viernes, 26 de marzo de 2010

Televisa VS Simon Charaf












Leer mas...

jueves, 18 de marzo de 2010

Los nenes con los nenes o la falsedad de la tiplología de los sexos

Recuerdan ustedes una canción muy popular allá en los inicios de los años 80, cantada por Chico Che y su grupo La Crisis que se llamaba Los nenes con los nenes y cuyo estribillo decía: "Los nenes con los nenes, las nenas con las nenas". Quién no la recuerde o nunca la haya escuchado no se pierde absolutamente de nada. La menciono en una asociación libre de ideas, porque me trae a la mente una reflexión acerca de la extendida costumbre de dividir a los seres humanos en dos sexos fundamentales, perfectamente definidos, tanto en lo anatómico como en lo fisiológico y lo conductual: "nenes" y "nenas"; hombres y mujeres, pues.

Los hombres, se especifica, sienten, de manera natural, atracción por las mujeres y viceversa. La transgresión de ese principio daría pie a una práctica sexual "anormal": la homosexual (y lésbica). Pero tanto la homosexualidad como la heterosexualidad, resultarían ser, también, formas de ejercicio de la sexualidad perfectamente delimitadas y definidas, puesto que se ejercen siempre por individuos pertenecientes a un sexo o al otro. Puntos intermedios no se conciben dentro de este esquema. Tampoco transiciones o cambios de una práctica a la otra a lo largo de la vida de una persona. Se es, hombre o mujer. Se es homosexual o heterosexual.

Estados fijos para tipos definidos.

¿Qué, no es esto obvio?

No, no lo es. Se trata de una ideología (una falsa conciencia) que parte de la idea equivocada de que la vida sexual, amorosa y sentimental es una consecuencia directa de la posesión de ciertas células sexuales y los aparatos genitales que las albergan y que los comportamientos humanos han de ser interpretados en función de esa determinación biológica. Incontables son las expresiones, desde la ciencia incluso, que reivindican esta visión.

Pero insisto, esto no es así. Ni siquiera desde el plano anatómico-fisiológico se puede constatar la existencia constante y delimitada de estos dos tipos: hombre y mujer. Entre esas dos categorías ideales y el hemafroditismo estricto existen numerosos puntos intermedios que violan esta concepción, pero más importante que esto es que los seres humanos, en sus versátiles relaciones sociales, no reflejan esta forma tipológica de existir y conducir sus vidas.

Al encontrarse en el campo de la relación humana a todos los niveles, la existencia misma de hombres y mujeres, de homo y heterosexuales sufre un serio revés. No es posible definir rígidamente quién es hombre y quién es mujer ni una única orientación sexual para cada individuo. Ya Alfred Kisney concluyó hace más de 60 años que no existen los estados homo o heterosexuales, lo que hay son prácticas de uno u otro tipo.

Pero la imposición de estos tipos sexuales da lugar a una pléyade de fetichismos. Por un lado, objetos que parecen dotados de misteriosas propiedades intrínsecas que los conducen a ser consumidos "naturalmente", bien por los hombres o bien por las mujeres: prendas de vestir, juguetes infantiles, adornos en las habitaciones o en los cuerpos, peinados, etcétera. Por otro lado, instintos, gestos, hábitos, aficiones, juegos, modos de entonar la voz o de caminar, todos considerados los "propios" de uno o del otro sexo.

Los criterios hegemónicos de hombre y mujer son construidos y mantenidos dentro de este entramado de relaciones fetichizadas. Se construyen en función del fomento a este tipo de determinismos, que no son sino formas de control de los cuerpos para la reproducción de roles que las clases dominantes asignan, es decir no se trata de propiedades biológicamente asignadas ni de anormalidades físicas, sino de construcciones sociales de los cuerpos.

La medicina, la biología y la sicología han aplicado este pensamiento tipológico a los estudios sobre sexualidad y han ayudado a reforzar la legitimación de las formas de sexualidad propias del patriarcado, considerando siempre las relaciones no heterosexuales como "anormalidad" igualmente bien definida.

Sin embargo, toda esta concepción rígida de la sexualidad humana comienza a desmoronarse. Intelectuales como Anne Fausto-Sterling, Kate Millet, Monique Wittig o Beatriz Preciado (y desde luego Simone de Beauvoir y Kinsey), en consonancia con el feminismo radical y el movimiento LGBTTTI han comenzado a atacar frontalmente esta errónea concepción del mundo, basada en la pétrea dualidad hombre-mujer y la no menos acartonada de heterosexual-homosexual, como estados fijos y a defender radicalmente una idea universalizadora y libertaria de cada ser humano en sus relaciones con los demás.

¿Y qué tal si, a la luz de lo anterior, eliminamos las preocupaciones sobre el "matrimonio gay" y el "matrimonio heterosexual" y que se case quien quiera con quien o con quienes quieran si es que quieren y si no, no?

Julio Muñoz Rubio

Leer mas...

miércoles, 17 de marzo de 2010

Tlaxcala: traductores para la liberación

El oficio de traductor es uno de los más ingratos y menos reconocidos del mundillo literario. Se requiere de cierta mística y de rigor profesional para que el otro autor, a través del lenguaje, trascienda eso que George Steiner llama "limitaciones dadas en nuestra condición fisiológica y material" (Después de Babel: aspectos del lenguaje y la traducción, FCE, 1981).

Apunté "otro autor", porque estoy persuadido de que un traductor lo es. Toma y daca: aun cuando con displicencia un autor crea que el traductor es un simple técnico de su obra, le consta que, sin traducción, la irradiación creativa se restringe. Por eso los autores consienten en asumir el riesgo de que una traducción trastoque el sentido de sus palabras, pues hay traductores que no dominan su lengua, ni la ajena.

Y junto con el traductor, el que coteja lo traducido. Tarea aún más tediosa a la que Gabriel García Márquez (GGM) le puso color. Cuenta que su traductor al portugués explicó a pie de página que la palabra astromelia era una flor imaginaria de su invención. “Lo peor –apunta GGM– es que después leí no sé dónde que las astromelias existen en el Caribe, y su nombre es portugués.”

Traducir es una tarea oscura y anónima, que sitúa al "otro autor" en una dimensión perturbadora. El escritor y sicoanalista francés J.B. Pontalis dice que el traductor debe estar dotado de una capacidad infinita para estar triste: no tiene derecho a generar sus propias palabras, no tiene el poder de restituir las palabras del otro. Cosa que a Jorge Luis Borges le tenía sin cuidado al reconocer que sus traducciones oscilaban "entre la interpretación personal y el rigor resignado".

Acerca de la traducción literaria se ha escrito mucho y dispar. ¿Y de la traducción periodística? En este punto, los riesgos son mayores. El traductor debe comprender, aprehender y vaciar la sustancia, y combinar lentitud con rapidez y el conocimiento más o menos certero del contexto político, cultural, económico y social de lo que traduce… ¡y de la jerga, que cambia de un día para el otro!

Tarea a la que el grupo Tlaxcala sacudió del sopor y el tedio. Tlaxcala: red de traductores por la diversidad lingüística, que nació en diciembre de 2005 de un pequeño grupo de ciberactivistas que se conocían a través de Internet, y descubrieron que tenían intereses comunes. En la actualidad, Tlaxcala agrupa más de un centenar de traductores.

¿Por qué "Tlaxcala" si la red surgió de España? Manuel Talens y Fausto Giudice (subcoordinadores), explican: "México y el cataclismo de la Conquista por parte de Hernán Cortés fueron en gran medida el argumento catalizador. El propósito (difícil pero no imposible) consiste en servir de eco entre las diferentes lenguas sin establecer jerarquía alguna".

Lo "normal" –añaden– es que a los periodistas y autores de los países hegemónicos los traduzcan por imperativo categórico kantiano. Y ni siquiera se les había ocurrido que ya iba siendo hora de que ellos empezaran a traducir a los demás. Entre otras razones porque los demás también tenemos una opinión sobre el mundo y ellos, que en el caso del mercado informativo de la lengua inglesa se desenvuelve de un modo paupérrimo.

“Es importante –dicen Talens y Giudice– que los alemanes, por ejemplo, sepan qué opinan los palestinos (y viceversa), o que en Italia tengan acceso a lo que pueda escribir en su pueblito sobre la revolución bolivariana un militante de Bolivia. Para eso servimos.”

Recordé entonces el comentario del profesor y escritor Ángel Batistessa, mi profesor de literatura en la escuela secundaria: “Traducir es un acto de servicio. El traductor trabaja para todos aunque muy pocos le agradezcan su labor…y están los semicultos: a éstos les gusta darse por entendidos y están con las garras enhiestas para abalanzarse sobre los más mínimos errores”.

Los traductores de Tlaxcala publicaron su "Manifiesto" en fecha no escogida al azar: 21 de febrero, día que en el siglo pasado fue una jornada anticolonialista y antimperialista mundial: asesinato de Augusto César Sandino (Managua, 1934); fusilamiento por los nazis de Missak Manouchian, superviviente del genocidio armenio (París, 1944), asesinato del líder estadunidense Malcolm X (1965).

En 2000, la agenda de la UNESCO marcó el 21 de febrero como Día Internacional de la Lengua, fecha que también recuerda la brutal represión de miles de intelectuales y estudiantes de Dacca (que en 1952 era capital de Pakistán oriental, y hoy lo es de Bangladesh), cuando protestaban contra la imposición del urdu a los bengalíes como única lengua nacional de Pakistán.

Tlaxcala se propone trasvasar horizontalmente entre culturas las opiniones políticas que se enfrentan a pensamiento único, al neoliberalismo, y al imperialismo lingüístico del inglés. Los traductores de Tlaxcala piensan que el inglés constituye hoy un arma tan peligrosa para las demás lenguas como lo fue el español en su momento para las lenguas originarias de América Latina.

