martes, 26 de octubre de 2010

El incendio francés

Anne Marie Mergier
En las masivas protestas en Francia subyace un resentimiento colectivo contra Nicolas Sarkozy y la oligarquía financiera. A diferencia de las movilizaciones de 1995 y 2006, ahora los franceses saben que el rescate de las instituciones bancarias fue una trampa que derivó en desempleo, salarios insuficientes y trabajos precarios. Les indigna que el sector financiero se rehúse a hacer sacrificios y que sea beneficiario de las medidas económicas adoptadas por las autoridades.

PARÍS, 25 de octubre (Proceso).- La situación es explosiva. Por sexta vez en poco más de un mes, 3 millones y medio de franceses (1 millón, según el gobierno) se manifestaron en todo el país contra el proyecto de ley del presidente Nicolas Sarkozy que prevé retrasar la edad legal de jubilación de 60 a 62 años para los trabajadores de los sectores público y privado, y de 65 a 67 años para quienes no cotizaron el tiempo necesario para cobrar pensión completa.

Las llamadas grèves reconductibles (huelgas cuya duración varía dependiendo de las regiones y los sectores laborales) afectan primarias y secundarias, universidades, hospitales, el transporte público y a las grandes empresas, como las del sector eléctrico.

Un movimiento más radical encabezado por sindicalistas de la Confederación General del Trabajo, cercana al Partido Comunista, paraliza 8 de las 12 refinerías del país y amenaza con la escasez de gasolina.

Por si fuera poco, hace dos semanas la juventud empezó a participar en las protestas. El estudiantado no lo hace masivamente; hasta ahora los más activos son los alumnos de secundaria. En cuanto a los jóvenes trabajadores, si bien igualmente se oponen al proyecto de ley, tampoco toman parte en las manifestaciones, pues corren el riesgo de perder sus empleos, a menudo precarios; y los muchachos desempleados y desesperados de los suburbios aprovechan las movilizaciones para expresar su rabia con saqueos y enfrentamientos con la policía.

Según sondeos, entre 60% y 70% de los franceses apoya a los manifestantes. Sólo deploran los excesos de los jóvenes enardecidos. Muchos temen que el gobierno de Sarkozy aproveche esa violencia para desacreditarlos y asustar a la población.



Vulnerabilidad



La prensa habla de “tradición típicamente francesa de protestas” y de “crisis cíclica”, en alusión a los movimientos sociales de 1995 contra los proyectos de reforma del sistema de jubilación y del seguro social que paralizaron al país; o recordando las luchas de la juventud en 2006 contra el Contrato para un Primer Empleo, defendido por el entonces primer ministro Dominique de Villepin.

Algunos sociólogos, sin embargo, se muestran cautos con ese paralelismo que consideran superficial, reduccionista y peligroso porque no toma en cuenta cambios radicales que transformaron recientemente la percepción que los franceses tienen de la sociedad y del mundo.

El Instituto Wei, especializado en análisis sociológicos en torno de los procesos de elaboración de la opinión pública y los cambios de actitudes sociales en Francia, acaba de realizar estudios sobre estos temas a petición de las grandes empresas. Proceso averiguó que los análisis fueron leídos en círculos cerrados del Palacio del Elíseo y del Partido Socialista.

El sociólogo Alain Mercier Schmitt, director de ese centro de investigación, explica:

“Es obvio que lo que actualmente ocurre en Francia no se reduce a un movimiento cíclico de protestas sociales. Ciertamente, bajar a la calle para expresar oposición a medidas gubernamentales consideradas inaceptables y estallar huelgas es parte de la tradición de lucha social y del funcionamiento democrático del país.

“Pero lo que pasa en este momento rebasa esa tradición. Llevo 20 años analizando a la sociedad francesa y lo que he venido observando desde la crisis financiera de 2008 es absolutamente inédito. El impacto de esa crisis sobre la conciencia de los franceses fue considerable y se manifiesta actualmente.

“Con el derrumbe de Lehman Brothers la crisis financiera empezó a cobrar existencia en los medios. (…) La noticia del desplome de un banco de esa importancia fue un acontecimiento capital: los franceses (…) entendieron que el mundo en el que vivían podía derrumbarse de un minuto a otro. Descubrir eso fue un choque cuyas consecuencias no se borrarán durante mucho tiempo. No es fácil aceptar que acabamos de entrar en una era de vulnerabilidad globalizada.

“Voy a arriesgar una metáfora. Estamos en la situación de un cardiópata que toma conciencia de la fragilidad y de la importancia de su corazón. Antes el enfermo ‘sabía’ que su corazón era importante. Ahora ‘siente’ ese conocimiento. Antes de la crisis financiera todo el mundo ‘sabía’ que la economía era importante. Hoy cada uno ‘siente’ que es vital.

“Ese matiz tiene consecuencias capitales. Genera una modificación radical en la percepción que los franceses tienen de la economía. Los lleva a establecer una distinción drástica entre las lógicas especulativas de los mercados financieros y las lógicas productivas de la economía.

“Esa distinción tan clara es nueva. En los últimos meses hemos realizado entrevistas con un amplio abanico de franceses. Todos están dispuestos a hacer sacrificios para salvar la economía, pero de ninguna manera quieren ser los únicos en sacrificarse. La idea de que la oligarquía financiera pueda aprovecharse de sus esfuerzos sin participar en la salvación de la economía los indigna y los lleva a rebelarse. Es por eso que apoyan masivamente el movimiento social que sacude hoy al país.”



Ruptura



En un estudio publicado en marzo pasado, los investigadores del Instituto Wei recuerdan que en 2009 Sarkozy se empeñó en insuflar esperanzas a los franceses con una campaña a favor del “desarrollo duradero”, que presentó como una de las panaceas. Aseguró también que en pocos meses se lograría reequilibrar el mercado de trabajo, restablecer el poder adquisitivo y aumentar los salarios.

El año 2010 está a punto de terminar y ninguna de las perspectivas optimistas de Sarkozy se concretó.

“Por el contrario”, insiste Schmitt, “el desempleo es alto y no deja de aumentar. Peor aún, estamos alcanzando un nivel muy elevado de desempleo estructural.

“Semejante situación genera una correlación de fuerzas desfavorable para los trabajadores, mientras que la competencia entre empresas se endurece. Y quienes pagan por esa competencia son siempre los mismos: los empleados y trabajadores, cuyos salarios no aumentan y cuyo trabajo es cada vez más precario.

“Por si eso fuera poco, se multiplican las quiebras de pequeñas y medianas empresas, mientras que los bancos, que fueron salvados de la bancarrota por el Estado, rehúsan hacer préstamos.”

El director del Instituto Wei insiste: “Los franceses no se hacen ilusiones. Saben que Francia ya no está en una situación de crisis, sino que acaba de entrar en una situación de endurecimiento económico irreversible.

“A consecuencia de esa perpetuación de la crisis, el mundo económico francés se está volviendo cerrado, apremiante, sofocante y cada vez más duro para los individuos. Es un mundo en el que las relaciones entre empresas y empleados son más tensas que nunca, un mundo terriblemente áspero desde el punto de vista institucional, un mundo en ruptura total con el de la oligarquía financiera.

“Los franceses constatan que mientras más se endurece la esfera económica en la que están condenados a vivir, más próspera se ve esa oligarquía financiera: la revelación por parte de la prensa de lo que ganan los directivos de las grandes empresas les da asco, sin hablar de los beneficios de los bancos, que son exponenciales”, subraya.

Según Schmitt, una parte de los franceses llegó a la conclusión de que las esferas financiera y económica no tienen relación entre sí, lo que echa por tierra el dogma del liberalismo económico. Pero la mayoría dedujo que si la esfera financiera prospera, sólo lo hace a expensas de la económica.

En ambos casos los franceses vivieron un choque profundo que el director del Instituto Wei califica de ontológico.

“Los franceses hoy tienen muy claro que la esfera financiera no es ‘apátrida’, como se ha venido diciendo en los últimos años, sino ‘supranacional’. Se ubica por encima de las naciones. Y es preciso tomar la expresión ‘por encima de’ en todos sus sentidos. Es decir: por encima de los Estados, de las leyes, de los espacios nacionales –de los cuales incluso se burla– y de las jerarquías. La esfera financiera impone su poder a los Estados.”



