes se soñaba, pero sí se logrará que algo mejore, o cuando menos que no sea como puede ser ahora, porque a como están las cosas, el futuro puede ser terrible.

“Por ejemplo me comentan que en el norte hay pueblos en donde la mayor parte de los jóvenes son sicarios, si eso se extiende al resto del país va a ser terrible, hablamos ahora de que hay muchas personas viviendo del narcotráfico, de la ilegalidad, pero sería terrible ver a Chilpancingo lleno de sicarios, matando gente al por mayor, si eso se lograra impedir, si para eso sirviera la lucha armada, valdría la pena, aunque no se lograra un triunfo de una revolución utópica”.

GAA: Yo creo que hay que ver qué se entiende por lucha armada, porque la lucha armada entendida como la entendíamos incluso nosotros, de una organización vanguardista para la toma del poder, creo que no tiene futuro. Ahora, si lo entendemos como una vía, armada, como otras, yo creo que todas pueden darse, o si se dan es porque hay algo que las hace que existan, hay que saber leer eso, y en qué momento pude ser más fuerte una u otra, ya no depende de la voluntad individual, sino de la situación. Ahí está el reto para los movimientos sociales y para las organizaciones armadas, qué tanto podrán estar a la altura de las circunstancias.

–En Guerrero, con el gobierno que llegó con el PRD hay más represión que en los gobiernos priístas, incluso el de Figueroa. ¿Esto pone en cuestionamiento la validez de la participación en un movimiento electoral? porque es innegable que hubo un movimiento electoral que llevó a Zeferino Torreblanca Galindo al gobierno.

GAA: Cuando decimos que hay una clase política desprestigiada es precisamente por esa experiencia que como pueblo, que como movimiento se tiene, no tanto a nivel individual. Desde 1988, luego en los 90, culmina con un triunfo cuando llega Zeferino, y hay una esperanza, y viene la verdad, mayor represión, además un retroceso en derechos conquistados, y al ver la realidad viene un aprendizaje como movimiento. El mensaje ahí está muy claro, no se resuelve por ahí la situación. Quien quiera que quede, si es parte de un sistema, no importa el partido, va imponer ese sistema, va responder a esos intereses que es el papel de Zeferino, si fuera otro que se llamara Pedro sería Pedro, no importa quién sea, entonces eso es lo que pasó aquí.

JSN: Yo creo que la vía electoral es un camino lleno de desengaños, que muchos esperábamos, pero que desemboca en un desengaño total, igual lo vimos en el caso de Fox, que canaliza la energía de mucha gente y llega al poder para ser uno más de los que han gobernado el país, y eso se ha reproducido en diversos estados, vienen a reproducir lo mismo, unos más y otros menos, unos son un retroceso que era inimaginable, qué pensará esa gente que hace años le dio su apoyo.

“La gente se da cuenta de que no era el camino adecuado. Ahora, eso muestra lo que puede ocurrir por esa vía y de ahí viene la desconfianza de gran parte del movimiento social a esa forma de lucha, hasta ahorita lo que ha habido son desengaños. Ahora que en el futuro pudiera haber algo diferente quién sabe, no lo podemos adivinar. Hasta ahora ha habido puros desengaños”.

GAA: El concepto de democracia en este sistema se reduce a las elecciones, la democracia consiste en que haya partidos y entre ellos se elija quién va a gobernar, y el papel de la demás gente es escoger a uno entre esa clase política. Ese concepto de democracia es un distractor para que la sociedad no vea que ella puede construir otra cosa, otro tipo de poder, lo que nosotros llamamos poder popular o poder desde abajo, que no consiste en elegir a alguien de una clase política que ya es corrupta. Entonces ese concepto que conocemos de democracia es la parte política que sostiene al capitalismo, si queremos otra cosa diferente y si nos consideramos izquierda anticapitalista, ese concepto de democracia tiene que cambiar. Tiene que ser otra cosa en lo que pueda participar la sociedad, que no esté excluida, porque ahora se llama democracia pero se excluye a la mayoría de las decisiones.

JSN: Se requiere una ruptura, se requiere un cambio profundo de estructuras para construir eso que tiene que ser algo mejor que lo que hay. Sin ruptura no se va a lograr nada.

