El consorcio Televisa arremetió contra la revista Proceso, el reportero Jenaro Villamil y la periodista Carmen Aristegui, al acusarlos de calumnia por publicar y comentar el libro Peña Nieto: si yo fuera presidente, del que el semanario difundió un capítulo en la edición que está en circulación (1703)-
En un amplio desplegado publicado en la prensa nacional, Televisa acusa al reportero Jenaro Villamil de actuar "por consigna" para afectar a la empresa televisiva.
Además, denuncia que Aristegui --quien comentó el libro editado por Random House Mondadori en su noticiero matutino de MVS Noticias-- miente sobre su salida de W Radio, y alega que la separación de la periodista únicamente obedeció a que su programa "no era rentable ni plural".
Televisa incluso intenta refutar el adelanto del libro publicado en el número de Proceso que circula esta semana.
El consorcio también sale en defensa del gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, y asegura que éste no ha desembolsado más de 800 millones de pesos en publicidad. También presume su cobertura noticiosa y descarta que oculte información que dañe la imagen del priista.
En ese tono, Televisa rechaza poseer una estructura paralela de empresas-espejo para ocultar información fiscal a sus socios.
E insiste en que la cobertura noticiosa de sus espacios no favorece a Peña Nieto, sino se basa en dar prioridad a la zona metropolitana, por el alto índice demográfico que presenta.
En respuesta, los periodistas Aristegui y Villamil dieron la bienvenida a la reacción de la empresa con motivo de la publicación del texto Peña Nieto: si yo fuera presidente.
Jenaro Villamil retó a Televisa a sostener un debate, documentos en mano, en el Senado de la República.
En entrevista radiofónica con Aristegui, en su segmento MVS Noticias, Villamil invitó al consorcio presidido por Emilio Azcárraga Jean a "abrir sus cuentas" y hacer públicos los contratos publicitarios firmados con cada uno de los gobernadores y aspirantes a la Presidencia de la República.
El reportero de Proceso refutó los seis señalamientos presentados por Televisa en el desplegado, entre los que se encuentra el rechazar que Peña Nieto haya desembolsado más de 746 millones a la empresa televisiva.
Con el contrato físico en mano, el periodista respondió que entre 2005 y 2006 el gobernador mexiquense pagó 746 millones de pesos a Televisa, 616 millones correspondientes a publicidad, y el resto por el concepto de asesoría para mejorar su desempeño en la pantalla chica.
"Si Televisa quiere que discutamos sobre los montos reales, no los maquillados, entonces que se abran todos los contratos que se han firmado con el gobierno de Enrique Peña Nieto", exhortó Villamil.
En su desplegado, Televisa también descarta injerencias de Carlos Salinas de Gortari en sus criterios editoriales y rechaza que el expresidente se haya reunido con el Consejo de Administración de la compañía.
El consorcio admite que la cita efectivamente sí ocurrió en Cozumel, Quintana Roo, pero asegura que sólo se trató de "una conferencia dirigida a sus directivos".
Villamil además pidió a Televisa aclarar cuál fue el objetivo del acercamiento entre Salinas y los directivos de la empresa, y aprovechó para recordar que, desde el 2005, el expresidente ha reaparecido en el "Canal de las estrellas", en actos como el funeral del padre de Peña Nieto o la campaña Celebremos México.
Aristegui acotó que Televisa es un "ente público que está obligado a dar respuesta a estos señalamientos".
Cuestionó omisiones informativas de la empresa, como haber guardado silencio en la entrevista que le concedió el expresidente Miguel de la Madrid, quien acusó a Carlos Salinas de robarse la mitad de la "partida secreta" y de proteger los vínculos criminales de sus hermanos Enrique y Raúl.
La comunicadora aclaró además que el espacio cedido a Villamil para presentar su libro no fue ningún "pago de cuentas" por una presunta "defensa" que el reportero hiciera de su salida de W Radio, cuyo responsable de la línea editorial es Grupo Prisa.
Aristegui comentó que luego de la desaparición al aire de su segmento en W, pasó "un largo año" sin tener un espacio radiofónico, aunque se mantuvo en televisión en el canal de CNN en Español.
La conductora comentó que la falta de acuerdos entre ella y la radiodifusora, que propició su salida, se debió en esencia a la cobertura que hacía de la llamada ley Televisa, y que afecta los intereses del grupo televisivo, y no a carencias de "trabajo en equipo" y "derecho a la información plural" como argumenta la empresa.