Ojos sobre la banca



A raíz de esa toma de conciencia los franceses analizaron retrospectivamente y de manera radical la salvación de los bancos en 2008.

“Ahora están convencidos de que fue una gigantesca trampa, de que el Estado salvó a los bancos no porque es más poderoso que ellos, como lo pretendió hacer ver Sarkozy, sino porque no tenía otro remedio. El Estado obedeció a los bancos”, recalca Schmitt.

De igual forma, según el sociólogo los franceses entendieron que la drástica austeridad que la Unión Europea impuso a Grecia para salvarla de la bancarrota fue dictada por los mercados financieros. El ejemplo de Grecia fue también un elemento capital para desacreditar a la esfera política y a los gobiernos que parecen limitarse a ejecutar los dictados de los mercados financieros.

Schmitt enfatiza: los franceses consideran que el poder real está en manos de la oligarquía financiera y no en las de los políticos. Lo político está totalmente desacreditado.

–¿Ven a Sarkozy como subordinado a los mercados financieros?

–Por supuesto. La mayoría de los franceses están conscientes de la necesidad de reformar el sistema de jubilación. Pero aspiraban a hacerlo en forma democrática, con debates y concesiones de ambas partes. Sarkozy se rehúsa rotundamente a ese diálogo y se niega a hacer concesiones. Desprecia a la multitud de manifestantes. No toma en cuenta los numerosos gritos de alarma que surgen de todas partes. Semejantes indiferencia e inflexibilidad son insoportables para la opinión pública nacional, que se muestra cada vez más convencida de que la única meta de Sarkozy es complacer a los mercados financieros que exigen firmeza, intransigencia y rigor.

–La situación se va tensando, pero nadie parece saber qué pasará en los próximos días.

–Todo está en suspenso y todo se vuelve cada vez más peligroso. El plan de Sarkozy es que el Parlamento apruebe definitivamente el proyecto de ley sobre jubilación el próximo 25 o 26 de octubre. Después pretende pasar a otras reformas como si nada. La derecha es mayoritaria en ambas cámaras. A pesar de la inconformidad de un número creciente de parlamentarios, se impondrá la disciplina de partido y se votará a favor de la ley. Pero el precio que va a pagar Sarkozy va a ser muy alto.

–¿Qué quiere decir?

–Su autismo está creando un resentimiento colectivo sumamente fuerte. Después de la votación de la ley todas las relaciones sociales del país serán regidas y determinadas por ese resentimiento colectivo.

“¿Qué significa el hecho de que seis veces consecutivas un mínimo de 3 millones de franceses hayan marchado durante horas por las calles de las principales ciudades? Pues una cosa muy sencilla: quieren ser considerados sujetos políticos, ciudadanos responsables que tienen algo qué decir sobre las decisiones que determinan su futuro. No aceptan ser considerados miembros de un rebaño servil puesto a las órdenes de la oligarquía financiera.”

–¿La situación puede desembocar en algo violento?

–Están todos los ingredientes para que, en el corto o en el mediano plazo, brote la violencia. Como le dije, crecen la frustración y el resentimiento. Los manifestantes se sienten humillados. Además los jóvenes estudiantes y trabajadores están angustiados por esa sociedad que no les brinda perspectivas.

“En cuanto a los jóvenes marginados, su situación está peor que nunca. Los problemas que incendiaron los suburbios no fueron solucionados en absoluto. El ambiente en esas zonas urbanas periféricas empeoró en los últimos años. El abandono en el que se encuentran abrió el camino a una economía subterránea mafiosa y a un auge del integrismo religioso.”

Y apunta: “No hay mucho espacio para el optimismo”.

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viernes, 22 de octubre de 2010

La biotecnología que hace Cuba es de exportación

La Habana, 21 de octubre. La industria biotecnológica cubana exhibe hoy logros escala de las naciones más avanzadas en ese campo, con productos que en algunos casos son únicos en el mundo y que aportan ingresos millonarios a la economía de la isla.

En la apertura del Congreso Internacional Biotecnología Habana 2010, el pasado miércoles en el Palacio de Convenciones de la capital cubana, Luis Herrera, presidente del comité organizador de la reunión, resaltó la alta calificación de la ciencia nacional. Esa industria desarrolla en estos momentos unos 34 productos que se comercializan en más de 40 países, con ventas que rondan los 300 millones de dólares.

Según Herrera, también director del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de La Habana, la industria farmacéutica es considerada la segunda entrada en términos de exportación de bienes materiales del país, después de las ventas de níquel.

Uno de los fármacos elaborados en la isla es el Heberprot-P, medicamento que según sus creadores disminuye de manera significativa la amputación en pacientes con pie diabético.

Precisamente a ese producto, único en el mundo para tratar el mal y aplicado en los pasados seis años a unos 17 mil 200 pacientes, está dedicado el cónclave que concluirá este viernes sus sesiones, con la asistencia de más de 300 especialistas de 31 países.

Factor de crecimiento humano recombinante

Heberprot-P es un fármaco basado en el factor de crecimiento humano recombinante, desarrollado por el CIGB, que reduce el tiempo de cicatrización de las lesiones, disminuye el alto riesgo de amputación y mejora la calidad de vida de los pacientes diabéticos con úlceras de pie. Según cifras oficiales, en el mundo viven más de 300 millones de diabéticos, cantidad que se elevará a 438 millones en 2030.

Las úlceras por esa enfermedad constituyen una de las complicaciones de peor evolución médica y de mayores gastos de recursos en los sistemas de salud.

El Heberprot-P está registrado ya en Argentina, Cuba, Ecuador, República Dominicana, Uruguay, Venezuela y Argelia, y se gestionan permisos similares en México, Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia, China, Corea del Sur, India, Indonesia, Sudáfrica y Australia.

Además del Heberprot-P, el Polo Científico del oeste de La Habana, formado por 52 centros de investigación y desarrollo (incluido el CIGB), dispone hoy día de una treintena de fármacos, vacunas y otros productos biotecnológicos, que han generado mil 51 patentes en diferentes regiones del mundo.

Ese grupo trabaja en unos 30 proyectos de vacunas contra enfermedades infecciosas, igual número de productos contra el cáncer, incluidas varias vacunas terapéuticas, y 18 fármacos de uso cardiovascular.

En Cuba se diseña y produce 85 por ciento de los medicamentos que consume la población, muchos en plantas certificadas por organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esas producciones incluyen ocho de las 11 vacunas comprendidas en el programa nacional de inmunización. Una ha hecho posible que desde hace casi 10 años ningún menor de cinco años en Cuba contraiga la hepatitis B.

También está la vacuna pentavalente líquida, denominada Heberpenta, la cual es producida por muy pocas compañías en el mundo. Protege contra la difteria, el tétanos, la tos ferina, la hepatitis B y el bacilo de la influenza tipo B.

Entre las líneas de trabajo más promisorias figuran los proyectos de vacunas terapéuticas contra la hepatitis C, el cáncer de próstata y el virus del papiloma. Se trabaja además en una vacuna contra el dengue, luego de que científicos del CIGB y del Instituto Cubano de Medicina Tropical Pedro Kourí identificaron el receptor del virus de la enfermedad, el primero de su tipo que se describe en el mundo.

Al destacar que entre los centros científicos cubanos no hay competencia, sino colaboración e intercambios, Luis Herrera destacó que los investigadores del país caribeño tienen un lema al respecto: Es preferible integrarnos entre nosotros, y competir afuera.

En opinión de José Miyar Barruecos, ministro de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, los éxitos de la biotecnología cubana responden al carácter genuinamente socialista y a su integración con el sistema de salud, la economía y el desarrollo científico de la isla.

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martes, 19 de octubre de 2010

El mexiñol y los rituales laberínticos

Agustín Basave
Identificar algunas de las “características disfuncionales” de los mexicanos es lo que Agustín Basave, doctor en ciencia política por la Universidad de Oxford, se propuso con la publicación de su libro Mexicanidad y esquizofrenia. Los dos rostros del mexiJano, puesto en circulación en estos días por Océano y prologado por Roger Bartra. Con la autorización del autor y la editorial, presentamos aquí un adelanto de la obra.

I. PROLEGÓMENOS ESQUIZOIDES

¿A qué le tiras cuando sueñas, mexicano?