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Los narco paramilitares, nuevo peligro para el movimiento popular, advierten ex dirigentes del ERPI

Segunda parte

El movimiento popular vive una etapa aún más peligrosa, porque el Estado utiliza sicarios del narcotráfico para cometer crímenes políticos, como la desaparición y asesinato de los dirigentes mixtecos Raúl Lucas Lucía y Manuel Ponce Rosas, y del comandante Ramiro, advierten los ex dirigentes del ERPI, Gloria Arenas Agís y Jacobo Silva Nogales.

En una entrevista, el 26 de noviembre, cuando de que ofrecieron su primera conferencia de prensa en Chilpancingo después de que estuvieron presos durante 10 años, hablan del poder del narcotráfico, aliado del Estado, que es utilizado para reprimir al pueblo, y consideran que si la lucha armada sirve al menos para oponerse a esa fuerza, sólo por eso vale la pena.

En sus últimos comunicados, el ERPI había advertido sobre la utilización de sicarios de los cárteles de la droga en la represión política, y culpó a esas fuerzas del asesinato de Lucas Lucía y Ponce Rosas. Por su parte, en la primera entrevista que dio a medios locales y nacionales, Omar Guerrero Solís, el comandante Ramiro del ERPI, declaró el 12 de mayo de 2009, que la guerrilla estaba combatiendo a los sicarios del narcotráfico y a grupos paramilitares que actúan juntos en la sierra de Guerrero para reprimir a las comunidades que defienden sus derechos y sus tierras.

Gloria Arenas Agís (GAA) y Jacobo Silva Nogales (JSN) hablan de ese fenómeno nuevo, al que el ERPI en sus comunicados llama narcoparamilitares.

JSN: Hay casos de grupos paramilitares que capturan a algún dirigente social y lo entregan al Ejército como también hay casos inversos, donde el Ejército captura para entregarlos a grupos paramilitares. Entonces es una cuestión bastante nueva y preocupante en grado sumo, porque los grupos paramilitares no tienen freno, no tienen ningún escrúpulo ni les importa las consecuencias políticas que puedan tener sus actos, ellos son asesinos profesionales y no tienen la menor posibilidad de ser detenidos mediante otras formas como las denuncias legales. Entonces requiere de una coordinación todavía a nivel superior, que sí incluya esa denuncia pero también incluya mecanismos que permitan defenderse directamente para esquivarlos.

–Omar Guerrero, el comandante Ramiro del ERPI, en una entrevista habló de combatir a los grupos narcoparamilitares, se entendía que aniquilarlos o deshacerlos, porque si no ellos acaban con los movimientos sociales, matan a la gente que no está controlada por ellos.

GAA: También el Consejo Nacional Indígena se pronunció por el derecho a la autodefensa de los pueblos indios, cuando un pueblo indio o una organización india dice eso está diciendo mucho. El derecho a la autodefensa nos remonta al inicio de la Revolución Mexicana, Zapata también habló de la autodefensa de los pueblos, ya no solamente estamos hablando de organizaciones armadas, sino de algo a lo que está llevando la situación al movimiento popular, porque el Estado en su intento de detenerlo es tan cruel que no le importe ya los crímenes que cometa, tal vez no lo podemos evitar totalmente pero la peor derrota para nosotros como movimiento es que logre paralizarnos o atemorizarnos, sembrar el terror. Es un intento de dar no sólo el golpe de aniquilamiento a los luchadores sociales, sino dar un golpe psicológico. En Atenco hubo un golpe psicológico a un movimiento, y creo que eso intenta el Estado y busca paralizar al movimiento popular. El reto del movimiento es no paralizarnos, vemos que no lo ha logrado, el movimiento sigue fuerte a pesar de la represión. Como movimiento tenemos que ver cómo enfrentarla de nuevas formas, Oaxaca dio un ejemplo con las radiodifusoras, en cuanto a tener el movimiento voz y hacerla llegar masivamente. Y esa fue una forma no nada más de difundir el movimiento sino de enfrentar la represión, y a la mejor uno puede decir cómo si hubo tantos muertos y desaparecidos, pero hubiera sido peor, porque estamos hablando de meses en que los escuadrones de la muerte iban a matar, a pesar de los muertos y desaparecidos en Oaxaca creo que enfrentaron de manera acertada la represión.

