La tienda Wal Mart desplomó la economía de Zacapoaxtla cuando llegó hace 3 años, señalan

JAVIER PUGA MARTÍNEZ / I DE IV
El pasado 4 de mayo de 2010, el gobierno del estado concedió a Zacapoaxtla el nombramiento de “Municipio Noble y Valiente”, por la participación de sus habitantes en la Batalla del 5 de mayo de 1862, esto con motivo de las celebraciones por el bicentenario de la Independencia de México.

Para los comerciantes establecidos de esta ciudad de la Sierra Norte del estado de Puebla, el documento está más cerca de ser una burla que un auténtico reconocimiento a la fortaleza de sus habitantes por sus acciones heroicas contra la invasión francesa, pues a decir de los integrantes de este gremio, la presencia de Wal Mart en la región, la corrupción de los integrantes de la Cámara de Comercio de Teziutlán y de funcionarios de la Secretaría de Salud del estado, así como los viejos problemas que atañen a este sector están provocando que una de las economías más fuertes de la sierra poblana se venga abajo.

“¿Municipio noble y valiente? Se aprovechan de nuestra nobleza, como dice el “Chapulín Colorado”, que es otra cosa, pero lo cierto es que ya estamos hartos de una situación que cada día es más insostenible”, comentó uno de ellos, que criticó que en vez de que el gobierno estatal los apoye y ayude a que no se sigan perdiendo más empleos con el cierre de negocios, sólo les entrega “reconocimientos que no sirven de nada”.

La economía de Zacapoaxtla depende básicamente del comercio, pues es el principal centro de distribución, compra y venta de mercancías de todo tipo que van desde los alimentos, productos orgánicos, ropa, zapatos y medicina hasta los servicios por trabajos profesionales de abogados, contadores, médicos y telecomunicaciones en una región que concentra a 12 municipios, como Cuetzalan del Prorgreso, Huehuetla, Hueyapan, Coxhuacán, Hueytlalpan, Huitzilan de Serdán, Hueytamalco, Xochitlán de Vicente Suárez, Nauzontla, Tuzamapan de Galeana, Jonotla y Zoquitlán, donde habitan unos 150 mil habitantes, en su gran mayoría indígenas.

Por ello, la llegada en 2008 de la “competencia desleal”, como conocen a Wal Mart en esta pintoresca ciudad, rompió con el equilibro de la dinámica económica y, por si fuera poco, ahora el comercio padece la amenaza de la posible llegada de un supermercado Chedraui en pleno zócalo de Zacapoaxtla, así como de una tienda Coppel–Canadá dedicada a la venta de calzado.

Si bien el ayuntamiento ha rechazado que existen solicitudes de instalación de esas tiendas, lo cierto es que los rumores son cada día más insistentes.

“Así comenzó la Bodega Aurrerá de Zacapoaxtla, como un rumor. Ahora ya lleva tres años funcionando”, relató Pedro Prado Cid, presidente de la Asociación de Comerciantes Establecidos de Zacapoaxtla, que agrupa a mil 100 propietarios de establecimientos, todos ellos micros y pequeños.

Agregó que desde la apertura de esa tienda las ventas, en general, han descendido 70 por ciento, pero a gremios como el de carniceros la caída alcanzó 90 por ciento.

La peor noticia que han escuchado en los últimos días, aseguró, es la posible apertura de una nueva tienda Aurrerá en Cuetzalan del Progreso, municipio que está a unos 30 kilómetros de Zacapoaxtla en plena Sierra Nororiental de Puebla, y con el que mantiene una estrecha relación no sólo económica, sino también social.

La apertura de la Bodega en Cuetzalan terminaría por sestar un duro golpe a la economía de Zacapoaxtla, pues son decenas de comerciantes del primer municipio los que hacen sus compras en el segundo, aseveró Prado Cid.



Con licencia para construir



Para nadie en este lugar es un secreto que el lugar donde se instaló la Bodega pertenecía a la familia Lardizábal, que a cambio de vender una parte de su propiedad –que abarca una cuadra completa en la calle 16 de Septiembre Norte– se respetara el diseño original de la casa.

Pero también son muchos en este municipio quienes saben que fue el gobierno que encabezó el panista Guillermo Soto, en el trienio 2005–2008, el que dio todos los permisos como uso de suelo, licencias de factibilidad, de construcción y de funcionamiento.