Los mexicanos somos un compendio de dualidades esquizofrénicas. Se trata de un defecto que en buena medida compartimos con los demás latinoamericanos: un viajero francés del siglo XIX escribió que en ninguna parte del mundo había escuchado hablar de la ley con tanta reverencia como en nuestra América, donde la ley se viola cotidiana y sistemáticamente. En México esta actitud y otras muy similares se expresan nítidamente… Y es que parece haber un vacío mental que nos impide embonar nuestros anhelos con nuestras circunstancias y que deriva en una disonancia cognoscitiva que a menudo nos frustra y nos deprime. Por eso encarnamos la paradoja del soñador escéptico: no es tanto que soñemos mucho cuanto que no sabemos soñar.

(…) Yo diría, en el caso que me ocupa, que lo que nos falla a los mexicanos es el preconsciente, esa suerte de intersección o punto de contacto entre el inconsciente y el consciente del que hablaba Freud. Es decir, no hemos desarrollado el eslabón que ha de unir los sueños con la realidad, el que hace comprensible lo soñado y moldeable lo real. Si se me permite rectificar un lugar común diré que no es que nos falte inventar a nuestro Quijote sino que no hemos ideado al personaje que lo reconcilie con Sancho, y que el primero habita en nuestra ficción y el segundo en nuestra vida real…

(…) Varios ejemplos más muestran nuestra inconexión entre lo declarativo y lo real. Uno de ellos es la disociación entre ética y funcionalidad o, para ser más preciso, la asociación de ética con inoperancia y de corrupción con funcionalidad. Pareciera que se guarda en un recodo del cerebro, bajo una etiqueta de “impráctico” o “inútil”, una escala valorativa ortodoxa, sin distorsiones, y en otro la serie de mañas o transas que dan como resultado más dinero o más poder o simplemente la obtención de lo deseado…

La razón es obvia. En otras partes del mundo la ley sirve para nivelar el terreno, para encarecer el uso de las trampas y al menos evitar que el tramposo tenga ventaja sobre el honrado. El Estado de derecho mexicano, sin embargo, es tan alambicado y tan débil que hace que la ley pueda ser violada fácil e impunemente, lo cual sí torna asaz desventajosa la posición de quien juega limpio. En esas circunstancias, ¿cómo aceptar que la ética, que es el fundamento de la legalidad, sea útil? No sorprende, pues, que en México no sea más que un fardo que resta competitividad y hace la vida difícil a quien decide cargarlo….

¿Para qué soñar con la grandeza nacional cuando es la mezquindad individual la que da frutos? ¿Para qué cumplir la ley si es mucho más rentable violarla? Si respondiéramos a esas preguntas encogiéndonos de hombros las cosas serían más sencillas. El problema es que decimos que no, que no hay que renunciar a los ideales ni a la legalidad y, al mismo tiempo, seguimos actuando como si no existieran. Peor aún, nos jactamos de nuestro inquebrantable compromiso con lo que destrozamos cotidianamente: quemamos incienso al altar de la patria mientras la arruinamos con el pragmatismo más ramplón, y exaltamos la Constitución mientras la violamos sin rubor. Y no se trata de una hipocresía vulgar. Es, por desgracia, algo más complejo que eso. Salvo una minoría de cínicos, los mexicanos nos creemos las declaraciones de amor tanto como los engaños y desengaños. Vivimos en dos mundos y a ambos les rendimos pleitesía.

(…) Apenas es necesario aclarar que no pretendo caer en generalizaciones simplistas. Ya advertí que en este ensayo hablo del modo de entender y hacer las cosas del mexiJano, y que evidentemente hay mexicanos que no hacen del de jure y del de facto compartimentos estancos y tratan de actuar de acuerdo con sus valores. Vamos, desde luego que existe en este país gente patriota y honrada. Lo que ocurre es que si bien varias encuestas muestran que son mayoría los que dicen quererlo y estar orgullosos de su mexicanidad, tengo la impresión de que es una minoría la que tiene en los hechos piedad por la patria. Esto no quiere necesariamente decir que los demás no la amen sino que su amor se queda generalmente en el ámbito de la intimidad y, cíclicamente, de la celebración y la fiesta.



II. AGRAFIA JURÍDICA



(…) La corrupción en México es especialmente grave porque se ha convertido en el aceite que impide el resquebrajamiento del engranaje social. En la praxis es una fuente de simplificación y flexibilización de un orden jurídico rebuscado y rígido…

Tengo la impresión de que la raíz histórica de esa cultura de la corrupción se localiza en la Conquista. Creo que está aparejada a nuestra crisis de identidad y que tiene que ver con la incertidumbre de pertenencia que nos dejó como saldo el choque de civilizaciones y el establecimiento de las castas y que se arraigó con la desigualdad socioétnica que a la fecha persiste…

(…) La corrupción se generaliza cuando es funcional. Desde el momento que es mayor el beneficio que el costo de la deshonestidad, los recursos mal habidos fluyen por los vasos comunicantes de cualquier sociedad. Es, por desgracia, nuestro caso. No hemos creado las condiciones objetivas que hagan inconveniente y contraproducente el acto ilícito, menos aún el inmoral. Y esa funcionalidad abarca, por desgracia, todos los ámbitos: genera simulación, depredación, robos y abusos de toda índole, alentados por un sistema de administración de justicia que frecuentemente demuestra estar diseñado para castigar al infractor torpe o descuidado más que al corrupto…



IX EL MEXIÑOL

Escapismo con más serpientes que escaleras



(…) El español de México está hecho de sutilezas y de evasiones, de redundancias y criptografías. Los diminutivos, los escapes semánticos, las fórmulas churriguerescas de cortesía, todo está diseñado para evitar que se trasluzca lo que pensamos o sentimos y para evadir la confrontación. Nada de extraño hay en ello. Quienes aprenden que la franqueza pone en riesgo su supervivencia tienen dos opciones: la hipocresía o el silencio. Y el mexiJano opta por un silencio hipócrita, o verborreico, que sofoca la voz a fuerza de excederla: o se calla o ensordece a quien lo escucha…

El idioma que heredamos, dicho sea de paso, no nos complicó la tarea. Una lengua que prefiere cambiar el género al artículo de un nombre antes que permitir que su primera vocal sea la misma que la del final del artículo (el águila), que deja que sus usuarios desvirtúen un concepto con tal de conjurar una cacofonía, no dificulta las piruetas del formalismo. Para los mexicanos esto ha resultado muy útil… Decimos lo mismo con tal prolijidad y versatilidad que parece que estamos diciendo muchas cosas distintas e inconexas.

Pero del mismo modo podemos agolpar temas, saltar de uno a otro sin una ilación clara, sin una articulación lógica. Sin duda, el castellano no sólo es un maravilloso instrumento para la creación literaria, sino también para la creatividad del despiste. Particularmente en su versión del mexiñol.

Ahora bien, hay que decir que el lenguaje es la ventana de la racionalidad. A través de él vemos el funcionamiento del raciocinio, de eso que con algunas excepciones distingue al ser humano de los demás animales... Por eso, porque en el mexiñol es difícil atrapar a la pasión con los ojos abiertos, la nuestra es una lengua viperina. Lo es porque está partida en dos y porque envenena con su profusión. Lingüísticamente, el mexiJano es serpiente encantadora de flautistas.

El mexiJano no tiene palabra: tiene palabras. Muchas. Y como son tantas él mismo no sabe en cuál confiar, porque con frecuencia se embrolla y cree que cumplió con alguna de ellas. No es sólo un problema de cantidad sino también de significado. Mañana, por ejemplo, es un adverbio de tiempo ilimitado que va del instante en que se pronuncia al infinito. Con él compensa la fugacidad de sus diminutivos, diseñados para esfumarse antes de herir al receptor y evidenciar al emisor. Prometer no empobrece cuando se tiene por delante la eternidad para entregar lo prometido. Y para los impacientes, para los que no entienden que no se le puede exigir algo hasta que termine de prometerlo, está su típico desdoblamiento de personalidades. Yo no quise decir lo que dije, y se me hace que no me entendiste porque yo no me entendí. Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa.

El mexiñol es un instrumento para extender la forma y abreviar el fondo. Y en ese afán por no meternos en problemas, que suele provenir de la sustancia, los mexicanos sacrificamos la realidad. Nuestro lenguaje nos dificulta ser realistas, o nos facilita vivir en la irrealidad. Frecuentemente decimos cosas que suenan suavemente corteses, o esotéricamente maravillosas, pero que no son reales. No es extraño que así sea. El mexiJano no habla con el propósito de decir lo que siente, lo que piensa o lo que hace; habla para fingir u ocultar sus sentimientos, ideas o hechos. Habla para callar.