–Volviendo a los narcotraficantes. El uso de sicarios del narcotráfico para la represión política crea confusión, dificulta la comprensión y la denuncia.

JSN: Lo han visto directamente las organizaciones sociales y las comunidades indígenas que tienen que defenderse de esa situación, que han sufrido las consecuencias, incluso puede pensarse que el asesinato de los dos dirigentes indígenas mixtecos Raúl Lucas Lucía y Manuel Ponce Rosas, es parte de eso, no es algo inicial, es consecuencia de, no es una agresión que vino de la nada, es respuesta a que la gente ya se estaba oponiendo a esa situación.

“Creo que ya hay ese enfrentamiento, esa guerra que se está realizando contra el pueblo y en particular contra las comunidades rurales donde hay esa presencia del narcotráfico. Esa situación hace necesario pensar en formas nuevas y también pensar en que hay mayores riesgos, mucho mayores que antes. Nosotros mismos estamos expuestos, porque estamos denunciando ya esto, estamos llamando a la gente a que se defienda. Sabemos que esto existe y que puede en un momento determinado culminar en alguna agresión contra nosotros. Pero el hecho es que algo se tiene que hacer y yo creo que vale la pena correr el riesgo porque la ganancia es mucha, porque si lo que se gana es que las comunidades tengan capacidad defensiva, y las comunidades puedan eludir esos ataques, que las comunidades puedan sobrevivir como tales sin tener ya ese asedio, creo que vale la pena ese riesgo. Me imagino que así lo asumieron los dirigentes que fueron asesinados y otros que han sido torturados por los paramilitares, o detenidos por una fuerza militar y entregados a los paramilitares o al revés.

“Nos coloca en la necesidad de pensar en formas nuevas de denuncia, que tienen que ver con la reacción rápida, que tienen que ver con que ante alguna situación represiva tiene que darse algo rápido para que no se haga mayor. Creo que las organizaciones han encontrado una forma que consiste en que cuando hay amenaza de represión o represión en una zona tienen que ir observadores para que sean testigos de lo que ocurra e inhibir al Estado para que siga apoyando o haciendo ese tipo de acciones. Eso se debe dar y la otra es la difusión para que venga la solidaridad y el apoyo, y que se conozca lo que está pasando. Porque sabido es que detrás de los paramilitares está el Ejército. Eso es evidente, no es posible creer que un grupo de civiles se mueva tranquilamente donde hay enorme presencia militar, que pasa cuando hay retenes, y que después de una represión o de asesinatos se retira tranquilamente, es que hay la protección y la participación conjunta.

GAA: El narcotráfico, participa del poder del Estado y del poder económico y es muy fuerte su poder. Y efectivamente el hecho de que sean los sicarios los que asesinan haciendo el trabajo del Estado hace que no sea claro que este asesinato sea político, aunque es político y es innegable que es político. Porque si alguien en una comunidad campesina se opone al poder cacique y lo matan es un asesinato político. Si un campesino se opone al poder de los narcos, a la amenaza al chantaje, a entrar a la fuerza a su mafia, está ofreciendo una resistencia política contra el poder, y es un poder que también es del Estado porque lo está compartiendo. Entonces son asesinatos políticos claramente, y muchos de los asesinados que a lo mejor no pertenecían a un partido o una organización social, pero que se negaron a ser cómplices, sus muertes o desapariciones son políticas porque se oponen a ese poder.

“Porque sí hay esa duda. Y lo vemos con Ramiro, la zona donde él estuvo es una zona de gran influencia del narcotráfico, y realmente recibió ofrecimientos, amenazas y él se opuso a los narcotraficantes”.

JSN: –Creo que el hecho de que el Estado y el narcotráfico sean copartícipes de la represión en las poblaciones y a los dirigentes sociales, es manifestación de que el narcotráfico también es copartícipe del poder del Estado y a su vez el Estado es copartícipe del negocio el narcotráfico. Ya no es una cuestión de que algún individuo del Estado por corrupción se pasa a las filas de la delincuencia, es ya el Estado en su conjunto el que está metido en negocios ilícitos y lo que varía nada más es el grupo con el que está. El negocio es el mismo, es el negocio del siglo, no hay otro.