José Steinsleger

Leer mas...

jueves, 11 de marzo de 2010

Se desacaran los diputables

El PAN dice que Peña Nieto mató a su esposa.
http://www.youtube.com/watch?v=CXiusPyIvvA


El PRI dice que Calderón se robo la presidencia.
http://www.youtube.com/watch?v=q1aGb8IX9Xg




Leer mas...

Impuestos





Leer mas...

miércoles, 10 de marzo de 2010

Definición mexicana de democracia

El PRI, a cambio de impedir alianzas electorales en su contra, acepta públicamente que acepto subir los impuestos propuestos por el PAN. Calderón y Peña Nieto detras la operación. Eso se llama democracia? Que no democracia es la volutad de las mayorias? Los que votaron por el PRI y por PAN estan de acuerdo la subida de impuestos? México es un país tercermundista por culpa de los mexicanos o de los políticos? Por quién vas a votar en las próximas elecciones?

http://www.youtube.com/watch?v=gopcUOMlSdY





Leer mas...

martes, 9 de marzo de 2010

EZLN: re-inventando el poder

Es común, entre los detractores del zapatismo, un desconocimiento (a veces mal intencionado) sobre cómo este movimiento se ha ido transformando hasta convertirse en lo que hoy es: redes de comunidades autónomas y en resistencia. Quienes lo juzgan, casi siempre insertos en las mafias políticas o académicas que gobiernan este país, señalan que cometen un error al estar fuera de la vida política institucional, jurídicamente reconocida, así como su opción por la vía armada como medio para alcanzar sus demandas. Con este argumento pretenden limitar el ejercicio del poder político, circunscribiéndolo a la acción en el marco de las instituciones estatales las cuales, como sabemos, se encuentran en México fuertemente corrompidas y enfrentando una aguda crisis de su legitimidad.

Existe también una confusión entre algunos simpatizantes del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, sobre cómo este movimiento se posiciona frente al ejercicio y el concepto de poder. De hecho hay autores que han sugerido que los zapatistas se han embarcado en un esfuerzo por cambiar el mundo sin tomar el poder[3], por lo que se atreven a señalar que una de sus características básicas es el antipoder. El trabajo que a continuación presento, pretende describir cómo es que los Caracoles zapatistas son la realización de facto de la autonomía y una reinvención de lo que tradicionalmente se entendió en cuanto al poder. Entremos al debate.

En el diccionario de la Real Academia Española una de las definiciones de poder que se presenta es la de tener expedita la facultad o potencia de hacer algo. A su vez, en el diccionario de Maria Moliner, se define poder cómo la capacidad o facultad para hacer cierta cosa. En un sentido general, entendemos entonces poder como la capacidad o potencia para producir un efecto en un ambiente determinado. Si se acepta esta definición general, entonces el debate prosigue al intentar otras especificaciones del concepto; por ejemplo, cuando se habla de poder político.

Para la mayor parte de los teóricos de la política y en casi todos los momentos de la historia de la humanidad, poder político ha estado directamente relacionado con el Estado y con las distinciones sociales que éste genera. Así por ejemplo, Max Weber –considerado como uno de los padres de la sociología- señala que poder es “la probabilidad de imponer la propia voluntad, dentro de una relación social, aun contra toda resistencia y cualquiera que sea el fundamento de esa probabilidad”[4]. Más adelante el mismo autor señala que el concepto de poder esta interrelacionado con el de dominación, el cual define como “la posibilidad de encontrar obediencia a un mandato determinado”. Weber avanza en sus reflexiones y sugiere que el Estado es esa institución que posee el monopolio de la dominación a través de la violencia legítima; un poder que implica dominación y a la vez es facultad exclusiva del Estado.

Es precisamente aquí donde radica uno de los grandes aportes de los Caracoles zapatistas, ya que su ejercicio y entendimiento del poder no se construye bajo la lógica del Estado “realmente existente”; mucho menos de la dominación. En lugar de concentrar el poder político en un sólo hombre o en una institución, las comunidades indígenas zapatistas realizan una forma de redistribución equitativa del poder, donde cada miembro de la comunidad tiene la capacidad de incidir en las decisiones de la comunidad. Acompañados de una democracia participativa y un empoderamiento de la comunidad –escribe González Casanova-, los Caracoles zapatistas construyen pueblos-gobierno[5].

Recuperando lo positivo de experiencias y teorías pasadas, los zapatistas re-inventan con la práctica la idea de poder; un poder social revolucionario que no pretende el “monopolio de la violencia legítima” y que por el contrario se convierte en una forma de poder emancipatorio que los libera de la dominación en la que habían vivido por cientos de años. Con este empoderamiento, las comunidades zapatistas se dan a si mismas gobierno: el poder de la comunidad, del colectivo, se convierte en gobierno; un gobierno que al ser de todos gobierna para todos. Debido a que en las comunidades zapatistas pueblo y gobierno son lo mismo, “el pueblo manda y el gobierno obedece”. Pero esta historia no es reciente ni sencilla, sino todo lo contrario. Es el resultado de por lo menos cinco siglos de resistencia. Ahondemos un poco.

Durante la Conquista y también en la Colonia, los pueblos originarios de América fueron avasallados, dominados y sometidos a las reglas que la corona española imponía; pero también hubo pueblos que resistieron y lograron mantener vivas sus lenguas, costumbres, tradiciones y formas de organización social, aún cuando esto fue posible al precio de un amplio proceso de hibridación o sincretismo. Dicha resistencia fue acompañada o testimoniada por algunos españoles que decidieron no guardar silencio ante el terrible genocidio que sus reyes encabezaban. Un caso ejemplar es el de Fray Bartolomé de las Casas.

Luego, durante la Guerra de Independencia de 1810, los indígenas-campesinos que sobrevivieron al extermino tuvieron un papel importante en la guerra por la formación de la nueva Nación. Sin embargo, la historia oficial los dejó fuera y la burguesía naciente ocupó el lugar protagónico, en parte porque fueron ellos quienes salieron victoriosos de esta batalla. Es verdad que para aquello años, los pueblos originarios carecían de un proyecto propio.

Un siglo después, los indígenas-campesinos volvieron a ser pieza clave en los ejércitos revolucionarios, principalmente los encabezados por Emiliano Zapata y Francisco Villa, (Ejercito Libertador del Sur y División del Norte, respectivamente). En esta ocasión sus demandas tuvieron mayor impacto y la Reforma Agraria –que no era la única, pero sí la más importante- se convirtió en parte central de la plataforma revolucionaria que convulsionó y transformó las instituciones políticas del Estado mexicano. Pero, –parafraseando a Marx- la historia se repite, primero como tragedia y luego como comedia. Cierto es que al principio se conformó un Estado con fuerte contenido social, que alcanzó su plenitud en el sexenio del general Lázaro Cárdenas del Río. Sin embargo, de nueva cuenta la burguesía nacionalista se apropio del triunfo de la revolución y unas décadas después se fueron sentando las bases para la desestructuración de esta forma del Estado en México.

Así, los pueblos originarios con su organización social han sido un actor social protagónico en las luchas por hacer de México una nación libre, independiente y soberana, a pesar que la historia oficial pocas veces los incluya en sus libros; pero también este breve relato da cuenta de cómo los pueblos originarios han sido víctimas de una doble dominación: 1) la del colonialismo externo e interno y 2) la de clase. La opresión se hace más grave si consideramos también la variable género, pues como expresó una comandanta zapatista en el Evento político, deportivo, cultural y artístico Mamá Corral: “las mujeres zapatistas vivíamos –antes de la insurrección- una triple opresión: por ser mujeres, por ser pobres y por ser indígenas”. Es por estos motivos que me atrevo a señalar que la realización de la autonomía por parte de los Caracoles zapatistas es resultado de una cultura alternativa del poder que surge de 500 años de resistencia de los pueblos indios de América.

Así mismo, al interior del zapatismo, la conquista de la autonomía también es resultado de un proceso de consulta, consenso y transformación: consulta y consenso porque de por si todas las decisiones se toman así. Transformación porque el zapatismo tiene esa capacidad de adecuarse a medida que el momento histórico lo exige, sin abandonar sus demandas originales. Señalo esto último porque luego del cese al fuego, el EZLN -haciendo caso al sentir de sus bases de apoyo y de la sociedad- reconoció al Estado mexicano como un interlocutor con el cual negociar sus demandas[6]. Pero luego de incumplir los Acuerdos de San Andrés, intensificar la ofensiva contra los territorios zapatistas y perseguir a los simpatizantes civiles, los insurrectos optaron por continuar con su proyecto alternativo sin detenerse a contemplar a que llegara la “buena voluntad” de los políticos de arriba.

Vino un último intento. En 2001 veintitrés comandantes y un subcomandante llegaron a la Ciudad de México después de recorrer 13 estados de la República. El objetivo era llegar hasta el Congreso de la Unión y hacer escuchar una vez más sus demandas, pero en esta ocasión en un recinto oficial. La respuesta, por parte de los senadores, fue la aprobación de la Ley indígena, la cual bien describió Marcos como Reconocimiento Constitucional de los Derechos y la Cultura de Latifundistas y Racistas. Fue entonces cuando vino el silencio y en 2003 los zapatistas anunciaron el nacimiento de los Caracoles.

Los Caracoles zapatistas representan también una ruptura con esa visión de los movimientos revolucionarios del siglo XX que pretendían tomar el poder por la fuerza para luego cambiar el mundo. En lugar de esto los pueblos mayas rebeldes construyen el poder desde abajo (en lo micro) y de esta forma buscan hacer redes de resistencia con otras comunidades u otros movimientos, que con sus modos, construyan en México o en cualquier lugar del planeta (en lo macro); un mundo donde quepan muchos mundos.