X. EL EVANESCENTE MESTIZO

Racismo, indigenismo teórico y criollismo real



Para el mexiJano la palabra “indio” sigue siendo un insulto, sinónimo de hombre incivilizado o tonto. Asocia los vocablos que la rodean a la pobreza, a la mala educación y a la servidumbre; pobre, naco, gato. Y en la sexualidad, sus paradigmas estéticos son mediterráneos o nórdicos, no mestizoamericanos…

Conste que hablo de un mal de muchos. He aquí lo más grave de nuestro racismo: ya no sólo se incuba sólo en la minoría criolla sino incluso dentro de la mismísima mayoría mestiza, lo cual explica nuestro complejo de inferioridad. Que un criollo celebre a un inmigrante por su blancura y no por sus cualidades aduciendo que “hay que mejorar la raza” es una señal de imbecilidad, pero que lo haga un mestizo es un síntoma de degradación social. Y eso sucede con mayor o menor disimulo…

(…) Lo interesante del caso es que aquí también nos hace falta el eslabón intermedio. Al desbancarse al mestizaje quedó vacante el centro: o se es esencialmente indio o se es esencialmente criollo… Tenemos una flamante Comala nacional en la que deambula el fantasma del evanescente mestizo. Y mientras tanto, la mestizada mayoría de nuestro país continúa sufriendo las consecuencias del choque de la Conquista, el embate por ambos costados...

(…) Y es que en la praxis México ha vuelto a la época del patriotismo criollo: que viva el indio muerto y que muera el indio vivo. La reverencia por nuestra cultura milenaria quedó en una recargada vanagloria de museografía. Discursiva, teórica, ritual, pero irreal. Como en tantos otros casos de nuestra personalidad colectiva, el deber ser está en las antípodas del ser.

En este caso al menos, nuestra realidad ha sido la madrastra de nuestra imaginación. No la ha parido ni la ha amamantado: la ha educado a regañadientes y, con frecuencia, ha restringido su acción y coartado su libertad. Por su propio bien —el de la realidad— la ha castigado; la ha abofeteado por veleidosa y la ha encerrado en algún sótano, muy abajo, donde aun saltando ha quedado a ras de tierra. Y ahí, a ras de tierra, yace nuestra imaginería cada vez que vemos que la contradicción entre nuestras herencias prehispánica y española se recrea en las nuevas generaciones. El mestizo, que por momentos solucionó nuestro conflicto interno, que parecía un insólito puente entre nuestras dos esencias, se desvanece poco a poco. Justo cuando creíamos haber logrado la cifra de nuestra identidad, nos volvemos a bifurcar. Retornamos, sin haberla abandonado, a la esquizofrenia.

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jueves, 14 de octubre de 2010

Islamofobia: La discriminación del Siglo XXI

Jesús Aldabi Olvera
MÉXICO, D.F., 14 de octubre (apro).- Durante los últimos 20 años, diversos políticos, articulistas, comentaristas y organizaciones de Europa y Estados Unidos han incrementado sus ataques contra la religión islámica y sus creyentes. Su premisa: el Islam es contrario a todos los valores de la “civilización occidental”.

Los crecientes triunfos de la derecha xenófoba europea confirman el buen resultado de las campañas políticas enfocadas a culpar por los problemas de Europa a los inmigrantes, especialmente los musulmanes del norte de África, así como de Turquía y Pakistán.

Así, han surgido políticos como el holandés Gert Wilders, quien durante una visita a Australia tachó al Islam de “retrógrada”. Con un discurso xenófobo, Wilders hizo que la organización que encabeza, el Partido por la Libertad, triplicara sus escaños durante las elecciones de junio en Holanda.

También en Alemania, Thilo Sarrazin, antiguo consejero del Bundesbank, publicó en su libro Alemania se deshace, su teoría del “gen turco”, que impediría a los originarios de esta nación lograr un desarrollo intelectual igual al de los alemanes y que, debido a la alta inmigración, derrumbaría el cociente intelectual del país teutón.

En Suiza, la prohibición en 2009 de los minaretes --torres construidas al lado de las mezquitas que sirven para llamar a la oración-- fue iniciativa del líder del Partido Popular de Suiza, Oskar Freysinger, quien dijo al diario El País que “la inmigración islámica traerá el fin de la Europa de las luces”.

En España y en Francia intentan ilegalizar el Islam prohibiendo el hiyab o velo islámico. En Suecia, la derecha xenófoba del Partido de los Demócratas entró en el parlamento el 19 de septiembre, gracias a su insistencia en el “problema” de la creciente minoría de refugiados iraquíes que piden asilo. Y en Estados Unidos, el pastor Terry Jones convocó a quemar ejemplares del Corán el pasado 11 de septiembre.

Estas declaraciones e incitaciones han tenido respuesta en el mundo Islámico y algunos sectores de izquierda, que las tildan de islamófobas.

Deepa Kumar, experta en medios, imperialismo e islamofobia en la Universidad de Rutgers de Nueva Yersey, polémica por su artículo Las caricaturas danesas: el racismo no tiene lugar en la izquierda, dice a Apro que “la retórica antimusulmana ha existido en Occidente desde hace 200 años. Su contexto es la colonización del norte de África por Europa”.

Explica que “el lenguaje es muy importante”, pues mediante él se construye el estereotipo de que las personas que viven en estos países son “incivilizados, bárbaros, no entienden la democracia… necesitamos colonizarlos y civilizarlos”.

De acuerdo con la experta de origen indio, la islamofobia estadounidense es más reciente. Específicamente, parte de la guerra contra el terrorismo de George Bush, el 11 de septiembre de 2001 y el plan neoconservador de reorganizar la política global, especialmente en el Medio Oriente, de acuerdo con los valores del proyecto del Nuevo Siglo Americano.

“Vino desde entonces un nuevo lenguaje. Se necesitaba un nuevo enemigo desde el colapso de la Unión Soviética; un nuevo enemigo en la forma del terrorismo musulmán para justificar la guerra estadounidense contra Afganistán, Irak y los recientes bombardeos de Yemen…”, dice Kumar.

Entrevistado por Apro, Massoud Shadjareh, de la Comisión Islámica de Derechos Humanos de Inglaterra, afirma que la Islamofobia es un concepto polémico muy extendido y hay que aclarar algunas cosas sobre él:

“Las fobias son naturales, la gente le tiene miedo a los animales, por ejemplo… es un problema psicológico. Pero el miedo al Islam está fundado en un estereotipo, en un prejuicio; no es una fobia”, aclara.

Prefiere explicarlo de esta forma:

“El odio anti-islámico es básicamente una imagen creada de los musulmanes. Es un estereotipo como base creadora de discriminación y odio, basado en ideas como que los musulmanes oprimen a las mujeres, que están en contra de la democracia (…) Está sumamente extendido entre las personas educadas y las no educadas. El racismo está de moda y es socialmente aceptable convertirse en islamófobo, lo cual es utilizado por la extrema derecha en Holanda, Alemania y Gran Bretaña”.

Para Shadjareh, las causas son profundas y están detrás de las estructuras del racismo, especialmente del racismo europeo antisemítico en los años veinte y treinta. Actualmente, la extrema derecha de Europa usa la islamofobia para justificar el trato infrahumano y los bajos estándares de vida de los países invadidos como Afganistán, Irak o de poblaciones musulmanas ocupadas como Cachemira en India o Chechenia en Rusia.

“Esto les quita su facultad de ser aceptados internacionalmente. Así, el genocidio y la limpieza étnica es menos impactante (…) tienen que denigrar la imagen de la gente”, señala Shadjareh.

Existen, además, otras teorías acerca de los propósitos de la islamofobia. El experto Matti Bunzl, de la Universidad de Illinois, publicó en la revista American Ethnologist, en 2005, un artículo llamado Entre el antisemitismo y la islamofobia. El artículo habla del antisemitismo y la islamofobia como proyectos de exclusión diseñados en Europa para distintos fines.