“Se da esa coparticipación y creo que hay que denunciarlo para frenarlo, y es la única forma de hacer mover a las fuerzas de la sociedad para que acaben con ese estado de cosas, porque si no a dónde se va a llegar. Ya como está es preocupante pero puede ser peor porque todavía pude haber dentro del Estado gente que se manifieste inconforme con esa situación, pero puede llegar un momento en que ya no ocurra así. Ahora hablamos de unidades completas del Ejército que participan con el narcotráfico pero puede haber unidades sanas, militares que no quieran participar, pero creo que cada vez es más grande la participación. Ya no son dos fuerzas –el Estado y el narcotráfico– sino que se va convirtiendo en una sola.

–¿Y todo ese gasto que hace el Estado para combatir el narcotráfico?, se ha creado ahora un centro de inteligencia.

JSN: No es contra el narcotráfico, es contra la población y que si hay lucha de una cierta cúpula dentro del Ejército es contra una parte del narcotráfico porque está con la otra parte. Hay temporadas que se persigue a algún cártel y llega un momento en que es al otro. Digamos que hay una especie de cártel de Estado.

GAA: Gran parte de la economía del país tiene que ver con el narcotráfico. El Estado ya no resuelve las necesidades de la población. Los jóvenes no tienen empleo, no los admiten en las escuelas, no es que quieran ser sicarios, el único camino al que muchos de ellos son lanzados es a volverse sicarios, o informantes o vendedores, entrar en toda esa red. Esta guerra contra el narcotráfico es una apariencia nada más.

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Historias de los dos dirigentes más conocidos del ERPI: el comandante Ramiro y Antonio

Tercera parte y última

Ya fuera de la clandestinidad, Jacobo Silva Nogales, el ex comandante Antonio del ERPI revela que él ingresó al Partido de los Pobres después de la muerte de su dirigente, Lucio Cabañas Barrientos, y fue enviado a Guerrero a reconstruir el movimiento guerrillero en el estado.

Jacobo Silva Nogales y Gloria Arenas Agís, la ex coronela Aurora del ERPI, en entrevista hablan también del trabajo de Omar Guerrero Solís, el comandante Ramiro, que se enfrentó al poder del narcotráfico y los grupos paramilitares aliados con el Ejército, y fue asesinado por un sicario, el 4 de noviembre pasado, en una comunidad de la sierra de Ajuchitlán, sólo una semana después de que los dirigentes de la misma organización guerrillera salieran de las cárceles donde estuvieron más de 10 años.

El ERPI, que se fundó en 1998, a partir de una escisión del EPR, es de acuerdo con la información publicada en los medios, la organización armada con más presencia en Guerrero, entre otros grupos que existen en la entidad, como el mismo EPR, la Tendencia Democrática Revolucionaria, el Comando Justiciero 28 de Junio y varios más.

El comandante Antonio y el comandante Ramiro están entre los dirigentes del ERPI que han tenido más presencia en medios públicos. Primero, se conoció el nombre de Antonio como parte de la dirección estatal del EPR porque firmaba la mayoría de los comunicados de prensa –así como el comandante Hermenegildo, del que ya no se sabe nada, porque el grupo guerrillero decidió dejar de hacer públicos los nombres de sus integrantes para evitar la persecución enfocada hacia ellos–. Antonio también dio entrevistas y conferencias de prensa a varios medios locales, nacionales e internacionales, y encabezó acciones de propaganda armada, entre las más conocidas la toma de Tecoanapa, el 5 de febrero de 1997.

Omar Guerrero Solís, Ramiro, tuvo presencia en los medios cuando fue detenido en Ciudad Altamirano y brutalmente torturado, el 9 de marzo de 2001, acusado de secuestros y de pertenecer al ERPI. Como antes había escapado de la cárcel de Coyuca de Catalán, en la Tierra Caliente, fue trasladado al reclusorio de Acapulco, donde rápidamente se convirtió en presidente del Comité de Presos Políticos y de Conciencia, y desde ahí organizó a los presos para impedir el predominio de un narcotraficante, y encabezó las denuncias de presos de la sierra sobre la participación del ex presidente municipal de Petatlán y conocido narcotraficante Rogaciano Alba Álvarez, aliado con el Ejército, en el asesinato de la abogada Digna Ochoa.