[1] Publicado por primera vez en Consideraciones, Revista del Sindicato de Trabajadores de la UNAM, no. Especial 1 (2009): 7-9.
[2] Pasante de sociología. Técnico Académico Asociado C en el Instituto de Investigaciones Sociales-UNAM y Periodista del medio Independiente The Narco News Bulletin
[3] Ver: Holloway, John. Cómo cambiar el mundo sin tomar el poder. Argentina: Herramienta, 2002. [4] Max Weber, Economía y Sociedad, V. 1, Fondo de Cultura Económica, México, 2005, p. 43.
[5] González Casanova, Pablo. “Los Caracoles zapatistas: redes de resistencia y autonomía” en Los caminos de la izquierda, coordinado por Julio Moguel. México: Casa Juan Pablos, 2004, p. 63.
[6] Para evitar confusiones, vale una aclaración: me refiero a negociar no como traicionar, claudicar o ceder, sino al hecho de alcanzar las demandas por la vía del dialogo, donde los argumentos y la razón priven por sobre todo.

Raúl Romero, Rebelión
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=101664


Leer mas...

¿Qué Significa Ser Compañeros?

Para México, 2010 conmemora los 200 años que han pasado desde la guerra de independencia, y 100 años de la revolución mexicana. Pero en las palabras de Fernando Amezcua: “Poco o nada queda por celebrar”. Amezcua fue uno de los 44,000 miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) que fueron despedidos cuando el presidente actual, Felipe Calderón, anunció en octubre pasado el decreto ejecutivo que cerraba la compañía paraestatal de electricidad, Luz y Fuerza del Centro, y que intentó romper uno de los sindicatos mas viejos, grandes, y combativos de México. Amezcua continúa como “Secretario del Exterior”, y pude reunirme con él hace dos semanas mientras estudiaba en la Escuela de Periodismo Auténtico 2010 en la península de Yucatán. Así como lo dice en el “Plan de los Insurgentes” del SME:

La Independencia de España que hace dos siglos costó tanta sangre de los primeros mexicanos (como siempre, sobre todo de los más desposeídos, de indígenas, campesinos, artesanos); la resistencia contra las intervenciones norteamericana y francesa, las gestas nacionalizadoras del Siglo XX como las del petróleo y la electricidad, se han convertido en una nueva gran dependencia nacional a las potencias extranjeras, saqueo de nuestros recursos naturales, y explotación al servicio de las grandes corporaciones trasnacionales y la banca internacional.

Con esto se nos recuerda que, desde la fundación del país, se ha peleado una guerra entre dos diferentes visiones de México. Y en este año simbólico hay una herida que cicatrizará o se hará más grande. Esta herida se conoce como Atenco.

Hace menos de ocho años la gente de San Salvador Atenco y otros municipios rurales de las afueras de la Ciudad México vencieron al proyecto de la administración del entonces presidente, Vicente Fox, la construcción del nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad México. Fueron 10 épicos meses de batalla entre los campesinos “en defensa de su madre tierra” y las intenciones del gobierno de seguir con los planes de desarrollo propuestos por y para los empresarios nacionales e internacionales. La cuestión se convirtió sumamente importante en un momento en el que el país estaba saliendo del régimen del Partido Revolucionario Institucional (PRI, que mantuvo el poder por mas de 70 años) y el nuevo gobierno dirigido por el candidato del Partido Acción Nacional (PAN) estaba buscando expropiar a los campesinos, mientras a su vez quería mostrar una imagen de México como una emergente democracia.

La conclusión de esa batalla estableció un precedente para toda otra lucha en el país. En una carta abierta del Frente de Pueblos en Defensa de La Tierra (FPDT) de Atenco a los zapatistas, recordaban, “Fue ahí cuando comprendimos nuestro papel en la historia, entendimos que las cosas no son así porque alguien lo decide, sino que nosotros también podemos decidir qué hacer ante una decisión del poderoso. Cuando triunfamos en julio y agosto del 2002 confirmamos lo que ya sabíamos: ‘al gobierno sí se le puede ganar.’”

Y al igual que sus leales aliados los zapatistas hicieron en Chiapas, declararon a Atenco municipio autónomo. Al sacar de Atenco al presidente municipal corrupto y a la policía, descubrieron que tomando decisiones en asambleas públicas y organizando sus propias respuestas comunitarias a la violencia en el pueblo, podrían llegar a un nivel de democracia y seguridad mas allá del que estaba establecido bajo el sistema partidista.

La lucha de Atenco fue sumamente inspirada por el “Ya basta” de los zapatistas de Chiapas, quienes el primero de enero de 1994 se levantaron en armas para ganar un gobierno libre y democrático para México y cumplir así las demandas de la Revolución Mexicana: trabajo, tierra, vivienda, pan, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia, y paz. En ese levantamiento no lograron estas metas, pero los zapatistas si consiguieron inspirar a millones en todo México y en el mundo. Gracias a sus años de preparación y a la movilización de nuevos compañeros que los apoyaban, los zapatistas sobrevivieron la contraofensiva del gobierno en esos primeros días de 1994. En los años posteriores han construido pacíficamente su propia resolución a esas demandas revolucionarias. A través de 1,100 comunidades zapatistas, agrupadas en 29 municipios autónomos y cinco regiones conocidas como “caracoles”, más de 200,000 de los más pobres de México están dirigiendo la construcción de su propio sistema político y judicial, así como desarrollando programas educativos, de comunicación y económicos, y lo están haciendo mientras están siendo sometidos a un estado de guerra de baja-intensidad, y rodeados por 50 a 60 mil tropas–entre un tercio a un cuarto del Ejército Mexicano.

Y entonces, cuando los zapatistas publicaron su Sexta Declaración de La Selva Lacandona en 2005, y comenzaron a prepararse para desafiar órdenes de aprehensión y amenazas de muerte con el fin de poder salir de sus territorios autónomos y unirse a “la gente simple y humilde que resiste” en México y en todo el mundo, el pueblo de Atenco ya estaba con ellos. Ese agosto y septiembre, Ignacio “Nacho” del Valle, uno de los más grandes estrategas y organizadores de las batallas de Atenco, y otros miembros del FPDT, asistieron a Chiapas para formar la iniciativa nacional de la Sexta Declaración, conocida como “La Otra Campaña”.

Dentro de esta nueva lucha, los zapatistas aclararon que ellos no tenían intenciones de dirigir, sino servir como facilitadores de su creación y como defensores de sus principios mas esenciales. Cada adherente, bien sea una organización grande o un solo individuo, fue animado a definir y a defender su propio espacio dentro de La Otra Campaña y convertirse así al estilo de un bordado. El portavoz de los zapatistas, el Subcomandante Marcos, lo dijo así: “donde cada color y cada forma tiene su lugar; no hay homogeneidad, ni hegemonía.”

En la primera fase de su participación en la construcción de la Otra Campaña, los zapatistas enviaron al Subcomandantes Marcos a lo que planeaban fuera una gira de seis meses en la que escucharían lo que la gente de todo México tenía que decir. La gira comenzó el 1 de enero de 2006, coincidiendo con los últimos 6 meses del ciclo electoral presidencial. Luego de las elecciones, la gira sería seguida por una delegación de comandantes zapatistas que harían visitas más largas a cada lugar del país, comenzando en septiembre de ese año.

Si tocan a uno, nos tocan a todos

Desde el principio, adherentes de la Otra Campaña supieron que iba a haber represión. Ellos estaban, sobre todo, buscando construir una fuerza nacional en contra de la clase política entera, incluyendo al auto declarado partido de “izquierda” el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y su candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien era el candidato que se perfilaba para ganar las elecciones de Julio. La motivación para esto creció por las muchas experiencias de corrupción y traiciones a manos del PRD, y también por el declarado compromiso de Andrés Manuel López Obrador de continuar con las políticas económicas neoliberales de los que hubieran sido sus predecesores.

Para mediados de febrero del 2006, más de 1000 organizaciones políticas de izquierda, grupos indígenas, colectivos, organizaciones sociales, organizaciones no gubernamentales y artísticas se integraron públicamente a la Otra Campaña. Fue también durante ese momento que grupos en defensa de los derechos humanos estaban denunciando el aumento de actos de intimidación y persecución politica hacia los adherentes a nivel nacional. Sin embargo, para el momento en que el Subcomandante Marcos, en su papel civil como “Delegado Cero”, entró a la ciudad de México, ya tenía el arrojo que sus experiencias de la gira por los estados del sur de México le habían dado.

Hablando frente de la embajada estadounidense a más de 40,000 personas durante las celebraciones del primero de mayo, Marcos declaró que el alzamiento civil y pacífico que la Otra Campaña estaba construyendo iba a “derrocar a los malos gobiernos… expulsar de nuestros suelos a los ricos, quienes han convertido en mercancías no solo a las personas, sino también nuestras tierras, nuestra naturaleza, nuestras aguas, nuestros bosques, nuestra biodiversidad, nuestra historia y nuestra cultura”. Miembros del FPDT sirvieron como seguridad de Marcos durante esta visita histórica a la ciudad de México. Solo dos días después de su discurso, también serían el objetivo del ataque más brutal que el gobierno mexicano ha desplegado en contra de civiles en la memoria reciente.