El antisemitismo fue inventado a finales del siglo XIX para servir al proyecto de Estado-nación étnicamente puro y tuvo su representación más cruel durante las décadas de los veinte y treinta con el nazismo. En el Siglo XXI, el antisemitismo ha perdido fuerza; en cambio, la islamofobia se consolida como el estereotipo que apoya la construcción de la Unión Europea judeo-cristiana contra el inmigrante, especialmente contra el musulmán.

Entrevistado por Apro, Bunzl explica: “El antisemitismo sirvió para fortificar al Estado nacional contra los extranjeros imaginados como biológica y culturalmente diferentes. Con el debilitamiento del Estado-nación en el contexto de la Unión Europea, esta forma de antagonismo se ha debilitado. En lugar de eso, ahora vemos hostilidad contra la otra civilización: el Islam”.

De acuerdo con Bunzl, la hostilidad contra los musulmanes es “sistemática” y no se basa en motivos de raza, sino por “diferencias culturales creadas”.

Incluso ya en 1978 el teórico palestino Edward Said había publicado Orientalismo, un ensayo en el cual criticaba la tradición occidental imperialista de los siglos XVIII y XIX, tanto cultural como académica, de describir a los originarios de Medio Oriente y Asia como el “otro” forzosamente diferente, inferior, bárbaro y civilizable.



El Islamófobo del año



Políticos de la talla de George Bush, Vladimir Putin, Silvio Berlusconi, Jacques Chirac, además de diarios ingleses como el Daily Telegraph, Daily Mail y The Sun han sido nominados para “Islamófobos del año” por la Comisión Islámica de Derechos Humanos. Se trata de un premio sarcástico que da la comisión a las personalidades que han hecho comentarios estereotipados o supremacistas contra los musulmanes.

En 1997, el Runnymede Trust –un centro de pensamiento que pretende crear una Bretaña multiétnica– publicó un informe llamado: Islamofobia, un reto para todos nosotros. Este informe explica cuáles son los principales prejuicios que políticos y medios tienen contra el Islam: la creencia de que es un gran bloque monolítico e invariable, insensible e inmutable; no tiene nada que ver con otras religiones o culturas; es inferior a Occidente, bárbaro, irracional y sexista; es naturalmente violento, y dentro de él existe un rechazo generalizado a Occidente, además de que es un proyecto político y no una religión o credo.

En diciembre de 2008, la organización Justicia y Objetividad en el Periodismo (FAIR, por sus siglas en inglés) hizo un reporte llamado Legitimando la Islamofobia: cómo los odiadores del Islam transmiten su intolerancia. De acuerdo con el reporte, el mundo mediático está lleno de “expertos” que llenan de los mencionados prejuicios las agendas de noticias.

Entre ellos se encuentran Bruce Bawer, autor de Mientras Europa duerme: cómo el Islam radical está destruyendo a Occidente desde adentro; Robert Spencer , autor de La verdad sobre Mahoma: fundador de la religión más intolerante del mundo ; David Horowitz, quien compara el Islam con el fascismo nazi, y Daniel Pipes, un conservador de larga carrera política, quien el 25 de agosto de 2008, en el diario Jerusalem Post, acusó a Barack Obama de ser un “musulmán converso”.

Además, el reporte incluye al libro de la periodista italiana Oriana Fallaci, La fuerza de la razón (2004), así como diversos articulistas ligados a las cadenas Fox News y CNN, y sitios web como Stop the Islamization of America, Jihad Monitor y la Liga de Defensa Inglesa.

Están también Robert Redeker en Francia, quien el 19 de septiembre de 2006 dijo al diario de derecha Le Fígaro que Jesús es un maestro del amor y Mahoma un maestro del odio, y Bat Ye´or, creadora del concepto de Eurabia: un neologismo político que asevera que Europa se convertirá en un continente islámico por la migración.

Según el artículo Wilders teje red internacional, publicado por Radio Nederlands el pasado 10 de septiembre, muchos de estos articulistas están ligados a Gert Wilders mediante su Alianza Internacional por la Libertad.

Los medios corporativos de Estados Unidos están orientados hacia este mismo plan, explica a Apro Deepa Kumar. Estas agencias hicieron muy pocas críticas a las guerras de Afganistán e Irak, tampoco cubrieron la deportación y el arresto de musulmanes en Estados Unidos, pero sí promueven el estereotipo de que todo musulmán es sospechoso por terrorismo, denuncia.

“La Islamofobia está en el establishment político. En Estados Unidos se pueden ver grupos de derecha extrema con ideas muy reaccionarias sobre los musulmanes, creen que se debe expulsar a todos del país”, dice Kumar.

Y explica que “recientemente hubo una propuesta de construir un centro islámico en la Zona Cero, y un grupo llamado Stop Islamization desató una controversia. Piensan que hay una conspiración islámica dentro de Estados Unidos, pero la población musulmana de Estados Unidos es muy pequeña. La idea es ridícula, pero resuena”.



Combatiendo el prejuicio



“Parte esencial de la cultura occidental es el derecho a elegir, pero ahora está de moda denigrar a otras personas por una prenda que se pone en la cabeza. ¿Qué les da tanto miedo de esa prenda?” dice a Apro Massoud Shadjareh. “¿Sabes?, estamos viendo lo mismo que pasaba en los veinte y treinta. La única diferencia es que en vez de prohibir la kipá (gorro ritual) judía, ahora prohíben el jiyab musulmán”.

Y cuestiona: “¿Quién está haciendo los asesinatos a nivel mundial? Estados Unidos y sus aliados en el Occidente, pero quienes salen en los medios como peligrosos son los musulmanes (…) En la cultura popular de Hollywood es peor: no puedes encontrar un buen musulmán en un filme o un documental. Todos son terroristas, criminales. No hay un solo chico bueno musulmán en las películas”.

Para combatir esta clase de prejuicios han surgido muchas iniciativas, entre las que destacan el Foro contra la Islamofobia y el Racismo, sitios de monitoreo como islamophobia.org, islamophobia-watch.com e islamophobie.info, y organizaciones como la mencionada Comisión Islámica de Derechos Humanos y la Fundación de Cultura Islámica en España.

Acciones como festivales para informar sobre el Islam, debates en la televisión y cadenas humanas entre mezquitas, sinagogas e iglesias, son parte de las acciones de la Fundación de Cultura Islámica.

De la misma forma, la Comisión Islámica de Derechos Humanos ha lanzado informes sobre las violaciones de derechos humanos de los musulmanes en Europa y está en constante contacto con las Naciones Unidas gracias a al status que mantiene como miembro consultor de la organización internacional, aunque esto no ha evitado que dentro de la misma izquierda existan críticos al concepto de la islamofobia.

El Manifiesto de los 12, un documento firmado en marzo de 2006 por intelectuales como el escritor indio Salman Rushdie, la feminista somalí Ayaan Hirsi y la comunista iraní Maryam Namazie, hace hincapié en el “peligro del islamismo”.

“Después de hacer vencido al fascismo, el nazismo y el estalinismo, el mundo le da la cara a una nueva amenaza global de tipo totalitario: el Islamismo --dice el manifiesto--. Nos negamos a renunciar a nuestro espíritu crítico por evitar ser acusados de islamofobia, un concepto malogrado que confunde la crítica del Islam como religión con la estigmatización de sus creyentes”.

Pero, de acuerdo con Kumar, existe una diferencia entre el derecho al libre discurso a promover un discurso del odio:

“En los países europeos los discursos antisemíticos no son permitidos por la historia de lo que fue el Holocausto”. La experta se pregunta: “Por qué no se prohíben los discursos de odio contra los musulmanes?

“Este discurso cree que toda esta gente, todos los musulmanes, están envueltos en una especie de Choque de Civilizaciones, la idea diseñada por Samuel Hungtington que dice que la cultura Occidental es democrática y la cultura musulmana no lo es.

“En los tiempos del fascismo los judíos eran presentados de una forma diabólica, lo mismo pasa hoy con los musulmanes; esto no es criticar una religión. Además, hoy son los musulmanes quienes están muriendo y son torturados por miles en Medio Oriente”, apuntó.

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miércoles, 13 de octubre de 2010

Alemania: La utilidad del lobby framacéutico

Francisco Olaso
BERLÍN, 13 de octubre (apro).- El lobby farmacéutico celebra un éxito rotundo. El gobierno alemán ha asumido como propias algunas de sus sugerencias para modificar la ley de medicamentos, en el marco de la reforma que se llevará a cabo en el sistema de salud.