Sobre la "nota final" del desplegado, en el que se le acusa de hacer de "la diatriba a Televisa un modus operandi" y los señalamientos a su pasada relación laboral con W Radio, Aristegui comentó que eran argumentos de "mal gusto" e "irrelevantes" ante la discusión de fondo.
A continuación, el desplegado íntegro:
"El lunes 22 de junio, Carmen Aristegui y Jenaro Villamil presentaron en radio un libro que difunde una serie de mentiras con respecto a Grupo Televisa.
"Grupo Televisa ha resistido paciente y tolerantemente los infundios que repetidamente se han divulgado sobre su desempeño. Sin embargo, esta actitud no puede ni debe mantenerse ante calumnias como las que se vertieron en ese programa.
"Primera mentira. Afirman que 'un promedio de 800, 900 millones de pesos anuales' dedica el gobierno del Estado de México a la 'compra de tiempo aire y pago de asesorías' a Televisa a través de distintas centrales de medios. La cuenta es absurda. Un ejemplo: en el año 2006, Televisa ingresó y reportó 778 millones de pesos por el total de publicidad política en televisión. Por tratarse de una elección presidencial, 2006 fue el año de mayores ventas de este tipo en todos los medios de comunicación nacionales. Así, el cálculo es mentiroso, un engaño, ya que sería tanto como suponer que el gobernador Enrique Peña Nieto se ha venido promocionando en televisión, año con año, más que todos los candidatos de todos los partidos a todos los puestos de elección popular que se renovaron en esos comicios. Ridículo y mentiroso.
"Segunda mentira. Dicen que los dueños de Televisa tienen una estructura paralela mediante la cual ocultan información a los accionistas minoritarios. Dicha estructura, afirman, está constituida por las empresas TVPromo, Radar o CreaTV, y que esas tres empresas no tienen, ni han tenido, contrato alguno con Televisa relacionado con el gobierno del Estado de México.
"Tercera mentira. Apuntan que 'Roberto Hernández, el exaccionista de Banamex, se transforma en el segundo accionista en importancia después de Emilio Azcárraga Jean dentro de la televisora'. La información es pública y contundente, pero los comunicadores de esta falsedad no se tomaron la molestia de consultarla: Roberto Hernández no figura en la lista de mayores tenedores de acciones, ya que posee menos de uno por ciento del total accionario de la empresa. El trabajo del señor Villamil no cumple siquiera con los requisitos de rigor mínimo de cualquier trabajo de investigación serio: la consulta de la información pública y su verificación. Villamil debe recordar que no por gritar una mentira, ésta se convertirá en verdad, que no por publicar en Proceso tiene licencia para difamar.
"Cuarta mentira. Sostienen que 'es 2005 el año en donde Salinas es presentado ante el Consejo de Administración de Televisa como parte ya también de los asesores de Bernardo Gómez y de Emilio Azcárraga Jean'. Esta es una afirmación falsa en toda su extensión. Carlos Salinas jamás había sido presentado ni se ha desempeñado como asesor de ningún ejecutivo de Televisa. La única vez que el expresidente estuvo reunido con los directivos de Televisa (que no con su Consejo de Administración, como mentirosamente lo afirma Villamil), fue en una convención del grupo en 2005, en Cozumel, ocasión en la que también fueron invitados a dar pláticas otras personalidades del sector público y directivos de empresas, de México y del extranjero, como sucede todos los años en esas convenciones.
"Quinta mentira. Señalan que la cobertura noticiosa a Enrique Peña Nieto es 'absolutamente anómala, absolutamente fuera de lugar, sin ninguna justificación periodística'. Habrá que recordarle a Carmen Aristegui y al señor Villamil que los noticiarios nacionales de Televisa siempre han tenido una fuerte carga de contenidos provenientes del área metropolitana de la Ciudad de México. Además, hay que señalar que el Estado de México es la entidad con mayor población del país. La cobertura a la política, economía, sociedad y cultura de esa entidad va en proporción a la audiencia interesada que se informa en los canales de Televisa. Por eso mismo, muy similar es la cobertura que actualmente recibe el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, como lo fue la que en su momento recibió Andrés Manuel López Obrador.