El 3 de mayo del 2006, vendedores de flores en Texcoco fueron atacados por la policía que intentaba evitar que establecieran sus puestos fuera de un mercado local, en un sitio que iba a convertirse en un nuevo centro comercial de Wal-Mart . El Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, desde Atenco, se movilizó para apoyar a sus compañeros de Texcoco. Después de este primer conflicto, 3000 policías municipales, estatales y federales, cada uno bajo el mando de uno de los tres partidos políticos principales (PRD, PRI, y PAN respectivamente), violentamente asaltaron el municipio de Atenco. Fue un ataque de la clase política en contra de la Otra Campaña y un brutal acto de venganza del presidente Fox en contra del pueblo que impidió su gran proyecto, el aeropuerto internacional. Más de 200 personas fueron encarceladas, la mayoría sujetas a torturas crueles, incluyendo la violación de 26 mujeres. Los medios masivos de comunicación se aprovecharon de unas cuantas imágenes de los manifestantes en acciones violentas para justificar y apoyar la represión. La policía asesinó al joven, Javier Cortés Santiago, y al estudiante en la Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM), Alexis Benhumea Hernández.

Citando el compromiso de la Otra Campaña de “si tocan a uno, nos tocan a todos”, el Subcomandante Marcos suspendió su gira por el país para ayudar a movilizar al resto de la red nacional e internacional en apoyo a Atenco. A fin de mes, adherentes de los 31 estados y de la Ciudad de Mexico, así como mexicanos del “otro lado” (de la frontera) se habían organizado y manifestado múltiples veces en solidaridad con Atenco. Además, se llevaron a cabo por lo menos 124 acciones de apoyo en 52 ciudades de 24 países del mundo.

Un Enemigo en Común

Una de las organizaciones que comenzó a movilizarse fue el Movimiento por Justicia del Barrio. El Movimiento es una organización de inmigrantes, la mayoría mexicanos, y de gente de color de bajos ingresos del Este de Harlem en la ciudad de Nueva York. Recientemente me comuniqué con el portavoz del Movimiento, Óscar Domínguez, para hablar sobre la relación del Movimiento con el FPDT durante los últimos 4 años. Como mucho miembros del Movimiento, Domínguez acababa de llegar de su turno de doce horas en la industria del sector de servicios de Manhattan. Domínguez comenzó por identificar sus luchas comunes y sus enemigos en común:

Nosotros en Nueva York comenzamos a organizarnos por una vida digna y para que no nos desalojaran de nuestras viviendas, y vimos que nuestros problemas eran causados por los capitalistas, los ricos, y los malos gobiernos. Y entonces los vimos [Atenco] y su lucha en defensa de su tierra, su vivienda y su cultura, lo que son como comunidad. Entonces, vimos que en diferentes lugares y en diferentes países nuestra lucha es para vivir una vida digna. Pero ellos, los capitalistas, los querían echar de sus tierras…Nosotros aquí en Nueva York y ellos en San Salvador Atenco, estamos llevando a cabo dos luchas aparte pero contra la misma cosa. Los problemas que tenemos son causados por la misma gente, por el capitalismo.

Domínguez contó la manera que organizaron una protesta frente al Consulado Mexicano en Nueva York, inmediatamente después de los ataques en mayo del 2006, para demandar que el gobierno mexicano respete a Atenco y para dejarles saber que había gente aquí que estaba siguiendo lo que estaba pasando. El Movimiento también se dio cuenta que los medios de comunicacion mexicanos estaban siendo reproducidos en los medios de comunicación locales. El mensaje que sus vecinos estaban recibiendo era que “Atenco era un grupo pequeño de alborotadores que estaban impidiendo el progreso del país, porque el aeropuerto era para el desarrollo económico de todo el país, no solo para la comunidad, y este grupo pequeño, con machetes en mano, estaba impidiendo todo esto”. Los machetes, por supuesto, son un símbolo de lucha del FPDT, y de su trabajo en el campo y su historia. El Movimiento creó un teatro callejero en las calles de la 116 entre Lexington y la Tercera Avenida en el Este de Harlem, donde pusieron una cárcel hecha de madera para combatir la falsa información que los medios masivos presentaban.

Camino Difícil

De esta manera, comenzó el compañerismo con la lucha de Atenco por la liberación de sus presos, la cual ha soportado un camino difícil a través de estos años. Poco después del ataque contra Atenco en mayo del 2006, vino el levantamiento de junio en Oaxaca y el fraude electoral de julio. Algunos grupos que antes se habían ligado a la Otra Campaña pensaban que su momento ya había pasado, y que encontrarían más significado en la lucha y protestas, patrocinadas por el gobierno de la Ciudad de México, por el fraude electoral.

Al final de ese tumultuoso año, la comuna de 6 meses en Oaxaca sería reprimida con más fuerza que la represión en contra de Atenco; y la Otra Campaña se encontraría, no como una fuerza independiente mas a la izquierda que el “centro izquierdismo” dirigido por el PRD y AMLO, sino como un blanco visible para el fraudulentamente elegido candidato del PAN, Felipe Calderón. Y mas allá de eso, la clase política entera demostró que la corrupción mutua se podía traducir en el cierre de filas, así fuera tan solo para poder sobrevivir: El PAN le dio su apoyo al derrotado régimen del PRI en Oaxaca a cambio de su apoyo para sostener el fraude electoral, y el PRD salió caminando con su propio fraude electoral en la gubernatura Chiapas.

Durante este momento, aún quedaban 31 presos políticos de Atenco, incluyendo a dos líderes del Frente de Pueblos en Defensa de La Tierra, Ignacio del Valle, Felipe Álvarez, y al asesor jurídico del FPDT, Hector Galindo. Ellos tres fueron encerrados en una prisión de máxima seguridad. Y en el plantón instalado afuera del penal del Molino de las Flores, donde permanecía la mayoría de los presos, quedaban 5 personas.

Al asistir a la Escuela de Periodismo Auténtico el mes pasado, también tuve la oportunidad de entrevistar a Fernando León. León es estudiante de la UNAM y ha estado directamente involucrado en el caso de Atenco desde el 2006. El me habló sobre el contexto gubernamental de los primeros momentos del gobierno de Calderón*:

Desde el principio, la legitimidad de Calderón fue muy cuestionada. Supuestamente había ganado las elecciones por menos de un 1% de la votación sobre AMLO. La legitimidad de Calderón estaba destruida. ¿Cuál fue la manera de contrarrestar esta ilegitimidad? La supuesta guerra contra el narco y la guerra contra las drogas. A partir de esto, la imagen de Calderón ha sido la de los militares en las calles supuestamente peleando contra los supuestos males de México.

Y Calderón no estuvo sin ayuda en sus esfuerzos por militarizar al país. Poco después de asumir la presidencia, el gobierno EEUU se inventó lo que eventualmente se convertiría en la Iniciativa Mérida, un programa de apoyo en la guerra contra las drogas al estilo del Plan Colombia. En los años posteriores, con el uso de millones de dólares en impuestos del pueblo estadounidense, las ejecuciones extrajudiciales y abusos a los derechos humanos se han estado incrementando, mientras que la confiscación de drogas ha bajado, y el problema de la guerra contra el narco ha pasado de ser un problema regional a un problema nacional.

Desde el comienzo fue evidente que el blanco real de la guerra de Calderón no eran las drogas ni los narcotraficantes, sino los movimientos sociales de México y en general las clases pobres y trabajadoras. A pesar de que 14 zapatistas, todos comandantes indígenas, fueron capaces de salir de Chiapas en marzo del 2007 para visitar los estados del norte de México, lo que se encontraron fue un acoso creciente, y para septiembre de ese año, los zapatistas anunciaron que dejarían de hacer esas giras y visitas de la Otra Campaña, debido a la creciente represión en contra de sus comunidades en Chiapas. Pero aunque el entusiasmo público que inicialmente inspiró la Otra Campaña se haya mermado, el trabajo que se comenzó en ese espacio todavía continúa.

A Pesar de las Dificultades

Junto con varias iniciativas nacionales e internacionales, grupos como Movimiento por Justicia del Barrio también han encontrado maneras de avanzar sus propias luchas “en el otro lado”. A principios de 2007, con gran éxito sacaron al más grande propietario del Este de Harlem, Steven Kessner, a quién el periódico Village Voice había llamado uno de los “10 peores caseros” en la ciudad de Nueva York. Un año después de la victoria, el Movimiento comenzó a construir su propia “Campaña Internacional en Defensa del Barrio” para desafiar a la compañía Dawnay Day Group de Londres, Inglaterra, que había ocupado el lugar de Kessner. El Movimiento logró construir una red internacional de aliados que los apoyó y que en octubre del año pasado pudo ver la caída de Dawnay Day en el Este de Harlem.

A pesar de todas las dificultades, en muchas maneras el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra ha continuado su fortalecimiento. A finales del año pasado, Kristin Bricker, reportera de Narco News y un periodista del Radio Chapingo en Texcoco se reunieron con María del Carmen Pérez Elizalde del FPDT, para discutir el caso Atenco. En la actualidad quedan 12 presos políticos de Atenco, y las sentencias que les han dado son casi inimaginables en México:

A Felipe [Álvarez] y a Héctor [Galindo] les han dado 67 años en prisión y a Ignacio del Valle lo han sentenciado a 112 años, más de un siglo. Los otros [9] compañeros, recibieron 35 años. ¿Cómo es posible que le hayan dado más de un siglo en la cárcel? Es mucho tiempo en prisión, ¿no? Cuando según el gobierno está luchando contra los narcotraficantes, solo les da 3, 5, 6 años [en prisión] y ninguna de esas sentencias las cumplen.

Apenas el pasado diciembre, el FPDT y sus simpatizantes completaron la gira “12 presos/12 estados”, en la cual “se involucraron 130 organizaciones del la sociedad civil mexicana y se realizaron más de 100 acciones políticas, marchas y reuniones.” La gira culminó con un concierto masivo en Atenco donde anunciaron la próxima etapa de la Campaña Libertad y Justicia para Atenco que “consiste en sacar de la cárcel a nuestros presos de una vez por todas”.