El proyecto de ley, presentado por la coalición entre los democristianos de la CDU, los socialcristianos de la CSU y los liberales del FDP, atiende la solicitud central de los grupos de presión. La ley futura impedirá en la práctica la diferenciación entre la efectividad y la utilidad de los medicamentos. La formulación de dicha demanda, expresada en un documento del lobby de la industria farmacéutica, es recogida casi textualmente por los conservadores y liberales en el gobierno.

La nueva ley entrará en vigor en enero de 2011. La aprobación de las modificaciones impulsadas por el lobby farmacéutico restará poder a los organismos independientes que controlan la calidad de los medicamentos y sus permisos de comercialización. Las comprobaciones científicas deberán subordinarse a los intereses de la política económica. La dificultad futura para retirar del mercado fármacos de utilidad baja o potencialmente peligrosos, le reportará al sector grandes beneficios, a costa de los pacientes y los contribuyentes.

Debido a que Alemania es el primer exportador mundial de medicamentos y referente internacional de sus precios de mercado, las consecuencias desfavorables pueden llegar a percibirse en México y el resto de Latinoamérica.

Efectividad y utilidad



Cuando un medicamento nuevo sale a la venta, los médicos diferencian entre la efectividad y la utilidad. Así, por ejemplo, un fármaco que baja la presión es efectivo cuando consigue bajarla y sus efectos secundarios se mantienen dentro de límites razonables. La utilidad de un medicamento, por el contrario, sólo puede determinarse con el tiempo. Es decir, cuando queda demostrado que su uso mejora la salud, tiene bajos efectos secundarios, prolonga la vida o eleva su calidad.

La efectividad comprobada del medicamento no necesariamente implica que el paciente se sienta mejor o que no se muera. A menudo, la modificación de ciertos indicadores no se traduce en una mejora en la salud. El fármaco no posee, en palabras de los médicos, una “utilidad relevante” para el paciente.

Los consorcios farmacéuticos ponen el acento en la efectividad de los medicamentos. El debate sobre su utilidad no les agrada. El medicamento nuevo es en general mucho más caro que otros que ya existen en el mercado. Algunas investigaciones independientes suelen comprobar que, si bien su efectividad es la anunciada, su utilidad no es superior a la de los medicamentos existentes. Los médicos califican este tipo de medicamentos nuevos como “innovaciones aparentes”.

A esto hay que agregar que la industria farmacéutica publica generalmente los estudios que favorecen la comercialización de sus productos y suele ocultar datos o estudios que dan resultados negativos.

El Instituto Federal para Medicamentos y Productos Medicinales, dependiente del Ministerio de Salud, es el encargado de aprobar la comercialización de un medicamento nuevo. El organismo evalúa los documentos presentados por el fabricante sobre el cumplimiento de las normas de calidad, el efecto terapéutico y la falta de objeciones en su contra. En esta etapa se priorizan dos factores. Por un lado, los pacientes deben recibir medicamentos eficaces. Por el otro, el proceso de aprobación no debe retardar el acceso del paciente a medicamentos nuevos e importantes.

La Comisión Federal Conjunta (G-BA, por sus siglas en alemán) es el máximo organismo de decisión sobre el catálogo de prestaciones para las 70 millones de personas adheridas al sistema oficial de seguros de enfermedad. La G-BA reúne a médicos, seguros de salud y hospitales alemanes. Una de sus tareas es analizar los medicamentos que ya llevan tiempo en el mercado. Cuando la G-BA no puede comprobar la utilidad de un remedio, lo excluye de su catálogo de medicamentos. Eso implica que el paciente, en caso de que aún lo desee, tiene que abonarlo de su bolsillo.

“Nosotros tenemos la posibilidad de desechar un medicamento cuando se demuestra su falta de utilidad”, dice a Apro Kai Fortelka, jefe de prensa de la G-BA. “Hace poco pudimos comprobar que dos medicamentos contra la diabetes que se hallaban en el mercado tenían una utilidad relativamente baja”, grafica Fortelka. “Nuestros expertos estaban de acuerdo en que ninguno de los dos podía usarse para un tratamiento principal, sino sólo para algunos casos específicos. Y al mismo tiempo se constató que los dos medicamentos entrañaban alto riesgo.”

Este derecho de la G-BA significa un recorte en las ganancias de la industria farmacéutica. Su lobby siempre pugnó por que en los criterios de evaluación se equiparen la efectividad y la utilidad. Su deseo acaba de ser hecho propio por el proyecto de ley del gobierno.



Dictado



El lobby farmacéutico alemán está representado por la Unión de Investigadores y Productores de Medicamentos (VfA, por sus siglas en alemán). La VfA reúne a todos los consorcios importantes del sector. El trabajo de cabildeo se basa en audiencias, conversaciones y sugerencias para la formulación de leyes. Estas últimas suelen contener, además, una recomendación acerca de la forma en que un organismo público puede llevarlas a la práctica.

La VfA encargó a la agencia Clifford Chance la elaboración de un documento que expresara los deseos del sector y sugiriera modificaciones a la nueva ley de medicamentos. En agosto último, la agencia le entregó a la VfA un documento sobre los criterios de decisión para permitir la comercialización de los medicamentos nuevos. En el punto cinco se lee: “La decisión sobre la evaluación de la utilidad no puede contradecir las constataciones de la autoridad que otorga el permiso.”

El proyecto oficial toma la demanda de los cabilderos sin mayores cambios. En él puede leerse que la Comisión Federal Conjunta (G-BA) “no puede dictaminar la utilidad de un medicamento de manera diferente al organismo que otorga la autorización.”

Esto significa, en la práctica, una barrera severa para que en el futuro el organismo de contralor retire de la venta medicamentos aprobados por el Ministerio de Salud. “Si esto se implementa tal como propone el gobierno, esperamos que no sea así, la G-BA no podrá examinar la utilidad adicional de los medicamentos, sino que esta cuestión queda zanjada con el permiso de comercialización”, sostiene Kai Fortelka, jefe de prensa de la G-BA. En otras palabras, el permiso de comercialización del medicamento da por sentada, automáticamente, su utilidad.

El apartado 92 del proyecto de ley va todavía más lejos. Propone que sólo se puedan limitar o excluir medicamentos del catálogo de los seguros de salud cuando se demuestre su falta de utilidad.

Este punto ha desatado críticas airadas. Se trataría de una inversión del sentido de la prueba. La normativa aún vigente prevé que los laboratorios farmacéuticos demuestren, a través de sus investigaciones, que el medicamento tiene una utilidad. Se da por descontado que un medicamento no tiene utilidad cuando los propios consorcios interesados no han podido demostrarla a través de sus investigaciones.

“De aprobarse la ley, nosotros tendríamos que demostrar que un medicamento no tiene utilidad”, sostiene Fortelka. Y explica las dificultades: “En general, los estudios científicos sostienen: ‘No hemos encontrado pruebas de que este medicamento produzca efecto.’ Lo que casi nunca puede demostrarse científicamente es lo contrario: ‘Hemos encontrado pruebas de que este medicamento no produce efecto’.”

Y agrega: “De acuerdo a este proyecto del gobierno, nosotros mismos tendríamos que buscar los datos que demuestren que un medicamento tiene baja utilidad o entraña altos riesgos. Esto es imposible, porque los datos necesarios los tienen las empresas farmacéuticas y sería ilógico que los pusieran a disposición para que se debilite su posición en el mercado. Los productores no van a entregar los datos.”

Fortelka teme, por el contrario, que los consorcios dejen de realizar estudios, previendo que a partir de los datos de sus propias investigaciones algunos medicamentos puedan ser retirados del mercado.



El caso Sawicki



También el Instituto para la Calidad y la Eficiencia en el Cuidado de la Salud (IQWiG, por sus siglas en alemán), sostiene que esta modificación supone un alto riesgo y un gran perjuicio para los pacientes. “No puede ser que se exija a los pacientes tomar píldoras inútiles sólo para satisfacer los intereses de los fabricantes”, señaló el director del IQWiG, Jürgen Windeler.

El IQWiG fue creado en 2003 para definir la calidad de los medicamentos. Ha enfrentado desde su fundación el rechazo cerrado de la industria farmacéutica. Su primer director fue el médico Peter Sawicki, un renombrado especialista en diabetes. A poco de asumir Sawicki su función, en 2004, el instituto comenzó a hacer pública la falta de utilidad de algunos medicamentos. Excluyó de la comercialización medicamentos de efectividad probada, aunque con efectos secundarios más nocivos que otros fármacos semejantes. Bajó el pulgar a medicamentos caros y de poca utilidad. Alertó sobre aquellos que pueden causar un daño potencial. Las multinacionales comenzaron a temer por sus ingresos.