Omar Guerrero estaba en el área de máxima seguridad del reclusorio de Acapulco, donde encierran a los reos peligrosos, y de ahí se escapó, con 13 presos más, a finales de 2002. Desde entonces estaba en las listas de los más buscados por la Procuraduría General de la República. Sus acciones fueron conocidas en 2007, porque el 10 de junio una columna guerrillera atacó a un grupo paramilitar en Las Mesas del Guayabo, en la sierra de Coyuca de Catalán, y en mayo de 2009 cuando al frente de su columna guerrillera y de milicianos y milicianas de la sierra ofreció conferencias de prensa en las que denunció la represión a las comunidades de la sierra en la que participaban conjuntamente el Ejército, grupos del narcotráfico y paramilitares.

–Una pregunta sobre el caso de Ramiro. Él dio entrevistas, salió en un noticiero de Televisa, y se hizo público su movimiento y su columna, quizás los aparatos de represión del gobierno descubrieron con exactitud el lugar donde se encontraban los guerrilleros. Ramiro mostró el trabajo que estaba haciendo, pero finalmente se vio vulnerable, o probablemente se volvió vulnerable cuando se hizo pública su actividad.

JSN: De por sí el actuar militarmente implica riesgos, ahora el decirlo y mostrar algún área específica donde uno se encuentra eso hace que el riesgo aumente, eso nos ocurrió también a nosotros cuando dábamos entrevistas y luego teníamos que proteger el área y nosotros mismos, eso lo vivimos, por eso muchas veces rehusamos conceder entrevistas, o las hacíamos en condiciones que no se pudiera ubicar exactamente por dónde nos encontrábamos.

GAA: Si pude verse esa parte como un descuido, un error, pero creo que no es tan sencillo, porque yo vi la entrevista cuando todavía estaba en la cárcel de Ecatepec, y me dio la impresión de que la persecución y la muerte sobre esa zona y la ubicación ya existía, y recuerdo que en una entrevista él dijo que había 60 asesinatos políticos en esa zona, entre compañeros de ellos y gente del pueblo. Entonces creo que no es que la entrevista haya acarreado la represión, pudiera ser que él valoró que ya estaba la represión y que habría que hablar, y la otra era morir en silencio, soportar la militarización, el ataque de los grupos paramilitares, y que se creyera que todos esos asesinatos eran por el narcotráfico, y no asesinatos políticos, que se creyera que todos esos campesinos murieron por pugnas del narcotráfico.

“Entonces creo que ese fue como un grito de auxilio, de decir aquí estamos, miren, nos están matando, estamos siendo asesinados, no somos narcotraficantes. En esas entrevistas Ramiro dio nombres, es algo que no se había hecho antes. Creo que no debió confiar tanto, pero tal vez lo sentía necesario”.

–Dijiste en la conferencia de prensa que conociste a Omar Guerrero cuando tenía 14 años, ¿tú lo reclutaste, o lo formaste?, ¿qué relación tenían?

–La relación era de un joven que se incorpora a un grupo armado en busca de una alternativa, y al grupo armado le corresponde dar una formación política, ideológica y militar, y a mí me tocó dársela inicialmente, entonces lo conocí en esa etapa crucial, cuando se da la decisión de participar primero en cosas sencillas, por ejemplo primero llevarnos la comida, guiarnos, y en el transcurso de esas tareas se viene dando la formación política que corrió no nada más a mi cargo, sino de otros compañeros más, como integrantes de una columna o como instructores.

GAA: Él cuando se incorpora lo hizo por convicción propia, él venía de toda una experiencia familiar que él vivió de explotación pero también de injusticias, de represión, y él entendía que eso tenía que cambiar, que él no quería este mundo.

–¿Creen que en Guerrero hay condiciones para la lucha armada?

JSN: Pues al seguir habiendo dirigentes sociales asesinados, creo que hay gente que se indigna ante eso, dentro del mismo pueblo, dentro de su comunidad hay gente que no queda conforme, y que eso a veces sirve como detonante de un cambio de mentalidad, y que también se incorporan a ese intento de cambiar. Nosotros creemos que no es inútil ese tipo de muertes, porque mueven a otros a que también intenten hacer algo.