El FPDT y el Movimiento han seguido siendo compañeros durante todos estos años. Tan solo el año pasado, mientras los delegados del Movimiento asistieron al Primer Festival Mundial de la Digna Rabia en México, miembros del FPDT los invitaron a visitar a Atenco. Fue ahí que Movimiento pudo presentar su videomensaje para Atenco, en donde aparecieron muchos de sus miembros que no pudieron hacer el viaje. El FPDT respondió al Movimiento con su propio videomensaje. Esta manera creativa de cruzar la frontera para comunicarse el uno con el otro “cara a cara” ha sido esencial, no solo para el crecimiento de sus relaciones, sino para la dinámica general de sus luchas. Como Domínguez del Movimiento lo dice:

En mayo del 2006 era Vicente Fox quien estaba en el gobierno, pero ahora es Felipe Calderón y él continúa con las misma politica. Así que aquí tomamos el Consulado Mexicano para demandar la libertad de los presos de San Salvador Atenco. En el videomensaje de Atenco para nosotros, ellos nos dijeron que les dio más energía saber que nosotros aquí en Nueva York estábamos pendientes de lo que les está pasando y que los estamos apoyando a nuestro modo, en nuestra forma y a nuestro ritmo. Nos dio seguridad que nuestras luchas en distintas regiones se han encontrado. Así es que seguimos luchando con mas energía y estamos seguros que con el tiempo venceremos el enemigo que tenemos en común, el capitalismo y el mal gobierno. El capitalismo no solo está en México, no sólo en Nueva York, está en todas partes del mundo y los malos gobiernos son los sirvientes del capitalismo.

Y en cuanto al presidente Calderón, Fernando León, colaborador en la Campaña Libertad y Justicia para Atenco, nos señala que:

El costo de esta guerra [contra las drogas] y lo que ha producido, se ha vuelto tan real para la gente que está en estas situaciones que la legitimidad de Calderón nuevamente está siendo cuestionada. El clamor popular hoy es que el ejército se retire a sus cuarteles y que esa supuesta estrategia de Calderón contra el narco es errónea. Hasta miembros de su propio partido están de acuerdo en lo equivocado de la estrategia. Entonces, en términos políticos, el costo a Calderón ha sido muy alto. Si en el primero o en el segundo año de su presidencia fue visto como una figura de supuesta autoridad, ahora esa popularidad esta cayendo cada vez más. Los militares en las calles están violando los derechos humanos. Los militares solamente ven al enemigo como un enemigo a matar. Están entrenados de esta manera y no puedes solamente decirles que no cometan abusos contra los derechos humanos porque esto mismo está en su agenda. Y eso, de alguna manera, ha caído en las manos de Felipe Calderón.

La guerra de las visiones continúa Compañeros

Legítimo o no, Calderón no es por ahora el actor político más central en el caso de los 12 presos de Atenco. En estos momentos la Suprema Corte de Justicia mexicana está revisando el caso y considerando hacerle justicia a los presos. Para esta decisión pendiente León tiene dos predicciones:

Una [posibilidad] es que sean liberados este año por el dictamen de la Suprema Corte. Y la otra tiene que ver con el hecho de que el asunto del aeropuerto todavía es caso abierto. En la actualidad, la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) está comprando la tierra [del municipio de Atenco], el proyecto del aeropuerto nunca murió. Esta sería la otra posibilidad, que los presos sigan presos para que el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra se siga enfocado en ellos y no tengan todo el poder necesario para enfocarse en el proyecto del aeropuerto. También, estamos en el año 2010 tan simbólico. Algunos creen que nada va a pasar y otros más quieren que no solo sea simbólico, y el gobierno federal está preocupado por eso y si los presos del FPDT son liberados, el Frente se puede volver a enfocar en la lucha que han llevado desde el inicio. Estas son dos posibilidades: que recuperen una libertad que nunca debieron haber perdido, y la otra es que la venganza del gobierno federal continúe y los abusos continúen.

La guerra de visiones para México continúa. Pronto será el tiempo para que la Suprema Corte escoja entre una de las dos. Tal vez después de la decisión del año pasado de liberar a los condenados por la masacre paramilitar de 45 indígenas desarmados del pueblo de Acteal, Chiapas en 1997, la corte quiera agregar más “balance” a su reputación y cierre el caso Atenco con la liberación de los presos. O quizás abra más la herida, y haga más grande la brecha entre estos dos Méxicos si cierra la ruta jurídica para su liberación.

Sin importar el resultado, es claro que el FPDT tiene sus ojos hacia el horizonte y en el calendario. Como le dijo María Pérez Elizalde del FPDT a Bricker, “Lo que se necesita ahora es que México se despierte a tiempo y esta es la lucha principal para el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra. Mas allá que la liberación de los presos, mas allá de la defensa de la tierra, una lucha muy concreta del Frente de Pueblos es que despierten a nuestros hermanos y hermanas hacia lo que está pasando. Para que no intercambiemos nuestra libertad o tierra por unos cuantos pesos. Por unos cuantos pesos que tienes hoy y ya mañana no están.”

El Movimiento y el FPDT todavía continúan buscando nuevas formas de ser compañeros. La más reciente fue una “conferencia de prensa simultánea que tuvimos en Detroit por el Internet con los compas de Atenco” la que Domínguez me describió, “para que ellos pudieran hablar por ellos mismos a los medios de comunicación de izquierda que estuvieron en la Conferencia de Medios Aliados. Para nosotros fue un honor que ellos se unieran con nosotros para la conferencia de prensa, porque su lucha es enorme comparada a la de nosotros. Nos dio confianza para crear puentes de comunicación con diferentes luchas en diferentes países. Fue muy emocionante para los miembros del Movimiento”

Este domingo, el Movimiento extenderá más allá estos “puentes de comunicación” cuando sean anfitriones de su Tercer Encuentro por la Dignidad y Contra el Desplazamiento. Serán acompañados por otras organizaciones que luchan contra la gentrificación en todas partes de la ciudad Nueva York, de la región y otras partes. Luchadores sociales haitianos que acaban de regresar de su agitado país natal compartirán sus experiencias. Los miembros del FPDT estarán presentes otra vez, como lo estuvieron en Detroit, a través de una conferencia de video en vivo. Esta vez también estarán acompañados, por el mismo medio, por Abahlali base Mjondolo, el Movimiento de Habitantes de Casas de Cartón de Sudáfrica. Los nueve presos políticos de Atenco que continúan en el penal de Molino de las Flores en Texcoco han enviado un mensaje escrito para el Encuentro. Y seguramente que los otros tres miembros del FPDT, Nacho, Héctor y Felipe, quienes están detenidos en el penal de máxima seguridad llamado “El Altiplano”, también estarán presentes en los pensamientos de muchos de los asistentes.

Entonces, ¿será México un país de compañeros o de Calderones? ¿Una blindada mina abierta y parque de recreo para los ricos?¿O será un lugar donde, como dicen los zapatistas, todo es para todos y donde caben muchos mundos? Después de todos estos años esa pregunta no ha sido respondida definitivamente. En el año 2010 estos dos Méxicos están en conflicto, desde el Este de Harlem hasta Chiapas.

¿Y como responderemos nosotros, queridos lectores? ¿Seremos nosotros compañeros?

Por RJ Maccani

http://www.narconews.com/Issue64/articulo4060.html
Generación 2010, Escuela de Periodismo Auténtico

Leer mas...

Ya no tengo a quien esperar...

MEXICO, D.F., 8 de marzo (apro).- Luz María Dávila “miraba la televisión” cuando escuchó los balazos. Salió corriendo rumbo al 1308 de la calle Villa del Portal, a unos metros de su casa en la colonia Salvarcar, en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde encontró tirados los cuerpos de sus dos hijos ensangrentados.
Ambos, Marcos y José Luis, de 19 años y 15 años de edad, son víctimas del juvenicidio en que sucumbieron 15 adolescentes el pasado 30 de enero. El mayor de los hermanos fue masacrado con 18 disparos. El más pequeño murió horas más tarde, en terapia intensiva, producto de un impacto de bala en la cabeza.
Estudiantes de Relaciones Internacionales y de Preparatoria respectivamente, fueron tachados de pandilleros por Felipe Calderón en foros internacionales. Su madre, la señora Dávila, desnudó el deshonor del mandatario y lo increpó el pasado 11 de febrero, en su visita a Ciudad Juárez, en un acto que recorrió el mundo.