La directora ejecutiva del VfA, Cornelia Yser, le escribió en 2005 al secretario de Estado en el Ministerio de Salud, Theo Schröder. Acusaba a Sawicki de haber tomado “un curso de confrontación frente a la industria.” Reclamaba que “tuviera a bien hacer algo en contra”. En 2006, el Ministerio de Salud del estado de Hesse subordinó la utilidad de los medicamentos a los intereses de la política económica. “La utilidad de los medicamentos tiene que establecerse en función de los puestos de trabajo que posiblemente se perderían con una valoración restrictiva”, sostuvo en un comunicado.

En marzo de 2007, un peritaje por encargo de la VfA sostenía que el instituto IQWiG no cumplía con los estándares internacionales. Uno de los autores de dicho estudio es el economista Wolfgang Greiner, de la consultora Herescon, entre cuyos clientes está la plana mayor de la industria farmacéutica alemana. Greiner asumió hace pocos meses como miembro del consejo de expertos del ministro de Salud, Philipp Rösler.

En junio de 2009, Rösler, por entonces ministro de Economía de Baja Sajonia, participó de una conferencia con sus colegas de toda Alemania. “La conferencia de ministros de Economía ve con preocupación que el proceder actual del instituto ha conducido a un considerable desconcierto en la industria farmacéutica”, dijo el comunicado final. “Por eso los métodos del instituto IQWiG deberían en el futuro tener también en cuenta los intereses de la política económica.”

En junio de 2009, la propia Cancillería federal decidió no prolongar el contrato de Peter Sawicki. En la decisión tuvo mucho que ver Susanne Wald, entonces a cargo de la política de salud de la Cancillería. En noviembre, el gobierno anunció una reestructuración del instituto. En enero de 2010, se hizo público el anuncio: A Sawicki no se le renovaría el contrato. Se le acusaba de perjudicar la capacidad de competencia de la industria farmacéutica alemana a través de sus evaluaciones críticas sobre la efectividad de los medicamentos. En realidad, no se le pudo probar ningún error de esta índole. El motivo oficial para no renovarle el contrato fue la acusación de errores en la rendición de gastos del vehículo oficial a su cargo.

Para el instituto IQWiG, en su carácter de organismo independiente para la evaluación de los medicamentos, esta modificación a la ley significaría la pérdida de todo su poder. Susanne Wald trabaja hoy en la plana mayor del Ministerio de Salud.



Ultramar



Desde la oposición, varios políticos socialdemócratas han hablado de “cabildeo descarado”. Se acusa al ministro Rösler de hacer propios los deseos de la industria farmacéutica.

El ministerio de Salud negó, a través de su vocero, que se haya usado el documento del grupo de presión para redactar el proyecto de ley. Rechazó las acusaciones de clientelismo. Dijo que la industria farmacéutica será fuertemente gravada para equilibrar el déficit de los seguros de salud.

El cambio de la legislación alemana sobre medicamentos puede tener consecuencias en países como México. Alemania es el primer exportador mundial de productos farmacéuticos. “En Alemania se corre peligro de que estén a la venta medicamentos que entrañan riesgos considerables y de los que no está claro si no pueden ocasionar perjuicios”, explica Kai Fortelka. “Es posible que estos medicamentos se comercialicen en todo el mundo, con el argumento de que en Alemania están autorizados. No puede ser del interés de ningún paciente en todo el mundo que este tipo de prácticas haga escuela.”

La falta de control de la utilidad de los medicamentos nuevos conducirá a un previsible aumento de los precios. Esto podría repercutir en otros países. “Alemania es país de referencia para los precios de medicamentos en todo el mundo”, dice Fortelka. “El aumento de los precios en Alemania genera también aumentos en países que se orientan por los precios alemanes.”

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La guerra civil triqui

Pedro Matías
San Juan Copala, Oaxaca, se convirtió en el eje de la lucha fratricida que libran tres organizaciones de la etnia triqui. Las tres se disputan a tiros el control político de la región. La más reciente ofensiva, que en abril pasado causó la muerte de dos activistas de los derechos humanos, llegó a su punto más sangriento el 17 de septiembre, cuando comandos del MULT y la Ubisort (presuntamente financiados por la administración oaxaqueña) se lanzaron al saqueo y al asesinato de los habitantes de Copala, quienes se habían declarado municipio autónomo... Y sin embargo los líderes de las tres organizaciones se dicen dispuestos al diálogo.

JUXTLAHUACA, OAX., 12 de octubre (Proceso).- Con una “estrategia de contrainsurgencia y táctica paramilitar”, los grupos armados que operan en la región triqui sometieron a tiros y expulsaron a casi todos los habitantes de San Juan Copala.

Durante casi un año los integrantes del Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT) y la Unidad de Bienestar Social de la Región Triqui (Ubisort) tuvieron bajo asedio a esa comunidad indígena que era controlada por el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui Independiente (MULTI), que en 2006 se escindió de la primera organización y al año siguiente declaró la independencia del municipio.

Según fuentes gubernamentales, alrededor de 800 habitantes de San Juan Copala tuvieron que refugiarse en las comunidades aledañas. Uno de los desplazados comenta: “Aquí (en el municipio autónomo) ya no somos libres; no hay gobierno. Aquí gobiernan las armas. Ni el Ejército es capaz de entrar y los policías le tienen miedo a los paramilitares”.

Ahora, dicen los desplazados, los paramilitares van por las comunidades de Agua Fría, Yosoyuxi, Paraje Pérez y Santa Cruz a fin de dominar la región Triqui Baja.

Si alguien quiere entrar a San Juan Copala necesita un salvoconducto. Si no lo tiene puede morir. El pasado 27 de abril, una caravana humanitaria que llevaba alimentos a esa comunidad fue emboscada. En el ataque murieron la activista mexicana Beatriz Cariño y el finlandés Jyri Jaakkola (Proceso 1748). La violencia entre triquis ha durado al menos 29 años. Los mismos que tiene el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui.

Para llegar a la comunidad de Rastrojo, centro de operaciones del grupo, hay que librar varios retenes de militantes armados. Exmilitantes de esa organización, que pidieron a Proceso no revelar sus nombres, afirman que los miembros del MULT disponen de armas de uso exclusivo del Ejército y radios de comunicación, por lo que cada vez que un desconocido entra a la zona todas las comunidades se enteran de inmediato.

Exintegrantes de la organización afirman que localizar a Rufino Merino Zaragoza, lugarteniente de Heriberto Pazos Ortiz, líder del MULT, es difícil: nunca se sabe dónde se harán sus reuniones; por motivos de seguridad siempre tienen lugar en lugares diferentes. “Hay 10 o 15 hombres armados a su lado, además de un equipo de seguridad de ocho personas”,.

Aunque en Rastrojo no hay un campo formal de entrenamiento militar, la instrucción para el uso de armas se realiza ahí con las plantaciones como tiro al blanco. Ahora, se quejan algunas indígenas consultadas por este semanario, “se entrenan apuntando y tiroteando a las mujeres, a los niños, a los pollos, los marranos y los perros”.

Denuncian que a los niños se les enseña a ser asesinos. Aunque no los reclutan directamente, a menores de entre 12 y 16 años los convencen de que “son más fuertes si tienen un arma… entonces van solitos”.

También les venden la idea de que “el estudio no sirve, el estudio no te va a defender de una bala” y les dicen que les van a pagar 20 mil pesos si matan a alguien. “Su pobreza y el ansia de poder y dinero los motivan a enrolarse en el agrupo armado”, dice uno de los entrevistados.

Funcionarios del gobierno oaxaqueño, cuyos nombres se reservan, informan que los tres grupos de la Región Triqui están armados.

Agregan que para entrar a la región triqui es necesario el salvoconducto de los líderes del MULT (Heriberto Pazos Ortiz o Rufino Merino Zaragoza), de la Ubisort (Rufino Juárez Hernández y Antonio Cruz López) o del MULTI (Jorge Albino Ortiz).

Las mismas fuentes señalan, sin embargo, que el gobierno del estado financia al MULT con 200 millones de pesos anuales y a la Ubisort con 60 millones.