Además, el Instituto Nacional de Antropología e Historia no emitió ningún comentario, como tampoco ninguna licencia para la construcción de la tienda, en un espacio de unos 500 metros cuadrados, a pesar de que se edificó sobre un lugar considerado como “histórico”.

El actual gobierno municipal de Zacapoaxtla justificó que al tomar el poder en febrero de 2008, Bodega Aurrerá ya tenía algunas semanas de funcionamiento, por lo que fue imposible detectar alguna anomalía sobre las condiciones en las que fueron otorgados los permisos.

Una fuente allegada al anterior gobierno municipal sostuvo que el ayuntamiento de Soto Bautista sabía de las consecuencias que acarrearía la construcción de la tienda y cómo impactaría al comercio local, “pero llegó una orden del gobierno federal y del gobierno del estado, que les diéramos todas las facilidades para que se instalara Aurrerá. No hubo manera de decir que no. Todos los permisos fueron entregados”.



Y Mamá Lucha resultó

del bando rudo...



A las primeras tres semanas de iniciar operaciones, Aurrerá provocó el cierre de unos 30 negocios de las inmediaciones, entre misceláneas, tortillerías, panaderías y recauderías.

Algunos, como Andrés Pérez, no se dieron por vencidos y este hombre transformó su miscelánea en una taquería; ahora son los empleados de esa cadena de Wal Mart sus clientes, que resultaron asiduos consumidores de tacos de carne asada y enchilada en sus horarios de comida. Por alguna razón, dijo, no consumen lo que en Aurrerá venden.

Aunque la taquería le permite sobrevivir, Andrés confesó: “no me va mal, pero definitivamente ya no es lo mismo. Con la tienda me pude comprar una camionetita para el negocio y para pasear los fines de semana con la familia; la tuve que vender para poder abrir los tacos. Fui testigo de cómo mis amigos cerraron sus negocios luego de que abrió la Bodega y no se han vuelto a recuperar. Tuve suerte”.

Los comerciantes están concientes de que la gente acude a ese supermercado porque el dinero no alcanza y es orillada a buscar los precios más bajos; sin embargo, reprobaron que Wal Mart haya aplicado sus estrategias de mercadotecnia con pequeños comerciantes, cuando esa cadena es un poderoso consorcio trasnacional.

A unos días de haber sido inaugurada, a las afueras de Bodega Aurrerá había dos carritos de supermercado llenos con la misma mercancía: uno, con el ticket de compra de “Súper Gali”, un minisuper propiedad de la familia Gali, oriunda de Zacapoaxtla y con unos 20 años de funcionamiento, que cuenta con menos de 10 empleados; y el otro, con el ticket de compra de Aurrerá.

Los clientes pudieron observar que el precio total en el carrito de la trasnacional era, por mucho, más bajo que el de “Súper Gali”, en una estrategia tal como Wal Mart se la aplica a sus pares Soriana, Comercial Mexicana y Chedraui... y viceversa.

“Fue una verdadera bajeza lo que hicieron. ¿Cómo comparan a un minisuper local con las compras millonarias que Wal Mart hace en todo el país? Esa es una muestra clara de que a esta trasnacional no le importa nada ni nadie con tal de obtener lo que quiere, mira que aplicar ese tipo de competencia desleal en un lugar donde no estamos acostumbrados a ver eso no tiene nombre. La Mamá Lucha nos salió bien ruda”, criticó Prado Cid.

Pero Bodega Aurrerá no se conformó y Mamá Lucha –que es la caricatura de una mujer obesa enmascarada, que practica la lucha libre y es la mascota de Bodega Aurrerá– aplicó la misma llave a otro negocio local: la Farmacia Ocotlán, propiedad de Miguel Mora y con casi 35 años de funcionamiento en Zacapoaxtla.

“La gente me pidió que fuera a reclamarles, que hablara con los gerentes, que esas cosas no se hacen. No lo hice. La verdad es que ahora compito contra Wal Mart de otra forma: en calidez y trato humano, algo que en esa empresa nunca van a tener”, relató el propietario de la Farmacia Ocotlán.

Mañana, en la segunda parte de este reportaje especial de La Jornada de Oriente, podrá leer la lucha que han emprendido los comerciantes contra Wal Mart en Zacapoaxtla, así como la primera derrota que propinaron a esta tienda los propios pobladores.