martes, 15 de julio de 2008

No a la discriminación y al odio ni en Bolivia ni en el mundo

Recientemente he visto lo ocurrido en el departamento de Sucre en
Bolivia el 24 de mayo de 2008. Cuando un evento que se suponía de
entrega de ambulancias a las comunidades ha terminado en una terrible
y humillante agresión a ciudadanos bolivianos. Ciudadanos que como
característica es que son originarios de esa región, mucho antes de
que fuera Sucre o de que Bolivia existiera como país. Por antigüedad,
dueños de ese territorio, pero que como ocurre en el resto de América
Latina han sido relegados, olvidados y arrebatados de eso que les
pertece sin recibir nada a cambio.

El punto que quiero resaltar del video presentado y que se puede
consultar en http://video.google.com/videoplay?docid=3190834299129014789&hl=es
es que uno de los promotores de tal agresión es simplemente el rector de una universidad,
y entre los ejecutores un estudiante de la carrera de lenguas. La reflexión que
surge es más que obvia. ¿Cómo es posible que los elementos de una sociedad
supuestamente más preparados y con un "supuesto'' nivel de conciencia
mayor sean capaces de participar en un acto como este? La respuesta es
simple el nivel educativo escolar que alcanza una persona en América
Latina no implica que se adqiera un nivel de "conciencia'' como
individuo. Lo vemos con los presidentes, individuos que se han
preparado en instituciones "extranjeras'' de renombre pero sin una
visión "consciente'' del pueblo que gobiernan, al que roban, engañan y
matan.

En este documental vemos una vez la ignoracia en su máxima expresión,
vemos a individuos incapaces de reconocerse en aquellos a los que
ofenden. Si colocamos a ofendidos y ofensores lado a lado vemos
físicamente más semejanzas que diferencias, entonces preguntamos de
nuevo ¿por qué?. Lo mismo se aplica a todos los seres humanos, del
color de piel que sean, religión a la que pertenezca, etc., todos
tenemos dos brazos, dos piernas, dos ojos, etc. también tenemos las
mismas capacidades, claro si contamos con los medios para
desarrollarlas. En resumen "en la diferencia somos iguales''.

En México ocurre lo mismo con nuestras comunidades indígenas, existe
ese olvido, desprecio y discriminación. Y ésta al igual que en Bolivia
viene de todos los sectores de la sociedad. Por eso hacemos un llamamiento a
universitarios, profesores, trabajadores, sacerdotes, pastores y a
todos aquellos individuos que llegan a otros ya sea por su religión o el
trabajo, o por cualquier circunstancia que fomenten el respeto y la
libertad. Todos los individuos debemos promover en nuestros círculos
sociales este y muchos otros valores con la finalidad de tener un
futuro mejor, incluyente, equitativo y respetuoso.

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