Estado fallido



Para el apoderado legal de la arquidiócesis de Antequera Oaxaca, Francisco Wilfrido Mayrén Peláez, San Juan Copala representa el fracaso de la política. “No hay que ir más lejos para comprobar el Estado fallido”, afirma.

Agrega que si Felipe Calderón y Ulises Ruiz son incapaces de pacificar a la comunidad triqui, “menos van a poder ganar la guerra contra el crimen organizado”.

Lo más lamentable, dice, es que “el gobierno de Ulises Ruiz se ha convertido en una carroza para sacar los muertos o ambulancia para ir por los heridos de la zona de guerra en que se ha transformado San Juan Copala debido a su ineptitud para atender los grandes problemas de Oaxaca”.

El subsecretario de Gobierno estatal, Joaquín Rodríguez Palacios, reconoce que desde octubre del año pasado se reiniciaron las hostilidades entre triquis; sin embargo en marzo de este año se recrudecieron y desde entonces “tenemos un estado de excepción” en San Juan Copala.

“No tenemos garantizados los insumos para los alimentos de la comunidad, están suspendidos los servicios educativos, no se inició el ciclo escolar 2010-2011, no hay servicios de salud y no hay agua potable ni energía eléctrica”.

Todo esto, según Rodríguez Palacios, es consecuencia de la inseguridad y la incertidumbre ante la ausencia de los instrumentos de seguridad que tiene el estado y de la impunidad con la que se han conducido los agresores de uno y de otro lado.

Recordó que en abril de 1997, con Diódoro Carrasco Altamirano como gobernador, se logró suscribir un Acuerdo de Paz, Tranquilidad y Concordia en la Región Triqui, que se ratificó en junio de 2001 en el gobierno de José Murat Casab; sin embargo, en la administración de Ulises Ruiz no se llegó a ningún acuerdo con las facciones en pugna.

“El estado incurre en una grave omisión porque no está proporcionando lo que por garantía constitucional pertenece a los habitantes de San Juan Copala: la seguridad y el derecho a la vida”, dice el funcionario estatal.

“Además no hay servicios y eso es gravísimo. Están en un estado de excepción, en un estado de sitio porque no tenemos presencia de gobierno”.



La fractura



Las fuentes del gobierno oaxaqueño informan que el MULT –que lleva 29 años en la región encabezado por Heriberto Pazos Ortiz– en algún momento se consideró de izquierda, pero durante la administración de Murat Casab fue cooptada por el gobierno priista, a tal grado que en 2004 apoyaron a Ulises Ruiz por medio del Partido de Unidad Popular.

Ese hecho generó una división. En 2006 un grupo se escindió del MULT y formó el MULTI, que en enero de 2007 creó –siguiendo el ejemplo del EZLN en Chiapas– el municipio autónomo de San Juan Copala que, de acuerdo con la división territorial, política y administrativa de Oaxaca, tiene la categoría de agencia municipal de Santiago Juxtlahuaca.

La Ubisort, dicen las fuentes, creció al amparo del PRI y en años recientes ha tenido el apoyo de Jorge Franco Vargas, exsecretario general de Gobierno de Ulises Ruiz.

Ahora las tres agrupaciones se disputan el territorio triqui, particularmente San Juan Copala, donde el MULT –que había venido perdiendo fuerza– trata de recuperar poder mediante las armas.

Hay un autogobierno armado en la región triqui porque los líderes del MULT se erigen en poder supremo, designan a personas incondicionales y los improvisan como jueces o ministerios públicos para castigar a quien se rebela o no cumple sus órdenes.



La ofensiva de septiembre



Algunas familias de desplazados relatan a Proceso los días de incertidumbre y terror que vivieron antes de abandonar sus comunidades, cuentan cómo sus viviendas se cimbraban por los impactos de las balas y ellas pensaban que en cualquier momento entrarían los paramilitares a asesinarlas.

La agresión contra Copala empezó con algunos tiroteos aislados en octubre de 2009. Y fue en aumento. Vinieron los bloqueos, las emboscadas, los asesinatos, los ataques a mujeres y niños y el aislamiento; y acabó con el éxodo de familias enteras que prefirieron abandonar sus casas antes que morir de hambre, acribillados, colgados o quemados vivos.

El pasado 13 de septiembre los paramilitares del MULT y la Ubisort se apoderaron del palacio municipal de San Juan Copala y con altavoces comenzaron la intimidación: antes o después de disparar algunas ráfagas al azar los mensajes amenazaban con colgar o quemar vivos a todos los que se atrevieron a rebelarse y se declararon municipio autónomo.

Desde ese día los habitantes de Copala (del MULTI, en su mayoría) ya no pudieron salir de sus casas… tampoco cocinar, porque al menor indicio de humo sus viviendas eran ametralladas. Lo peor ocurrió la noche del 17 de septiembre: los paramilitares entraron a saquear algunas casas.

Los habitantes de Copala decidieron huir en la madrugada del 18 de septiembre.

Una de las desplazadas, María Soledad González, narra a este semanario cómo escapó entre la oscuridad y la “lluvia de balas”. Hizo un día y una noche a ratos caminando y a ratos arrastrándose.

Felipa de Jesús Suárez, de 44 años, dice: “Estuvimos como animalitos, encerrados y sin comer. Mis niños gritaban. Querían tortilla pero nadie nos apoyó”.

Miguel Ángel Velasco Álvarez recuerda que el 17 de agosto los paramilitares “dispararon como si fuera lluvia durante cuatro días. Luego vino una calma y el 8 de septiembre dispararon duro y la madrugada del 13 de septiembre tomaron la presidencia municipal y cercaron a casi todo el pueblo”.

Por los altavoces anunciaban que daban a los habitantes de Copala 20 horas para salir del pueblo.

“No pensábamos en salir. Ni madre. Pero amenazaron con que nos iban a colgar frente a la iglesia y a quemar las casas. Reuní a mi gente y tomamos la decisión de salir el domingo 19 y llegamos el 20 a Agua Fría”, narra.

Otilia Santiago Martínez piensa que los paramilitares “tienen programado sacarnos de Agua Fría, Yosoyuxi, Paraje Pérez y Santa Cruz (donde tiene presencia el MULTI). A punta del cañón quieren recuperar a los pueblos”.



Diálogo fallido



De las tres organizaciones triquis sólo el MULT se opone a la presencia del Ejército en la región. Además Rufino Merino se niega a informar dónde obtienen las armas con el argumento de que no se quiere “abrir las nuevas heridas de nuestras gentes para que no se presenten a la mesa de diálogo” que promueve el obispo emérito de Tehuantepec, Arturo Lona Reyes.

“Mientras menos hablemos de lo que nos pasó… porque todos estamos agraviados; para no meternos ahí, mejor lo dejamos así”, afirma, luego de deslindarse de las acusaciones del MULTI que los señala de ser responsables de los asesinatos y del estado de sitio en Copala. Pero dice estar dispuesto al diálogo.

A su vez el dirigente de la Ubisort, Rufino Juárez Hernández reconoce que “todos los triquis, de todas las organizaciones, tienen armas para defenderse”, al tiempo que dijo estar dispuestos a que el Ejército o las fuerzas federales realicen un operativo de desarme para evitar la violencia en la zona triqui y con ello impedir nuevas matanzas. No obstante él ha declarado que si entra la policía, “habrá un baño de sangre”.

Por su parte el MULTI emitió un comunicado en el que advierte que el asunto de fondo podría ser el narcotráfico y por eso no se permite la entrada de ningún cuerpo policiaco ni del Ejército, pese a que el 95 Batallón de Infantería está en Juxtlahuaca, a 20 kilómetros de San Juan Copala.

El analista político e investigador de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, Víctor Leonel Juan Martínez, resumió que todos estos hechos demuestran “la ausencia de estado en la región, el abandono de los tres niveles de gobierno, la falta de seguridad pública y la suspensión de las garantías constitucionales, aunado al clima de violencia e impunidad”.

Añadió: “Es una ausencia del Estado de derecho; la región triqui se ha convertido así en una ínsula. Desde que empezó el año no hay clases en Copala. La inseguridad y el temor a los grupos paramilitares han dejado sin servicios y en la indefensión a buena parte del pueblo. Es una suspensión de garantías de facto. Es la ausencia del Estado”.

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