La esposa de Calderón, Margarita Zavala, prosiguió a reconfortarla ante los reflectores. A 25 días del desencuentro, después de la visita de Calderón, le mandaron un psicólogo, ayuda de despensa, una visa estadunidense y la posibilidad de cambiar de ciudad.
“Yo no quería eso. Yo tomo terapia por otro lado. Yo a ellos los hecho de menos y más en la tarde. Mi niño llegaba en la tarde y lo acompañaba a comer. Mi otro hijo lo acompañaba a cenar y me contaba su día. Ahora se me hace muy feo que no tengo a quien esperar. Nada más veo sus fotos. Es lo único que me queda de mis muchachitos. Me los destrozaron. El sábado que fue mi cumpleaños lo sentí más. Ni una visa ni dinero valen lo que valen mis hijos”, dijo con la voz rota en el marco del foro Voces por Juárez, para el cual viajó a la ciudad de México.
Patricia Dávila, tía de Marcos y José Luis, fue a la primera persona a la que Luz María llamó ese 30 de enero. Vive cerca de la colonia Villas de Salvarcar. Llegó primero que las patrullas, los militares, las ambulancias. “No es justo”, repite desde entonces. Vio a su hermana correr, gritar, desmayarse.
Juárez es un lugar triste. Pero queremos levantar la voz por mucha gente que tiene miedo”, dice.
“Mi principal coraje es que el señor Calderón dijera que eran pandilleros. A lo mejor eso hizo que levantáramos la voz, que gritáramos… Era mucho coraje, dolor, impotencia. En Juárez a los muertos los tachan de delincuentes y dan carpetazo. Necesitamos investigadores independientes que nos hagan caso. No esperemos que vuelva a suceder lo mismo y digan que mueren sólo delincuentes. Que destruyan familias sembrándoles evidencias a personas inocentes y torturándolas para inculparlas, para que las autoridades limpien su imagen y digan que están trabajando”, señala.
Añade: “Sabemos que corremos peligro, como si pedir justicia fuera un delito. Y yo se los he gritado, y al señor Baeza (gobernador de Chihuahua) le dije: `yo prefiero que me maten hablando, porque a esos jóvenes los mataron callados y no se pudieron defender`”.
Guadalupe Meléndez es madre de Israel Arzate Meléndez, inculpado por el asesinato de los jóvenes juarenses. Ella viajó de Chihuahua a la capital del país junto con familiares de las víctimas, como Luz María Dávila, para denunciar las torturas a las que su hijo ha sido sometido para autoinculparse de dicha atrocidad.
En el foro Voces de Juárez dijo que a su hijo lo “levantaron” el pasado 3 de febrero del centro comercial donde el tiene una estética. Es comerciante. “A él lo `levantan` en una camioneta oscura, el `parquero` del centro comercial dice que eran soldados y personas bien vestidas, como ministeriales. Yo no supe de él en cuatro días. Lo busqué en todas las dependencias y nadie nos daba noticias. Pensé que me lo habían matado. Fue a la televisión. Me enteré que lo llevaban al cerezo estatal”, señala.
Su nuera le contó llorando que a Israel lo habían torturado. “Que se tuvo que echar la culpa. Lo mojaban y le daban toques. Lo golpeaban y le quemaban el pecho. Le quisieron sacar una uña. Cuando no aguantó más fue cuando le dijeron que tenían a su esposa y que la iban a violar. Fue cuando declaró que él había sido. Él sostiene a su familia con su negocio, no vive con lujos”, indicó.
A la señora Guadalupe se le escucha decir entre sollozos que tiene miedo por ella, por su nuera y pos su hijo. “A él lo sacan y lo golpean para que le digan dónde vivimos. Temo por nuestra vida. Tengo mucho temor de que se les caiga el teatro a los gobernantes y le hagan algo a mi hijo, Quiero que se haga justicia. Que investiguen bien y agarren a los verdaderos responsables. Están pasando muchas cosas malas. Vamos a defender nuestra ciudad, que no merece desaparecer”, concluyó.
Susana Molino, cantante de “hip hop”, intervino en el foro a nombre de los jóvenes en Juárez. “No somos criminales. Estamos preocupados por lo que pasa. Allá salir al parque es un riesgo de muerte. Ser joven es llevar el estigma de ser criminal. Con todo este dolor a cuestas, vivo en una ciudad donde no hay culpables y exigir justicia es un riesgo”.
Por su parte, el escritor Carlos Monsiváis hizo una breve intervención. Se dirigió a la señora Luz María Dávila y dijo: “Venimos aquí porque estamos convencidos que la respuesta es la solidaridad. La señora Dávila decía que ya no tiene qué esperar. Yo le digo que tiene que esperar los resultados de su dignísima lucha. Estamos convencidos de que tenemos que esperar que haya muchísimas mujeres que como ella no le den la bienvenida al poder”.

Santiago Igartúa

Leer mas...

jueves, 4 de marzo de 2010

Hijos de Marcial Maciel lo acusan de abuso sexual

En entrevista con Carmen Aristegui, Blanca Estela Lara Gutiérrez y sus vástagos Omar, José Raúl y Christian platican cómo fueron víctimas del sacerdote, cuando niños, durante ocho años

La familia que formó el sacerdote Marcial Maciel en México reveló ayer los excesos y abusos sexuales cometidos por el fundador de la Legión de Cristo. Tres de sus hijos: Omar, José Raúl y Christian González Lara, junto con su madre Blanca Estela Lara Gutiérrez, lo retrataron como un gran mentiroso, usurpador de personalidades, manipulador y un hombre que cometió actos de pedofilia con dos de sus vástagos.

En la primera entrevista que conceden a un medio de comunicación, en la radio con Carmen Aristegui, dieron cuenta de cómo la alta jerarquía eclesiástica se ha negado a reconocerlos como hijos de Maciel, aunque Álvaro Corcuera, actual superior de los legionarios de Cristo, ha tenido comunicación con ellos, y exigieron al Vaticano resarcir del daño a todas las víctimas de abuso sexual cometidos por integrantes de esa orden religiosa.

Blanca Estela conoció a Maciel en Tijuana, Baja California, cuando ella tenía 19 años de edad y un hijo, y él 56. Le dijo que era viudo y buscaba una muchacha para casarse. Nunca cumplió esa promesa, pero mantuvieron una relación de 25 años durante los cuales prevalecieron los engaños y las perversiones del sacerdote.

Primero le dijo que se llamaba José Rivas, que era detective privado, luego que era de la CIA, y puras mentiras: así me llevó todo el tiempo, y yo le creí.

Blanca narró los problemas que enfrentó cuando tenía que viajar con sus hijos, porque yo les ponía nada más mis apellidos. Pasó el tiempo y uno de ellos primero se llamó Raúl Lara Gutiérrez; después fue Raúl Rivas Lara, y en otro viaje en Relaciones Exteriores le advirtieron que hasta podrían meterla a la cárcel por esos cambios. “Yo dije la verdad: ‘lo que pasa es que mi esposo está fuera y me dio estos apellidos’. Ignoranrte totalmente (me dijo) ‘ya van a ser González Lara’”.

Poder en el Vaticano

En 1997, Blanca descubrió –cuando la revista Contenido publicó un reportaje sobre Marcial Maciel– con quién estaba relacionada. “En la noche, él me llama por teléfono. Le dije: ‘¿qué pasa? Hay una revista (donde) sales tú y dice cosas de abusos sexuales’. Él lo negó.”

En ese tiempo el prelado ya era considerado uno de los religiosos más influyentes en el Vaticano, aunque acumulaba acusaciones de pederastia en su contra.

Paralelamente ya había reconocido con los apellidos de González Lara a los dos hijos que tuvo con Blanca Estela, y al medio hermano de éstos.

A Omar y José Raúl los hizo víctimas de abuso sexual durante ocho años. Mi primer abuso sucedió en Colombia, cuando yo tenía 7 años de edad. Yo estaba acostado con él, como cualquier niño, como cualquier hijo de familia con su padre a esa edad. Me baja el calzoncillo y me intenta violar. Por instinto humano reacciono y me muevo. Se da cuenta; no me fuerza, pero fue tan fuerte el impacto que hasta el día de hoy recuerdo qué desayuné ese día.

Ese fue el primer abuso contra José Raúl. Hacía que lo masturbáramos, que le sacáramos fotos masturbándolo; él se quedaba con las fotografías. Se hacía el dormido y nos decía que su tío le hacía lo mismo, que ensayáramos con él.

A Omar, el medio hermano, lo vejó por primera vez en Madrid. “En el (hotel) Holiday Inn, me acuerdo. En ese entonces le dice a Raúl: ‘oye, vamos a masturbarlo’ y, niños pequeños, sin malicia, estamos juntos. Me acuerdo que se hacía el dormido y empezábamos a masturbarlo.

“Siempre nos decía que a él le dolía mucho la pierna, que durmiéramos al menos uno de los dos siempre con él, con el afán de que –nos decía– cuando tienes un dolor en los huesos, ‘caliéntenme la pierna porque me duele mucho…’ en Barcelona, de momento nos decía: ‘dense un beso’, pero por qué…”.

En 1999 los muchachos platicaron a su madre lo que les hacía Maciel. José Raúl empezó a sentirse muy confundido y expresó su deseo de acudir con una sicóloga en Cuernavaca, pero su padre lo envió con el doctor Francisco López Ibor, a una clínica muy prestigiosa en Madrid, y lo hospedó en casa de Norma (otra mujer con la que procreó una hija), a la cual le presentó como su tía.

A los 19 años, después de ser atendido en la clínica López Ibor, en Madrid, José Raúl comenzó un tratamiento a base de neurolíticos y ansiolíticos para combatir rasgos obsesivos y humor subdepresivos.

Tomó esos medicamentos durante año y medio; lo tenían permanentemente dopado. Él no podía hablar, siempre echando saliva por un lado, quejándose, recordó ayer la madre.

Cuando reportó esos síntomas a Maciel y le dijo que lo llevaría al médico, el sacerdote le respondió: “‘no, no, sigue dándole el medicamento, lo va a componer, eso lo relaja. Está tranquilo, no pasa nada…’ creo que este señor lo quería tener atontado para que dijera ‘pues sí, lo voy a volver loco para que este muchacho no pueda hablar, no diga nada’”, señaló Blanca.

El hijo de Maciel descubriría después que los medicamentos prescritos por el siquiatra López Ibor eran para enfermos de esquizofrenia, hiperactivos o que no podían dormir, además de que una de las pastillas que su propio padre les suministraba a ellos cuando adolescentes (Darvocet T 100 mg) era un derivado de morfina.