“Nosotros mismos somos producto de eso, por decir algo era yo jovencillo cuando ocurre la muerte de Lucio, y cuando ocurrió, no es cosa de buscar guerrilleros, da indignación y ganas de buscar hacer algo, en forma ingenua a veces. Omar mismo es una persona cuya familia supo de la represión de años atrás, así que por algo no fue difícil que se incorporara a la guerrilla”.

–¿Cómo te incorporaste a la guerrilla?

–Cuando se da la muerte de Lucio, el 2 de diciembre de 1974, el Pdlp sufre un golpe mortal, en el sentido de que las dos columnas que había en ese tiempo quedan desechas, sin capacidad de poder continuar la lucha. Hay cuatro grupos que quedan cada uno por su lado, creyendo que son los únicos sobrevivientes, unos se van para Acapulco, otros para México, otros a Morelos y otros se quedan en otros lugares de Guerrero. Están replegados pensando que son los únicos y ya poquito a poquito se van reintegrando. En ese proceso de reintegración es cuando yo me incorporo. Yo no conocí a Lucio, yo no me incorporé a la guerrilla cuando Lucio estaba, yo me incorporo en ese proceso de reorganización, cuando en el DF estaba la gente tratando de reestructurar la guerrilla, ingreso al Pdlp, con la idea de incorporarme a una columna guerrillera, a la columna que se supone había en Guerrero. Y ese era el mito, incluso sostenido por los propios compañeros, que a veces le decían a la columna los compas de la sierra. Ya cuando me incorporo de lleno, que me toca que me asignen un lugar, después de hacer tareas pequeñas por ahí a nivel urbano y suburbano, me dicen que si quiero venirme a Guerrero, desde luego, es lo que estaba esperando desde hace años, desde 75, 76, 74 cuando muere Lucio estaba yo con la ilusión de incorporarme a una columna guerrillera. Resulta que en lugar de una columna guerrillera lo que había eran nada más dos contactos, dos personas a las cuales se me dice, vas a ver a fulano y a sutano para que con ellos se reorganice todo. Tú vas a formar esa columna. Para mí era una tarea enorme, se me hizo prácticamente imposible, pero esa era la tarea: a partir de dos personas que colaboraron con Lucio Cabañas, reconstruir columnas guerrilleras, estructura urbana, y tratar de hacer más de lo que pudo hacer Lucio, ya no una columna en un municipio o en dos sino columnas en todos los municipios, con casas de seguridad en las ciudades, con guerrilla urbana. Esa era la tarea y había que hacerla sólo con dos contactos, uno de ellos ya murió.

“Y fue el hombre que me pasó los primeros contactos en la sierra de Atoyac, gente de su generación, gente ya grande, gente que era ya madura cuando Lucio andaba en la sierra. Era un señor al que se le conocía con el seudónimo de Ciro Andrade. El fue prácticamente el principal hombre que permitió que Lucio desarrollara su lucha armada en la sierra, y con él se reinició otra vez, él fue fundamental en el tiempo de Lucio, y fue fundamental también cuando se trata de reactivar todo otra vez, de reestructurar la lucha armada. A mí me tocó estar trabajando con él.

GAA: Y esa es la prueba de que no es una persona la que va ir a una zona a construir guerrilla, es la gente que está ahí, y alguien llega y se une. Y eso también le pasó a Ramiro, con un solo contacto, y él tenía 18 años de edad, cuando él se fue a la Tierra Caliente.

(Según versiones, era originario de El Escorpión, en la sierra de Atoyac, y cuando lo matan el 4 de noviembre de 2009 tenía 33 años).

JSN: Se reprodujo con él lo mismo que me pasó a mí. Con un contacto que yo le pasé, yo lo llevé con esa persona, y le dije y tu tarea es ésta, le pregunté ¿puedes?, me dijo puedo. No sabía con seguridad si iba a poder pero tenía confianza en sí mismo. Y era una zona en la que el contacto que se le pasó era una persona mayor que él, con capacidades intelectuales, de manera que era muy grande la diferencia, y pese a eso hizo el trabajo con él, y construyó una zona guerrillera, en la que pudo moverse, como nosotros en nuestro tiempo nos movíamos en Atoyac, en Coyuca, en Tecpan, en otros lugares.