"Sexta mentira. Elucubran que por la inversión publicitaria del Estado de México en Televisa se han minimizado 'vulnerabilidades' de su gobernador. Y cita el avance del narcotráfico, la cantidad de mujeres mexiquenses asesinadas, el caso Atenco y la muerte de la esposa del mandatario estatal. Todos son temas de los que se ha informado puntualmente en Televisa. Sólo es necesario sintonizar cualquier noticiario de Televisa para ver cómo se relata la guerra contra el crimen organizado en esa entidad y en todo el país. Por otro lado, nuestros informativos han transmitido diversos reportajes sobre el caso de las mujeres muertas en el Estado de México y las agresiones entre policías y manifestantes en Atenco se transmitieron en vivo y en directo. El reporte del fallecimiento de la señora Pretellini se relató en los términos en los que lo informó la autoridad. Si Aristegui y Villamil tuvieran pruebas para sustentar otra versión de los hechos, valdría la pena que las exhibieran y las presentaran ante las autoridades competentes.
"Nota final. Carmen Aristegui ha hecho de la diatriba de Televisa su modus vivendi, a pesar que de 2004 a 2007 su participación en W Radio, empresa filial de esta casa, reportó pérdidas por 9.2 millones de pesos, que sumadas a las de Javier Solórzano entre 2004 y 2005, con quien Aristegui negoció su entrada a la W, ascendieron a 14.5 millones de pesos. Tan sólo en 2007, Aristegui recibió un ingreso de 3.6 millones de pesos de esa empresa filial. Además de estas cuestiones financieras, en su oportunidad Grupo Prisa, encargada de la línea editorial de W Radio, explicó que Aristegui salió de la programación debido a que tras un año de conversaciones, no hubo posibilidad de acuerdo para que ella se incorporara a un modelo basado en el 'trabajo en equipo' y el 'derecho a la información plural'. Ni rentabilidad, ni trabajo en equipo, ni información plural. Es ahí donde se pueden encontrar las razones de la salida de Aristegui de la W y no en una supuesta 'conspiración' de intereses eclesiásticos-empresariales-políticos obsesionados con 'silenciar su voz', como ella y sus allegados han sostenido. Nada más alejado de la verdad.
"La insistencia de Aristegui de promover las mentiras de Villamil sólo puede entenderse como el pago a las veces que Villamil 'defendió' en las páginas de Proceso la salida de Aristegui de su programa de radio, al confundir una decisión de sentido común para una empresa de radio con un supuesto ataque a la libertad de expresión.
"Y en cuanto a Jenaro Villamil, ¿qué podemos esperar de la veracidad de su contenido? Un 'periodista de consigna' que ni siquiera conoce los nombres de los ejecutivos de Televisa, empresa a la que lleva 'investigando' tantos años. Aquí algunos ejemplos: Villamil menciona a José Gastón en lugar de José Bastón (Proceso 1682) y a Adolfo de Angoitia en lugar de Alfonso de Angoitia (Proceso 1701). Un ejemplo más: Villamil 'descubre' (Proceso 1575) que Leopoldo Gómez, actual vicepresidente de Noticieros, es hermano de Bernardo Gómez, vicepresidente ejecutivo. Una mentira más. La coincidencia de apellidos no asegura que sean parientes, como no lo son. Ninguno de estos errores se puede justificar bajo una perspectiva de periodismo de investigación mínimamente documentado.
"Villamil lleva años difamando a Televisa por cuenta y orden de la revista Proceso. En ese sentido, Andrés Manuel López Obrador no estaba equivocado en una carta dirigida al director de ese semanario cuando afirmó: 'El propósito de estas líneas es expresar mi desacuerdo con la actitud de los duendes que existen en al redacción de la revista Proceso… mi crítica va dirigida a quienes, invocando una supuesta pluralidad, nos calumnian…' (Proceso 1698). Villamil es uno de esos duendes, que hacen de la calumnia un oficio.
"Grupo Televisa fija esta postura para que la audiencia de Carmen Aristegui y Jenaro Villamil tenga un verdadero acceso a la información plural, conozca cuáles son las mentiras que divulgan y no esté sujeta a la manipulación interesada".
Firma el desplegado Manuel Compeán Palacios, director general corporativo de Comunicación, Grupo Televisa.
Nota original
jueves, 25 de junio de 2009
Truena Televisa contra Aristegui y Proceso
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