Al respecto, Blanca narró que el legionario cargaba siempre un maletín de médico del cual sacaba un montón de pastillas que ingería antes o después de los alimentos; decía que eran vitaminas, aunque ella sospechó que se trataba de drogas.

http://www.jornada.unam.mx/2010/03/04/index.php?section=politica&article=003n1pol

Leer mas...

Violencia en las escuelas

MÉXICO, D.F., 3 de marzo.- En un reciente estudio de la UNESCO, La educación bajo ataque, se reporta que, a partir de 2007, se han incrementado los casos de violencia en las escuelas, sobre todo en regiones donde se libra alguna guerra, como Afganistán, Colombia, Irak, Nepal, Tailandia y los Territorios Palestinos Autónomos. Pero en la lista de países con grandes indicadores de violencia en las escuelas tendrán que agregar ahora a México.

Dicho reporte (Brendan O’Malley. Education Under Attack, 2010, a Global Study on Targeted Political and Military Violence Against Education) toma como indicadores el reclutamiento forzado de niños, la violencia sexual contra niñas estudiantes y maestras, la destrucción de infraestructura educativa, el asesinato de líderes sindicales de docentes, la persecución de académicos, los arrestos indiscriminados, las amenazas de muerte, los secuestros, la ocupación de instalaciones escolares o las balaceras alrededor de los planteles. Todo lo cual está generando daños estructurales, físicos, psicológicos, sociales, educativos y culturales muy graves, y también restricciones severas a la libertad académica, al derecho a la educación, a la estabilidad, al desarrollo y a la democracia.

Sin embargo, en la versión actual del estudio sólo se registran algunos casos de México: maestros amenazados si no pagaban un “bono de Navidad”, escuelas evacuadas o cerradas durante más de tres semanas por otros amagos en Ciudad Juárez, durante 2008, o la suspensión de clases en la región triqui en 2009 debido a rondines de bandas armadas y disparos de grupos paramilitares alrededor de escuelas primarias y secundarias.

El hecho es que la violencia en las escuelas mexicanas no sólo se ha agravado, sino también generalizado. En un estudio realizado en 2008 por la Secretaría de Educación del Gobierno del Distrito Federal y la Universidad Intercontinental se encontró que más de 70% de los alumnos de escuelas de educación básica participan en prácticas de acoso físico y psicológico (bullying). Estas prácticas, que se han extendido a todo el país, se suman a las otras formas de violencia que se ejerce fuera y dentro de las instalaciones escolares, sobre todo la que está creciendo alrededor de los grupos relacionados con el narcotráfico, que es la más grave.

Este tipo descarnado de violencia ya es parte de la vida escolar cotidiana en muchos estados y ciudades. Se trata de un problema nuevo que no está siendo debidamente comprendido ni enfrentado por parte de las autoridades federales o locales de la SEP, ni por los directores y maestros de los planteles, ya no digamos por parte de quienes la sufren: los estudiantes y los padres de familia.

De acuerdo con datos de la SEP, mil 200 escuelas tienen que enfrentar de forma cotidiana la narcoviolencia, pues en el interior de las mismas se reproducen los esquemas de los narcotraficantes: extorsiones, pandillerismo o venta de drogas. Asimismo, se han identificado 27 mil planteles de educación básica cuyas labores académicas han sido afectadas por grupos delictivos. Y se calcula que una de cada 10 escuelas del país experimenta una o varias formas de violencia cotidiana.

Sólo en Ciudad Juárez –donde se afirma que 60% de los jóvenes de 12 a 15 años no estudia ni trabaja–, 70% de las escuelas reportan problemas de violencia, narcomenudeo o prostitución, y miles de alumnos de preescolar, primaria y secundaria se han visto severamente perjudicados en sus procesos formativos.

En la ciudad de Reynosa, donde ocurren frecuentes balaceras en las inmediaciones de los planteles, las llamadas telefónicas de los alumnos a sus padres, o los anuncios de las autoridades de que, por ese motivo, las clases se han suspendido en una o varias escuelas, han ocasionado este año frecuentes interrupciones laborales en las maquiladoras de la localidad.

Ahora que se ha considerado a Ciudad Juárez como territorio devastado y de urgente atención (como si fuera éste el único lugar en tales condiciones), la respuesta de las principales autoridades de la SEP –in situ y a la carrera– fue que la violencia extendida se debe a “la manera como los muchachos se hacen cargo del entorno” (subsecretario Fernando González), o como lo analizó con similar profundidad el secretario Lujambio: siempre hay que distinguir entre “la expresión lúdica, la expresión de procesamiento del entorno psicológico y el auténtico vandalismo”. (El Universal, 22 de febrero.)

Ya lo había señalado el relator para Educación de la Organización de las Naciones Unidas, en su gira de trabajo en México: “La educación no puede resolver lo que los políticos no han querido atender” (El Universal, 10 de febrero). Porque, efectivamente, con las sesudas interpretaciones de lo que ocurre en Ciudad Juárez y a lo largo y ancho del territorio nacional, no se podrá enfrentar la creciente violencia que se está arraigando en las escuelas. Tampoco con la generalización del programa, bastante superficial, denominado “Escuela Segura”, porque se concentra sólo en el otorgamiento de escasos recursos, acompañados de acciones remediales, en escuelas evidentemente inseguras.

La violencia proviene de causas estructurales: ignorancia, pobreza y desprecio a la inclusión de todos a la educación, acompañada de una visión manipuladora del sentido y de los efectos de lo educativo. (¿Alguien cree que las cúpulas de la SEP y del SNTE pueden enseñar algo con sus ejemplos?) Proviene también de los mensajes de violencia que atiborran las transmisiones de televisión, y que se imitan en la familia, en la calle, los anuncios publicitarios, los videos y los juegos de computadora, que van formando un currículum vivido que cada día domina más que el irrelevante currículum de la escolaridad.

Axel Didriksson

Leer mas...

Entre narcos y militares, entre guerrilleros y talamontes

PETATLÁN, GRO.- 3 de marzo (Proceso).- Las comunidades serranas de Petatlán, Guerrero, sobreviven de milagro. La región, dicen, es tierra de nadie. Pero lo cierto es que en sus inmediaciones merodea la guerrilla, y caciques como Rogaciano Alba siembran el terror, apoyados por sus sicarios y, según los pobladores, por elementos del Ejército. Largo es aquí el memorial de agravios, el último de los cuales sucedió el martes 16 –cuatro días después de la detención de Rogaciano– contra la familia de Javier Torres Cruz, un activista que en 2007 se atrevió a denunciar al cacique.

Aquí, en la sierra, los habitantes no saben de quién cuidarse más, pues por la zona transitan lo mismo narcotraficantes que talamontes y guerrilleros. Lo peor, dicen los lugareños, es que el Ejército se extralimita en sus patrullajes y con frecuencia sus tropas arremeten contra ellos, a veces azuzados por los caciques o sicarios locales.
El martes 16, efectivos del 68 Batallón de Infantería, perteneciente a la 27 Zona Militar, atacaron a habitantes de la comunidad La Morena. Hubo un muerto y otro campesino resultó herido, aseguran varios de los sobrevivientes. Dicen que dos más fueron acusados por delitos federales y hoy están recluidos en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Acapulco.
La ofensiva ocurrió cinco días después de que la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) informó sobre la detención de Rogaciano Alba Álvarez, un cacique al que las autoridades vinculan con los cárteles de Sinaloa y La Familia michoacana. Los habitantes de La Morena le atribuyen a él esa agresión.
“Es una venganza contra nosotros porque hemos denunciado sus crímenes”, asegura Javier Torres Cruz, defensor de los bosques, quien en septiembre de 2007 se presentó ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) para aportar pruebas que incriminaban a Rogaciano Alba con la muerte de Digna Ochoa, la activista ultimada el 19 de octubre de 2001 en la Ciudad de México.
Esa denuncia le costó caro a la familia de Torres Cruz. En noviembre de 2008, unos 80 militares dirigidos por el propio Rogaciano allanaron ocho viviendas en La Morena. Al mes siguiente, Torres Cruz fue detenido en un retén militar en Tecpan de Galeana, el que, dice, lo entregó a sicarios del cacique. Fue torturado durante cuatro días, relata. Finalmente logró escapar (Proceso 1678). Desde entonces los hombres de La Morena viven escondidos en la sierra. Hoy, la comunidad es un caserío poblado sólo por mujeres, niños y ancianos.
Organizaciones sociales de Guerrero llevaron el caso de Torres Cruz a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que interviniera en favor de Torres Cruz y su familia. El 21 de diciembre de 2008, la comisión acordó el otorgamiento de medidas en favor del campesino. Hasta la fecha el gobierno mexicano no ha cumplido.
Desde hace años, Alba Álvarez ha sido señalado por la Organización de Campesinos Ecologistas de la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán, organización a la que pertenece Torres Cruz, de tener el respaldo de altos mandos del 19 Batallón de Infantería, con sede en Petatlán, para reprimir a comunidades que lo denunciaban por la tala indiscriminada de bosques y por convertir los predios en plantíos de mariguana.
El jueves 11, finalmente, la Policía Federal detuvo a Rogaciano en Guadalajara, Jalisco, acusado de portación ilegal de armas y de droga. Arraigado en la Ciudad de México, espera el dictamen de las autoridades que lo investigan por sus presuntos nexos con los cárteles de Sinaloa y La Familia michoacana.
Para recabar información sobre la reciente incursión militar, el miércoles 17, representantes de la Comisión de Defensa de Derechos Humanos de Guerrero (Coddehum), del Taller de Desarrollo Comunitario (Tadeco), del Comité Contra la Tortura y la Impunidad (CCTI), la Red de Organizaciones y Grupos Ambientalistas de Guerrero (Rogaz), realizaron un recorrido por esta zona de Petatlán, en el que participaron los reporteros de Proceso.
Isaías Torres Rosas, uno de los sobrevivientes, relata: El martes 16 a mediodía, en el paraje conocido como Barranca del Infierno, los soldados dispararon contra él, su padre, su hermano Adolfo y contra Huber Vega Coria, originario de Zihuatanejo.
El miércoles 17 por la noche, la 27 Zona Militar difundió un comunicado en el que aseguraba que durante un recorrido para quemar plantíos ilícitos, los militares fueron agredidos en la comunidad de Las Humedades.
Según el comunicado, publicado sólo en la edición local de La Jornada y en Diario 17, en ese enfrentamiento presuntamente murió Juan Torres Rosas y fueron detenidos Anselmo Torres y Huber Vega Coria con ocho armas: cinco largas y tres cortas, así como cartuchos útiles y droga.