“Ramiro era muy receptivo, no hacía lo que él consideraba lo más adecuado, sino lo que la gente decía, porque nosotros aplicamos lo que el EZLN aplicó, que es mandar obedeciendo, que nosotros no tuvimos la capacidad de sintetizarlo así con esas dos palabras geniales, pero en la práctica lo hacíamos, se acostumbraba esa forma. Eso, obviamente provoca riesgos enormes, porque es escuchar a la gente, es consultarla, a veces implica reunir a la gente en condiciones desfavorables, algo así como lo que pasó en El Charco.

“Ramiro aprendió que son las comunidades las que deben decidir. Nosotros lo hacíamos ya, y él lo aprendió de nosotros, y de las experiencias de otras columnas, porque hay columnas que se desarrollaron en un medio indígena, columnas de un medio no indígena, por ejemplo las columnas de La Montaña. Las de la Tierra Caliente con otras características, las del área baja de la Costa Chica, las de la sierra. Entonces cada una, pero sobre todo las del área indígena contribuyeron a esa concepción nuestra de que hay que consultar siempre a la población y hacer siempre lo que la población considera que es conveniente, ya no decirle a la gente vamos a hacer esto, sino preguntarle, qué es lo que vamos a hacer y hacerlo. Entonces eso implica mucho riesgo pero implica una gran satisfacción y que aunque se pueda cometer un error la gente lo asume y lo asimila porque es su decisión. Eso se reprodujo donde estaba Ramiro, y allá fue más difícil porque es una zona no indígena, allá fue más difícil lograr que la comunidad decida y que ejerza su autonomía”.

GAA: El trabajó en un área donde hay narcotráfico, donde justamente él se opuso a que los jóvenes se volvieran sicarios.

El puso en práctica un estilo de trabajo con las comunidades. Creo que no se llegó al grado de lo que hoy conocemos como los municipios autónomos ni mucho menos Los Caracoles, a ese nivel no, pero sí a nivel de comunidad completa organizada.

“Por ejemplo, la cuestión del alcoholismo no fue tan fácil. Fueron las comunidades campesinas las que empezaron a pensar que no debería comercializarse el alcohol ahí porque eso estaba causando mucha violencia en las familias y muertes entre ellos. Se va tomando la decisión por las comunidades y logran no imponerlo con violencia, y algo increíble es que incluso a una mujer viuda que vivía de eso, lo que se hace para que ella ya no vendiera alcohol es que la columna la ayudaba económicamente incluso para que pusiera otro negocio, pero tenía que respetar el no vender alcohol, y lo hizo por acuerdo comunitario”.

Fuente.

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lunes, 11 de enero de 2010

Y se hizo la Luz

El documental Que se haga la luz (también llamado Y se hizo la luz) busca, efectivamente, ofrecer luz en medio de lo que sus realizadores consideran la oscuridad informativa en lo que se refiere al conflicto generado por la extinción de Luz y Fuerza del Centro (LFC).

En el documental explican que la fibra óptica es "una tecnología que el gobierno de Felipe Calderón pretende comercializar, mediante de la red eléctrica, para ofrecer los servicios de televisión por cable, teléfono e Internet, a todos los usuarios de LFC, por medio de su red de mil 100 kilómetros de extensión. ¿Sabía usted que el Sindicato Mexicano de Electricistas propuso que estos servicios fueran ofrecidas por una empresa pública, y así mejorar las finanzas de Luz y Fuerza?"

La cinta, realizada por Carlos Mendoza y producida por Nancy Ventura, incluye entrevistas con los escritores Carlos Montemayor y Paco Ignacio Taibo II. "Un país no avanza, no crece, no mejora, no se desarrolla, reprimiendo trabajadores, destruyendo sindicatos democráticos, abriendo las puertas al gran capital extranjero, a los negocios turbios, a la podredumbre. Los electricistas han demostrado que no todo está a la venta en México. Que sólo están a la venta los que se dejan vender. Que no todo se puede comprar con dinero. Han dado una demostración de verdad formidable, de sobriedad, de orgullo, de conciencia. Han sido un ejemplo para el resto de los mexicanos", dice Taibo”.






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