El miedo de Isaías

La comunidad de Las Humedades, donde según el Ejército sucedieron los hechos, se localiza en la zona conocida como Filo Mayor de la Sierra Madre del Sur, a ocho kilómetros de La Morena, mientras que el Infierno pertenece a esta comunidad, localizada en la parte media de la sierra, a hora y media de la cabecera municipal de Petatlán.
En Filo Mayor se cultiva mariguana y amapola desde hace décadas, lo que no ocurre en la parte media de la sierra debido a su condición forestal y agrícola. Sin embargo, por esta región suele transitar la guerrilla.
El incidente de la sierra de Petatlán ocurrió luego de que habitantes de la sierra de Tlacotepec, en el Filo Mayor, denunciaron que el viernes 12 un grupo de soldados al parecer alcoholizados mataron a golpes a Juan Alberto Rodríguez Villa, de 18 años, y dejaron malherido a Francisco Javier Martínez, de 16 años.
Postrado sobre un sillón de alambre e hilo, cubierto de sarapes, Isaías Torres Rosas convalecía por un balazo que recibió la víspera. El impacto entró por la espalda, del lado derecho, y salió por el cuello. Se mantiene fuera de peligro gracias a los remedios caseros y a los medicamentos para prevenir la infección y calmar el dolor.
En la vivienda que sirve de refugio, Isaías fue auscultado por el doctor Raymundo Díaz, miembro del Colectivo Contra la Tortura y la Impunidad (CCTI), quien constató que la bala no dañó ningún órgano vital ni los huesos.
De cualquier forma, Isaías sólo podía recibir los cuidados de su familia pues, dice Javier Monroy, integrante de Tadeco, “por órdenes del Ejército no podía subir ninguna ambulancia a rescatarlo”.
Temeroso de que él y su familia sufran represalias, Isaías rindió su testimonio al coordinador regional de la Coddehum, Ramón Navarrete Magdaleno, quien transmitió la queja a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
El miedo de Isaías y de su familia se acrecentaba por el vuelo de un helicóptero blanco que, desde la mañana del miércoles 17 y hasta después de las dos de la tarde, no dejaba de merodear sobre la sierra.
En entrevista con Proceso, el campesino narra: “Estábamos preparando comida en una casita que es de Adolfo (su hermano). Habíamos cazado una chachalaca con una .22 cuando, de repente, llegaron (los soldados) echando tiros. No creímos que fuera el gobierno (soldados), porque no marcaron el alto ni nada”.
Delgado, de piel curtida por el sol, pelo y barba negros, Isaías asegura que una vez que se escucharon los primeros balazos, él y sus acompañantes corrieron.
“Me tiraron por la espalda y me dieron por muerto, porque sangraba mucho. Pude ver a gente vestida como gobierno (soldado). No supe cuántos, pero eran hartos. Cuando se fueron, me fui a mi casa, a La Morena. Caminé como hora y media”, dice Isaías, tío de Javier Torres Cruz.
De acuerdo con Torres Cruz, el destacamento que atacó a su familia llegó a la sierra el lunes 15. Eran unos 100 soldados. Iban en hummers y en camiones que subieron hasta el Filo Mayor, a Las Humedades y a Rancho Nuevo, pueblos abandonados entre 1994 y 2000 debido a los asesinatos “cometidos por la gente de Rogaciano”, dice.
El miércoles 17 al mediodía, Javier se enteró por la radio que Anselmo y Huber estaban en manos del Ejército, pero no tenían noticias de Adolfo. “Los compañeros personalmente se comunicaron y dijeron que no hiciéramos nada contra los militares, porque estaba su vida de por medio”.
El activista asegura que entre los militares que atacaron a sus parientes había sicarios de Rogaciano Alba, entre ellos, Misael Orozco Serna, conocido como El Chirris. El propio Alba lo menciona como integrante de La Familia michoacana en un video difundido por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) el viernes 12.
“El Chirris ha sido el encargado de hacer estos operativos entre sicarios y el Ejército. Se le vio el 13 de noviembre de 2008 cuando entraron por la madrugada en La Morena. Es una persona que, según sabemos, desde hace dos o tres años opera con Rogaciano y que se le ha visto en el 19 Batallón de Infantería de Petatlán, donde vivía Rogaciano”, sostiene Torres Cruz.

Una versión distorsionada

El jueves 18, la familia Torres recuperó el cuerpo de Adolfo Torres Rosas, de 26 años, en una funeraria de Zihuatanejo, lo llevaron a La Morena, donde le dieron sepultura la mañana del viernes.
Anselmo Torres Quiroz, de 79 años, y Huber Vega Coria, de 18, fueron puestos a disposición del Ministerio Público federal, y trasladados al Cereso de Acapulco ese mismo viernes. Se les acusa de tentativa de homicidio, delincuencia organizada, posesión y portación de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército y delitos contra la salud, en la modalidad de siembra y cosecha con fines de comercio.
El parte militar firmado por Rogelio Marín Guzmán, Dani Marino Díaz, Bladimir Pineda Cruz, miembros del 68 Batallón de Infantería, señala que los campesinos atacaron a los militares tras ser descubiertos en un plantío de mariguana en Las Humedades, y que se les aseguraron cinco armas largas (dos AK-47, dos rifles calibre .22, y una escopeta calibre .12), tres armas cortas (calibres .38 súper, .22 y .45), 16 cargadores, 355 cartuchos de distintos calibres, 19 kilos de mariguana y otro de semillas de cannabis.
Durante su declaración preparatoria en el Juzgado Segundo de Distrito, el sábado 20, Anselmo y Huber confirmaron la versión de Isaías: los soldados dispararon sin advertencia de por medio, cuando estaban en el patio de la casa de Adolfo, en la Barranca del Infierno.
Además, comentaron que, tras su captura, los soldados los obligaron a disparar armas de fuego y los trasladaron en helicóptero a Rancho Nuevo, cercano a Las Humedades, donde los fotografiaron.
En su declaración ministerial, que ratificó posteriormente, Huber asegura que fue torturado psicológicamente. Detalla: “Bajando del helicóptero un soldado notificó a un superior: ‘Estos son los que dispararon’. A lo que éste le respondió: ‘Para qué los trajeron, mejor los hubieran matado’”.
Otro soldado intervino en la conversación: “¿Y si les damos una violadita?”. Otro terció: “Pero el ruquito ya no aprieta… es mejor una calentadita”.
Huber y Anselmo aseguran que mientras estuvieron en manos de los militares fueron golpeados en la cabeza, sobre todo durante el traslado, cuando ellos intentaban ver a dónde los llevaban.
Entrevistado en la rejilla de prácticas, don Anselmo, patriarca de La Morena, reconoció que las armas mostradas por los militares estaban en la casa de Adolfo. “Mis hijos estaban armados porque han tenido problemas con Rogaciano Alba”, dice. Sin embargo, las armas que, según los militares, llevaban el día del presunto enfrentamiento fueron llevadas al lugar días antes por “indillos” que pasaron por ahí.
Con lágrimas en los ojos, asegura que vio caer a su hijo Adolfo cuando huía de la “baliza”; también recuerda que en dos ocasiones pidió a los militares que lo mataran y lo dejaran con su hijo.
Javier Torres Cruz llamó por teléfono a la reportera para decirle que al abrir el ataúd en que estaba Adolfo, descubrieron que tenía huellas de tortura, así como un disparo calibre .762 en la espalda y otro calibre .45 en la axila derecha, realizado a corta distancia.
Las fotografías de la necropsia de Adolfo obtenidas por Proceso muestran moretones en el rostro y el cuerpo por golpes de culata que recibió. Su rostro está desfigurado y se observa un escurrimiento de sangre por la axila derecha, en tanto que el hombro izquierdo está descarnado.
Asimismo, Torres Cruz señala que cuando fue sepultado Adolfo, la mañana del viernes 19, mujeres de la comunidad vieron a sicarios de Rogaciano Alba rondando por La Morena.
“La gente de Rogaciano esperaba que los hombres de La Morena bajáramos al entierro para matarnos, por eso nos quedamos arriba, escondidos en la sierra. Cuando las mujeres se dieron cuenta de que andaba gente rondando el pueblo, salieron a buscarlos y los espantaron”, cuenta Torres Cruz.
E insiste: “Detrás de los acontecimientos del martes 16 está la mano de Rogaciano Alba. Ese señor manda todavía en esta región aunque esté arraigado; lo que quiere es intimidarnos para que no sigamos con las denuncias por los crímenes que ha cometido en la sierra”.
Y remata: aun cuando las autoridades sólo consideran a Rogaciano como jefe del narcotráfico, en Petatlán queremos que el gobierno lo responsabilice de todos los asesinatos que ha cometido, incluido el de Digna Ochoa, “así como del intento de desaparecerme”.

Gloria Leticia Díaz

Leer mas...